Pese a la lluvia registrada a lo largo de los tres días de celebración de LuzMadrid, la alta participación de los ciudadanos se impuso en la celebración del arte a través de la luz en el primer festival con el que Madrid ha pasado a formar parte de la red de festivales internacionales que organiza eventos similares en otras ciudades del mundo. Del 29 al 31 de octubre, de 20:00 a 0:00 horas, madrileños y visitantes llenaron Madrid de paraguas en busca de las piezas que compusieron el singular mapa de luz de Madrid en el primer festival de la luz, organizado por el Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid.

El arte más innovador llenó Madrid de luz

Innovadoras formas de expresión artística arrojaron una nueva mirada sobre el espacio público, que se llenó de luz y creatividad. Conejos gigantes ocuparon la Puerta del Sol, los deseos de los mayores llenaron un espectacular muro en el centro de la Plaza Mayor, el Palacio Real se vistió de palabras de unión y Matadero fue alfombrado por intensos colores de luz, entre otras llamativas propuestas.

Más de una veintena de obras, que utilizan el video, la instalación, la inteligencia artificial, el movimiento, el mapping, etc., invitaron a vivir una nueva relación con el entorno urbano en una experiencia gratuita y para todos los públicos, que se pudo disfrutar sin seguir un recorrido previamente trazado.

Reconocidos creadores españoles y artistas de Francia, Canadá, Finlandia y Australia, participaron en este festival de luz, en una edición que se ha afianzado, primera de un largo número de encuentros. Antoni Arola, Javier Riera, Alicia Moneva, Erik Barray, Onionlab, Juanjo Llorens, Javier de Juan, Maxi Gilbert, Groupe LAPS, OTU Cinema, Daniel Iregui / Studio Iregular, Ángel Haro, Parer Studio / Amanda Parer, Luzinterruptus, SpY, Juan Fuentes Muñoz, Charles Sandinson, Collectif Coin, Miguel Chevalier, Maurici Ginés / Summalab, Estudio Chevalvert y Eyesberg conformaron la nómina de artistas de este singular festival.

Un mapa irrepetible de creatividad

Algunos de los espacios y edificios más emblemáticos de Madrid se llenaron de luz, desde Alcalá hasta Madrid Río, pasando por el Palacio Real la Plaza Mayor o Conde Duque.

La fachada del Palacio de Cibeles, faro del festival, se vistió de azul en homenaje a los sanitarios, convirtiéndose en luz de esperanza con la obra de Juanjo Llorens. Camino a la vida. En el interior del Palacio, sede del Ayuntamiento, la galería de cristal quedó transformada por el estudio Onionlab, que planteó un mapping del que disfrutar con gafas en 3D para presenciar un fantástico espectáculo sobre viajes en el tiempo: Paradoxa.

De los ojos de la Puerta de Alcalá, salieron impresionantes formas de luz y animales enormes y desconocidos, gracias a la obra del Premio Nacional de Diseño Antoni Arola que planteó Reflexions.4 Alcalá. Mientras, en el parterre de El Retiro, el artista Javier Riera, basándose en proyecciones de luz de forma geométrica, presentó El Eje Arbórero, llamativa intervención sobre los árboles del parque.

La trasera de la ampliación del Museo del Prado fue intervenida con Tráfico humano, obra a través de la que mostró un flujo de personas entrando y saliendo de un mismo espacio. Un poco más abajo, en la Fuente de Apolo, el francés Erik Barray, artesano cestero urbano, planteó Arboré`lum, una isla de árboles y vegetales luminosos.

Los personajes de Javier de Juan cubrieron la fachada de Casa de América, con una divertida propuesta, a propósito de la vida en la ciudad: Estar vivo era moverse. Muy cerca, la sede del Cuartel General del Ejército de Tierra, el Palacio de Buenavista, quedó intervenido, gracias a los láseres y el juego de luces de Maxi Gilbert en Planum et Lumen.

Sorprendentes obras de luz

Subiendo hacia Gran Vía, sobre el edificio Metrópolis, el artista Oscar Testón propuso El portal, una ilusión óptica cargada de misterio, muy cerca de la fachada de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde el artista Ángel Haro propuso una proyección de videoarte que sacó a Goya al exterior de la Academia, a través de Disparate Volador, que nos remitió a los grabados del genio zaragozano.

En la Puerta del Sol, la australiana Amanda Parer colocó conejos gigantes iluminados por luz blanca, que llamaron la atención de los viandantes en Intrude Family. La Plaza Mayor fue ocupada por un enorme muro para la participación ciudadana. La vida continúa entre hojas blancas, firmado por el colectivo Luzinterruptus formó un collage monumental, compuesto por cuadernos de luz en los que escribir deseos o anhelos.

En la Plaza de la Villa, SpY, artista público y urbano internacional, colocó una instalación que, con un sonido envolvente, planteó la reflexión sobre los algoritmos en nuestras vidas, DATA. En la Plaza de Isabel II, Ópera, Juan A. Fuentes propuso Kinetic Perspective, una obra compuesta por 18 piezas de luz, que pudimos disfrutar antes de llegar al Palacio Real, donde el finlandés Charles Sandison instaló Embrace!, una pieza que saltó desde la fachada hacia el público creando una instalación inmersiva, una panorámica de inteligencia artificial, compuesta por palabras, signos y símbolos.

La Explanada del Rey fue intervenida por Abstract, una performance inspirada en la teoría de la relatividad, de Collectif Coin. Continuando por la ribera del Manzanares, llegamos a Matadero Madrid, donde el francés Miguel Chevalier propuso una pieza inspirada en los tapices españoles. Alfombras Mágicas hizo saltar y correr a pequeños y mayores.

Dos piezas ocuparon los patios norte y sur del Centro de Cultura Contemporánea Condeduque. Maurici Ginés desarrolló una propuesta para el Patio Sur, Nuestro Mar, una evocación del reflejo del sol sobre el Mediterráneo, que fue acompañada por Keyframes Street Stories, personajes de luz que llenaron el Patio Norte.

LuzMadrid cada año alcanzará un distrito más de la ciudad

Con ese objetivo, el festival avanzó hasta Barajas, donde dos importantes instalaciones sirvieron de preludio para el festival, desde el jueves 28 de octubre. La plaza del Mercurio quedó intervenida por Studio Chevalvert con una pieza con la que estos artistas franceses plantearon una experiencia colectiva entre dos usuarios protagonistas, una estructura orgánica, el público, y el espacio circundante. El Castillo de la Alameda, gracias a la obra del estudio de arte multimedia dirigido por José Valiña, Eyesberg studio, se transformó en un iceberg de enormes dimensiones en 1.5 grados invitando a reflexionar sobre su esencial importancia en el planeta.

Importantes instituciones culturales participaron en LuzMadrid

Algunas de las instituciones culturales más destacadas de la ciudad participaron en LuzMadrid, ampliando su horario de apertura, cediendo sus espacios para la exposición de obras en sus fachadas o en la organización de encuentros en sus salas, como CaixaForum, Círculo de Bellas Artes, el Instituto Italiano de Cultura de Madrid, Colección Solo, Caixabank, CNMC (Comisión Nacional De Mercados Y Competencia), Voluntarios Por Madrid Y Casino De Madrid.

Encuentro de debate en torno a la luz

El sábado 30 de octubre, en el Espacio Cultural Serrería Belga, tuvo lugar, además, un encuentro de divulgación relacionado con la luz en la ciudad. ‘Encuentro LuzMadrid. Ciudad, Luz y Arte: de lo efímero a lo permanente’ contó con la participación de la directora artística del festival, Delia Piccirilli, del director general de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de Madrid, Luis Lafuente, de artistas de LuzMadrid, arquitectos, diseñadores, profesores y expertos.

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