La fotógrafa Joana Biarnés será la protagonista de la Sala Canal de Isabel II, entre el 28 de febrero y el 23 julio de 2023, con la exposición Madrid / Moda a pie de calle, comisariada por Josep Casamartina i Parassols. Se trata de una amplia revisión de los reportajes de moda que realizó Biarnés (Terrassa, 1935-2018), que se concentraron sobre todo en Madrid, entre 1962 y 1972.
Estos reportajes discurrieron en paralelo a su intensa dedicación al fotoperiodismo, ya que fue la primera mujer en España que se dedicó a esta profesión, hasta entonces estrictamente acotada a los hombres.
La exposición incluye más de un centenar de fotografías que muestran la evolución de la moda y de la sociedad en una época de cambios trascendentales, como fueron los años sesenta y los primeros setenta. Asimismo, representa una panorámica de la capital española, con sus calles, barrios y habitantes, algo que sería una constante en toda la trayectoria de Joana Biarnés como creadora.
La dedicación de la fotoperiodista Joana Biarnés al ámbito de la moda fue una tarea intensa que inició en Barcelona y consolidó en Madrid, desde final de los años cincuenta hasta los primeros setenta, y resume toda una época que capta sin afectaciones ni esteticismos. Cuando Biarnés se introdujo en el mundo del glamur hacía tiempo que trabajaba como fotoperiodista, puesto que era la primera mujer que se dedicaba a esta profesión en España, y sería la pionera, también como mujer, en la fotografía de moda.
Además de los habituales y celebrados reportajes de actualidad, deportes y sociedad, Biarnés pudo continuar con profundidad su dedicación al mundo de la moda a partir del suplemento semanal de Pueblo, que se publicaba los miércoles; para ello contó con la colaboración destacada de la periodista Rosana Ferrero. Joana se ocupaba del estilismo, de elegir las modelos y las temáticas de muchos de sus reportajes y editoriales, y consiguió a menudo marcar tendencia. De esta forma, se convirtió en la cronista regular y sistemática de la evolución radical que se produjo en la indumentaria entre los años sesenta y los primeros setenta, del clasicismo de la alta costura a la informalidad del prêt-à-porter.
Biarnés trató la moda con la misma proximidad y sinceridad que el resto de temas que documentaba y esta es una de sus principales aportaciones. En este ámbito, tan dado a la fantasía y la sofisticación, ella situó a menudo las modelos en la calle, con naturalidad, sin buscar escenarios fastuosos o extravagantes, ni tampoco evasiones estéticas, y captó como nadie en cada imagen la esencia de su tiempo.