Belén de la Asociación de Belenistas de Madrid, en la Consejería de Cultura Comunidad de Madrid

Crece el interés por la tradición belenista.

Hace unos años los árboles de Navidad inundaron los escaparates de las ciudades y era raro ver una figura que no fuera la de Papá Noel. Este año, además de algún pingüino, zapatos brillantes y perros de colores, vuelven a verse los Belenes y Misterios en los comercios de las principales calles de las ciudades.

España es un país con importantes tradiciones arraigadas y un rico patrimonio que gracias al esfuerzo de todos se podrá seguir conservando.

Belén de Patrimonio Nacional. Belén del Príncipe

Se atribuye a San Francisco de Asís la representación del misterio del Nacimiento, cuando solicitó permiso al pontífice Honorio III para «ambientar» la misa de Nochebuena del año 1223 en una cueva de Greccio, en la Toscana italiana. Los antecedentes los encontramos en las representaciones teatrales dentro de los templos Bizantinos en tiempos de Constantino el Grande. En 1487 se representó un retablo navideño viviente, en Zaragoza, ante los Reyes Católicos. Una de las documentaciones más antiguas que se conservan sobre este tema hace referencia a un pesebre de los jesuitas de Praga en 1562. También se sabe que las églogas de Juan de la Encina se escenificaban ante los Duques de Alba.

Las imágenes más antiguas muestran a María acostada, sus largos cabellos destrenzados indican su condición de doncella. Los colores propios son el azul y el rojo o rosa. La indumentaria de José suele ser judía hasta el siglo XV. Coincidiendo con el antisemitismo y la expulsión de los judíos en España, se le otorga la idea de fidelidad a Jesús y se añaden nuevos elementos a su vestimenta. Las figuras antiguas suelen representarle arrinconado y envejecido, a partir del Concilio de Trento lucirá una figura más joven, rostro agradable, vestidos discretos (amarillo y el marrón o dorado y tonalidades violáceas). La vara es el símbolo de Aarón, hermano de Moisés. Los ángeles más antiguos suelen representarse en grupos de pie y tocando instrumentos musicales o de rodillas adorando al Niño, generalmente de tamaño inferior al resto de las figuras del Misterio. Los Magos Melchor, Gaspar y Baltasar representan las edades del hombre y las tres razas conocidas, blanca, amarilla y negra, descendientes de Sem, Cam y Jafet, los hijos de Noé.

Belén de Patrimonio Nacional. Belén del Príncipe

Carlos III acudió a la Real Manufactura de Porcelana de Capodimonte para que le hicieran figuras para su Belén. Las primeras piezas fueron de porcelana en su totalidad pero pronto se decide cubrirlas con ricos ropajes, lo que deriva en los Belenes a la española. Se realizan las cabezas y, en algunos casos, los brazos y manos en porcelana, el resto de los miembros en madera y el cuerpo de alambre forrado de estopa o cuerda enrollada, lo que les permitía cambiar de postura.

Madrid ha tenido una gran tradición belenísitica, prueba de ello es el tradicional mercadillo de la Plaza Mayor, antaño en la plaza de Santa Cruz. Los Belenes madrileños son de aire castizo y zarzuelístico, como el que montó Fernando Cruz Ávalos, donde las chulapas, serenos y barquilleros, arropan al niño Jesús que ha nacido en una corrala. Algunos artesanos importantes son Alejandro Martín (estilo barroco y orientalista), Bonifacio Antón (sus obras son de escayola por lo que el paso del tiempo las ha deteriorado), Pérez Gil, Luis Buendía y José Luis Mayo Lebrija. Una de las características más singulares de Madrid es la calidad a la hora de montar Belenes así como sus dioramas tan singulares y apreciados.

Murcia, Cataluña, y Andalucía conservan importantes e interesantes Belenes en colecciones públicas y privadas. Las piezas andaluzas son reconocibles por los dorados en los vestidos de las figuras principales de unos 20 cm., el empleo del azul añil en los reyes y los rostros aniñados. El andaluz Ángel Martínez García, fabrica figuritas que reflejan escenas de su tierra natal, Cádiz. Del granadino Rada, salen obras vivaces y expresivas. En la región levantina destaca las porcelanas de Lladró y Nao, que con sus figuras de rasgos estilizados y elegantes han proporcionado renombre universal a la artesanía valenciana.

El artesano barcelonés Ramón Amadeu Grau (1745-1821) utiliza como modelo de sus figuras, de barro cocido, los rostros de su mujer y de sus hijas. Siguieron su estilo un gran número de belenistas como el catalán Damián Campeny (1771-1855). Las figuras del barcelonés Domingo Talarn Ribot (1812-1902) están vestidas según los tratados de indumentaria histórica de Hortenroht. José Ginés Marín (1768-1823), valenciano de nacimiento, muchos de sus Belenes barrocos, los realizó en Madrid, donde murió.

La ciudad de Olot se especializó en las series hebreas con túnicas y keffias beduinas y con los Reyes Magos a caballo, con mantos y grandes broches o brocamantones y pajes con calzas y sayos cortos. A finales del siglo xx se crearon varios talleres de línea repetitiva semifabril como La Milagrosa (1871), El Arte Cristiano (1880), El Sagrado Corazón (1900), Las Artes Religiosas (1902), entre otros. Los grandes escultores catalanes trabajan artesanalmente figuras de una gran belleza y movimiento entre los que destacan Mayans; Teixidor, Masdeu y Lino Félix (figuras orientalistas y briosos caballos); Font; Los hermanos Agapito y Venandio Vallmitjana; fra Jaume dels Sants y Parramón; Padró; Soler; Escaler i Milá (sus figuras tienen un toque impresionista) y el artesano Mañoses.

También en Galicia son famosos los belenes del escultor Arturo Baltar que une tradición gallega a los evangelios. Sus dioramas recogen escenas llenas de dinamismo como en la representación de un mercado de cerámicas o la calma de la Anunciación en el interior del hogar. Su obra está llena de matices.

Estos días se están montando los Belenes en todos los rincones de la geografía española, hoy en la Comunidad de Madrid se ha abierto, en la sede de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte (calle Alcalá 31), un Belén del siglo XIX de inspiración orientalista formado por 22 figuras en terracota, modeladas por el escultor Domènec Talarn y policromadas al óleo por Mariano Fortuny.

Las piezas proceden de la Asociación de Belenistas de Madrid, que son un reflejo de la atracción y fascinación de la Europa del siglo XIX por Oriente, una moda que también se vio reflejada en el belenismo de esta época, ya que algunos escultores introdujeron en sus creaciones una visión historicista, fantástica y llena de ingenio e imaginación. En la composición los ciudadanos podrán descubrir un Nacimiento, varios ángeles, los tres Reyes Magos y diversos personajes de su cortejo.

Belén de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid (C/ Alcalá 31). Figuras de Doménec Talarn y Mariano Fortuny. Fechas: Del 13 de diciembre 2023, hasta el 7 de enero 2024. Horario: De lunes a sábado, desde las 10:00 hasta las 20:30 horas; los domingos, de 11:00 a 14:00 horas. Cerrado: El 24, 25 y 31 de diciembre 2023, y el 1 y 6 enero 2024. Entrada Gratuita.

El Belén Napolitano del Palacio Real tiene su origen en el iniciado por Carlos III para su hijo, el Príncipe de Asturias y futuro rey Carlos IV, en el siglo XVIII. De aquel primer montaje aún se conservan en torno a 80 piezas. El conjunto se ha ido ampliando con figuras adquiridas en talleres tradicionales de Nápoles, así como con nuevos elementos que se elaboran cada año en los propios talleres de Patrimonio Nacional: desde las verjas de hierro hasta los edificios pasando por miniaturas de los Stradivarius, de los libros o de esculturas y cuadros.

Carlos III acudió a la Real Manufactura de Porcelana de Capodimonte para que le hicieran figuras para su Belén (ver Belén Napolitano). Las primeras piezas fueron de porcelana en su totalidad pero pronto se decide cubrirlas con ricos ropajes, lo que deriva en los Belenes a la española. Se realizan las cabezas y, en algunos casos, los brazos y manos en porcelana, el resto de los miembros en madera y el cuerpo de alambre forrado de estopa o cuerda enrollada, lo que les permitía cambiar de postura.

Los vestidos se confeccionaban con las mejores telas y bordados a los que se añadían diminutas joyas en oro, plata y coral. El Belén se completaba con instrumentos musicales, vajillas de cerámica, objetos de plata, etc. La medida que se determinó para las figuras fue de 38cm.

El más famoso imaginero del siglo XVII fue Giuseppe Sammartino que marcó escuela. En la realización de la cabeza se especializaron Mateo y Felice Bottighieri, Dominico Antonio Vaccaro, Incola Sonima, Francisco Celebrano y Giuseppe Cappiello. Y el tallista Tozzi era famoso por la confección de las manos. Matteo y Giovanni Ferri se especializan en vestidos. Las vajillas las suministraba Vietri, los cestos de frutas Luigi Ardia y Guiseppe en los de verduras. Los animales también tenían sus artesanos particulares como Giuseppe Gori, los hermanos Trilocco, Lorenzo Mosca e Incola Ingaldi.

Patrimonio Nacional abre tres belenes más en Madrid que se podrán visitar hasta el domingo 7 de enero. El belén del Monasterio de La Encarnación  se puede ver de martes a sábado, de 10:00 a 13:45 h y de 16:00 a 18:15 h, y domingo de 11:15 a 14:45 h, salvo durante la celebración de misa de las 12:00 y 13:00 h. El belén de las Descalzas Reales Desde el 14 de diciembre y podrá visitarse de martes a sábado, de 10:00 a 13:45 h, y de 16:00 a 18:15 h. Los domingos y festivos abrirá de 11:00 a 14:45 h, excepto durante la misa de las 12 h. El Monasterio de Santa Isabel se podrá ver desde el 12 de diciembre, de martes a sábado de 10:00 a 13:45 h, y de 16:00 a 18:00 h. Los domingos abrirá de 11:00 a 13:45 h. Los tres belenes permanecerán cerrados todos los lunes y los días 24, 25, 31 de diciembre y 1 y 6 de enero.

Patrimonio Nacional abre al público el Belén del Príncipe del Palacio Real de Madrid desde este miércoles 6 de diciembre a las 16:00 hasta el domingo 14 de enero. El montaje de este año incorpora en torno a doscientas figuras y se sitúa a lo largo de dos de las Salas Génova del Palacio Real, de forma que no interfiere en el recorrido de la visita turística. En el 50 aniversario de la muerte de Pablo Picasso no podía faltar un homenaje al artista malagueño: el edificio que representa la Galería de las Colecciones Reales incorpora este año cuadros de inspiración picassiana

La Cabalgata de los Reyes Magos tiene esta Navidad un especial protagonismo. Un gran séquito que incluye todo tipo de personajes y animales parte desde un templete romano rumbo al nacimiento, que se ubica en una réplica del zaguán del Palacio Real. En esta edición del belén también vuelve a ocupar un lugar preeminente el mercado popular, donde se ha incorporado como novedad una escena típica napolitana en la que una mujer sube desde el balcón la cesta de la compra con una cuerda. En el montaje no faltan otras figuras tradicionales como los pastori o, por supuesto, el demonio.

El Belén Napolitano se podrá visitar de forma gratuita en el mismo horario de apertura que el Palacio Real de Madrid: lunes a sábado de 10:00 a 18:00 h y domingos de 10:00 a 15:00 h. Para el público que solo quiera ver el belén el acceso habilitado es el de la entrada para grupos, en el Arco de Santiago (c/Bailén con c/Requena). Los días 24 y 31 de diciembre el último acceso será a las 14:00 h. Los días 25 de diciembre y 1 y 6 de enero el Palacio permanecerá cerrado en jornada completa. Está permitido tomar fotografías sin flash ni trípode.

Patrimonio Nacional organiza, dentro de sus programas educativos, una visita taller en el Belén del Príncipe, que se desarrollará entre el 16 de diciembre y el 4 de enero, en la que las familias con niños de entre 6 y 12 años montarán su propio nacimiento con escenas para las que emplearán materiales reutilizados de los talleres de la institución. Además, desde el 11 de diciembre hasta el 8 de enero, se podrá hacer un recorrido por los belenes de los reales monasterios ubicados en el centro de Madrid (La Encarnación, Las Descalzas y Santa Isabel) y el Belén del Príncipe del Palacio Real, en el que los visitantes contarán con un cuadernillo informativo como apoyo, que podrán ir completando. Ambas actividades son gratuitas.

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