El Museo San Telmo de San Sebastián acogerá la muestra inaugural: ‘Viajar para pintar. Sorolla en San Sebastián’, con ocho lienzos procedentes de las colecciones del Museo Sorolla y la Fundación Museo Sorolla

El Museo Sorolla, museo estatal dependiente del Ministerio de Cultura y Deporte, y la Fundación Museo Sorolla presentan el proyecto expositivo ‘Sorolla. Viajar para pintar’. Esta singular propuesta llevará las obras del maestro de la luz a los principales enclaves donde fueron ejecutadas al natural o ‘au plein air’, a través de una serie de muestras de gabinete.

De este modo, a lo largo de 2023 y 2024 la obra de Sorolla viajará a relevantes instituciones museísticas del país en el marco del ‘Centenario Sorolla, efeméride declarada Acontecimiento de Excepcional Interés Público.

El proyecto ‘Sorolla. Viajar para pintar’ permite homenajear a Sorolla como el gran pintor ‘plenairista’ español de su época y viajero infatigable que fue, así como investigar su estancia en los diferentes destinos con el fin de arrojar nueva luz sobre el conocimiento de su prolífica producción.

Esta propuesta nace con la idea de llevar las obras de la colección del Museo Sorolla y de la Fundación Museo Sorolla hasta aquellos lugares donde fueron creadas al natural y, en la mayoría de los casos, nunca antes han sido expuestas. A su vez, estas obras dialogarán con otras creaciones de Sorolla pertenecientes a las colecciones de las sedes que acojan las muestras.

Además, permitirá crear una red colaborativa de trabajo a nivel nacional en torno a la figura de Joaquín Sorolla, su presencia y su repercusión en diferentes enclaves tan distantes como San Sebastián, Sevilla, Toledo, Mallorca o Valladolid, fomentando así el diálogo cultural.

“Conocer la personalidad del pintor en el marco de su centenario nos lleva a emprender un largo viaje. Seguir los pasos de Sorolla puede resultar agotador, pero es necesario ya que la esencia misma de su pintura está indisolublemente ligada al concepto del viaje. La pintura fue el motor de cada uno de sus constantes desplazamientos, los cuales forjaron el estilo de vida independiente que acabó por definir su espíritu inquieto, su mente insaciable y su voluntad de trabajo inquebrantable”, explica Acacia Sánchez Domínguez, técnico de museos del Museo Sorolla y coordinadora del proyecto expositivo.

Según Sánchez, “gracias a sus viajes, Sorolla actuó como el cronista más fiel de la España de entre siglos. Época situada en la encrucijada del nacimiento del actual mundo moderno, un contexto marcado por la incipiente llegada del desarrollo turístico. Sorolla actuó así como un adelantado a su tiempo, tanto por su cosmopolita modo de vida como por su moderna pintura tan en sintonía con su ideario progresista y optimista. A través de ella, actuó como embajador artístico y definió una nueva imagen de nuestro país que todavía hoy perdura en el imaginario colectivo”,

‘Viajar para pintar’. Sorolla en San Sebastián

En colaboración con el Museo San Telmo, el primer destino del proyecto es ‘Viajar para pintar. Sorolla en San Sebastián’, ciudad con la que el pintor conformó un binomio indisoluble. Sorolla encontró en ‘la perla del Cantábrico’ el lugar idóneo para evadirse y pintar, sin dejar de disfrutar de un clima fresco y de una ajetreada vida social. A lo largo de más de treinta años (1889 a 1921), el pintor valenciano veraneó de manera intermitente en San Sebastián acompañado casi siempre por su familia. Esta renovada urbe se abría al mundo como la principal ciudad balneario de España. Y captó en sus pinturas esta modernidad donostiarra, a través de su luminosa y vívida paleta, y definió el ideario visual que todavía hoy se vincula a la ciudad.

La exposición, comisariada por Acacia Sánchez Domínguez, se estructura en cuatro secciones: ‘La luz del Cantábrico’, ‘Veraneante sin descanso’, ‘Interiores vascos’ y ‘Últimos veranos’. La sección inicial revela el primer motivo que llevó a Sorolla a decantarse por San Sebastián: la cambiante luz del Cantábrico. Acostumbrado al Mediterráneo, el pintor realizó un ejercicio de introspección al mudar los tonos de su paleta a una gama más suave y matizada, más acorde al cambiante clima del norte peninsular. Reunida por primera vez en el Museo San Telmo, se presenta una selección de su afamada serie ‘El rompeolas’, con el monte Ulía, y de paisajes del interior de San Sebastián, principales escenarios que cautivaron al maestro.

La sección ‘Veraneante sin descanso’ descubre la rutina estival de Sorolla en la ciudad en torno a sus tres enclaves preferidos: el puerto, la playa y el paseo. Esta sección revela que el segundo motivo por el que Sorolla eligió San Sebastián fue eminentemente social. En sus amplias avenidas y en la playa de La Concha se dieron cita tanto la adinerada clientela del pintor, como su nutrido grupo de amigos en un ambiente cosmopolita, todos ellos seducidos por el nuevo concepto de ocio al aire libre que trajeron los principios higienistas en alza. En este contexto, Sorolla encontró en la ciudad el lugar más adecuado en el que pintar sus pequeñas tablas óleo o notas de color, y así ejercer como el cronista social que fue a lo largo de toda su carrera.

A modo de contrapunto, ‘Interiores vascos’ muestra el otro modelo de ocio activo de los veraneantes ligado a las excursiones y a las fincas de interior, como la del doctor Madinaveitia, desde donde Sorolla realizó más de una decena de vistas. La sección ‘Últimos veranos’ concluye la exposición y desvela el gran cariño que toda la familia sintió por la ciudad al regresar a ella albergando la esperanza de la mejoría junto al mar de un Sorolla ya enfermo.

La muestra se compone de una selección de 11 lienzos, 8 procedentes de las colecciones del Museo Sorolla y la Fundación Museo Sorolla, con obras tan icónicas como ‘El rompeolas, San Sebastián’, 1917-1918; y 3 del Museo San Telmo que Sorolla regaló a su amigo Rogelio Gordón y este donó al museo guipuzcoano. Además, se incluyen 27 notas de color procedentes de las colecciones del Museo Sorolla y de la Fundación Museo Sorolla. Completa la exposición un nutrido fondo documental con 27 fotografías antiguas del Archivo del Museo Sorolla y del Museo San Telmo, Fondo González Galarza, así como diversos documentos de la época.

Un catálogo científico acompaña la exposición con textos a cargo de su comisaria. Editado por Palacios y Museos, esta publicación pretende arrojar luz sobre el perfil de Sorolla como viajero y pintor ‘plenairista’, así como analizar sus prolongadas estancias en San Sebastián de manera pormenorizada.

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