MUÑOZ, Manto, 1973

José de la Mano rescata de sus archivos a algunas de las mujeres artistas que la historia olvidó.  El galerista madrileño presenta en ARCOmadrid 2024 el trabajo de mujeres imprescindibles en la creación de mediados del siglo XX pero que no han estado suficientemente difundidas.

La exposición está protagonizado por mujeres artistas. Su hilo conductor es haber sufrido, en algún momento de su carrera, el olvido por parte del mercado del arte o de la escena institucional. Recuperada por De la Mano, Aurèlia Muñoz empieza ahora a recibir el merecido reconocimiento a su trabajo. Todo empieza cuando el MoMA de Nueva York adquiere su obra y la presenta en su colección permanente. Maribel Nazco o Lola Bosshard, con una larga trayectoria, todavía tienen que romper con barreras que sus colegas masculinos no han sufrido.

Sobre mujeres olvidadas

“Las artistas españolas durante el tardofranquismo y la transición tuvieron una relativa visibilidad a lo largo de su trayectoria profesional. Participaron en múltiples exposiciones relevantes que podemos seguir por su difusión en prensa, feminizando con su obra el contexto artístico del momento. Desaparecieron del relato cuando se produce la historización del periodo. Por ello es necesario que revisemos esa década desde una perspectiva feminista. Aurèlia Muñoz, Lola Bosshard y Maribel Nazco son tres importantes exponentes del arte español de los años 70”, explica la comisaria, crítica y gestora cultural Isabel Tejeda.

Las artistas que desarrollaron su carrera profesional en aquellos años no solo tuvieron que enfrentarse al machismo de la época, sino también a la total falta de referentes femeninos.

Se encontraban aisladas. Muchas de ellas no conocían siquiera el trabajo que otras mujeres desarrollaban en sus mismas ciudades, por lo que trabajaban en líneas paralelas que nunca se cruzaban.

Con los años, artistas como Aurèlia Muñoz, Lola Bosshard y Maribel Nazco han tenido que hacer frente a otra circunstancia desafortunada: el olvido. La historia del arte todavía se resiste a incluir creadoras femeninas en su relato. Muchas de ellas siguen siendo desconocidas para el gran público, así como para teóricos y artistas. Esta muestra pretende devolver a sus nombres el prestigio y el reconocimiento que merecen.

MUÑOZ, Pájaro azul con micas, 1972

Las artistas
Aurèlia Muñoz (Barcelona, 1926-2011) es una de las pocas artistas españolas presentes en la colección permanente del MoMA de Nueva York. Su obra es clave en la redefinición del arte textil de los años sesenta. Inspirada por el bordado tradicional y las vanguardias europeas, utilizó la técnica del macramé para crear esculturas con las que reflexionaba sobre la tridimensionalidad del textil. A finales de los setenta abandona el macramé y empieza a confeccionar en papel y velas de barco. De La Mano presentó una retrospectiva de su obra en 2020, a partir de la cual ha empezado a recibir el reconocimiento que merece.

BOSSHARD, Sin título, c. 1966-67

Lola Bosshard (Valencia, 1922 – Thalwil, Suiza, 2012) juega un papel fundamental en el primer estilo minimal surgido en España, a finales de los sesenta. Presenta pinturas de gran formato, algunas monocromáticas y otras con bandas de colores, que dialogan desde dos espacios distintos.

Es seguramente la primera artista de pintura ambientalista en nuestro país. A finales de los ochenta traslada su residencia a Suiza, donde expondrá los años siguientes.

NAZCO, Cuerpos III, 1978

Maribel Nazco (Los Llanos de Aridane, La Palma, 1938) destaca por una obra que se mueve entre la abstracción y la figuración. Su proceso creativo le lleva a trabajar formatos como la pintura, la escultura y el collage, aunque es más reconocida por su experimentación con metales.

A través de placas de aluminio, cobre, acero y otros materiales, construye esculto-pinturas que hablan del erotismo del cuerpo femenino.

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