Las columnas ya están situadas donde el público podrá contemplarlas, en la planta -1 del recorrido expositivo de la Galería de las Colecciones Reales.

La columna salomónica es uno de los elementos que mejor representa la escultura del barroco español. Se representan con el fuste retorcido sobre sí mismo y suelen decorarse con pan de oro y adornarse con motivos vegetales. Es muy habitual encontrarlas como decoración en los retablos de los templos.

Precisamente, las cuatro columnas que recibirán al visitante en la Galería decoraban el retablo del altar mayor de la iglesia del Hospital Virgen de Montserrat, en el entorno de Antón Martín, en Madrid. Forman parte de las Colecciones Reales desde que en 1678 Carlos II consagrara esta iglesia como el lugar de representación oficial para la Corona de Aragón en Madrid.

Siguiendo el proyecto museográfico de la Galería, las columnas se sitúan en la primera sala de exposición (planta -1 del edificio). En este espacio se exponen las Colecciones Reales de la casa de los Austrias. Las columnas dialogarán con pinturas de Velázquez, Ribera y Caravaggio y también con algunos de los mejores tapices de la colección textil de Patrimonio Nacional. Según la directora de las Colecciones Reales, Leticia Ruiz, las columnas son una metáfora de la propia Galería. “El edificio es un contenedor radicalmente moderno, de formas muy puras, en diálogo con las columnas barrocas por excelencia”, afirma.

Piezas capitales del barroco español

 

El conjunto de columnas exhibido en la Galería es obra de dos artistas y arquitectos esenciales en el barroco español: Francisco de Herrera el Mozo (1627 – 1685) y José Simón de Churriguera (1665 – 1725). El diseño fue obra del primero, quien también ha pasado a la historia por intervenir en los planos para la Basílica del Pilar de Zaragoza. Por su parte, el segundo se encargó de fabricarlas siendo aún muy joven, antes de ceder su nombre al llamado estilo churrigueresco.

Otra razón que hace de estas columnas un conjunto de gran valor es que dejaron huella. El investigador de Patrimonio Nacional José Luis Sancho afirma que son “relativamente tempranas” en el desarrollo del modelo salomónico en España y que su elección para el Hospital de Montserrat fue esencial para el desarrollo del estilo barroco durante el siglo XVII.

También son llamativas sus dimensiones. Cada columna mide 5,65 metros de altura y pesa casi 600 kilos. Se realizaron entre 1674 y 1678 con madera de pino de los bosques de Valsaín próximos a La Granja, en Segovia. Están trabajadas en ocho troncos ensamblados y su interior está hueco.

Los adornos dorados se distribuyen por toda la superficie en forma de hojas de pámpano entremezcladas con racimos de uvas, tallados sobre un fondo azul marmoleado. Este tono azules lo que convierte a las columnas en piezas capitales del barroco español porque lo más frecuente es que estén recubiertas enteramente de oro.

Origen histórico

Fotografía histórica tomada en 1903 antes de retirar las columnas del retablo. Archivo General de Palacio.

Estas columnas, realizadas entre 1674 y 1678, pertenecieron al retablo del altar mayor de la desaparecida iglesia del Real Patronato del Hospital Virgen de Montserrat u Hospital de Aragón,en Madrid. La iglesia se levantaba en el lugar que hoy ocupa el Teatro Monumental, en la plaza de Antón Martín. El Hospital, fundado en 1616, representaba oficialmente a la Corona de Aragón en Madrid y ofrecía asistencia social a las personas de sus territorios.

La iglesia fue derruida en 1903, pero el retablo se desmontó para su conservación. La mayoría delas piezas fueron trasladadas al convento madrileño de Santa Isabel, ubicado en la calle Atocha,y allí desaparecieron tras el incendio de 1936. Por fortuna, las enormes dimensiones de las cuatro columnas salomónicas impidieron su traslado al citado convento y se decidió conservarlas en el Palacio Real de Madrid.

Azul lapislázuli: un color redescubierto

Las columnas entre andamios para posibilitar los trabajos de restauración y recuperación del azul original que predomina como fondo de las columnas.

Patrimonio Nacional ha devuelto las columnas su aspecto original antes de exhibirlas al público en la Galería de las Colecciones Reales. Tras varias semanas de intervención en la misma sala donde ahora se exhiben, el equipo de restauración ha reintegrado las tallas y ha redescubierto el azul lapislázuli escondido bajo una capa compuesta de barniz oscurecido y policromía en blanco.

El tono lapislázuli es uno de los colores más apreciados en la historia del arte occidental. “Es un color esencial para la impresión de riqueza que se quería transmitir en la época del Barroco”, asegura el investigador José Luis Sancho Sancho. “Ha sido apasionante ir destapando este azul espectacular que dota a las columnas de una vida que no tenían”, reconoce una de las restauradoras, Adriana Herans.

La Galería abre este verano

Las columnas salomónicas del Hospital de la Virgen de Montserrat son las primeras piezas que Patrimonio Nacional muestra públicamente en la Galería de las Colecciones Reales. Su presentación en la planta -1 tiene lugar mientras continúan las tareas de montaje para completar la museografía de las 650 piezas que recibirán a los visitantes tras la inauguración, prevista para verano de este año.

La Galería de las Colecciones Reales uno de los proyectos museístico más importante de Europa en las últimas décadas. Está situada en el corazón de Madrid, junto al Palacio Real y la Catedral de La Almudena. El edificio, proyectado y construido por Tuñón y Mansilla, ha recibido una decena de premios de arquitectura.

La exposición inaugural representará la variedad y riqueza de las Colecciones Reales españolas y supondrá un reclamo de los Reales Sitios y Reales Monasterios y sus espacios naturales. La apertura de este nuevo museo permitirá difundir el trabajo de Patrimonio Nacional en su apoyo al jefe del Estado y la labor de restauración, conservación, difusión y cuidado del gran legado histórico, cultural y natural que gestiona en seis comunidades autónomas.

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