El Museo Nacional del Prado ha presentado su programa ‘Prado Extendido’ que supone una ordenación integral de su política de depósitos en otras instituciones situadas a lo largo de toda la geografía nacional. El objetivo que subyace en esta iniciativa es reforzar la presencia y significación del Museo del Prado en todo el territorio nacional y ello se conseguirá dando un giro conceptual a su política de depósitos.
Durante la presentación, el presidente del Real Patronato, Javier Solana, ha señalado que este es un proyecto de los que marcan una época en la historia del Prado “y demuestra el firme propósito que tiene la institución de trabajar por reforzar los vínculos afectivos del Museo con el conjunto de la sociedad española; queremos que todos los españoles sientan cerca el Museo, en lo emocional y también en lo físico”.
Hay más de 3.400 obras del Museo del Prado fuera del edificio Villanueva o del Casón del Buen Retiro, una realidad que no es suficientemente conocida. A lo largo de los más de doscientos años de historia de la institución siempre se han formalizado depósitos, pero estos no respondían siempre a criterios museográficos, artísticos, científicos, educativos o técnicos.
Para el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, “este es un proyecto con el que tanto desde el Ministerio de Cultura y Deporte como desde el Museo Nacional del Prado continuamos profundizando en la línea marcada por este Gobierno de apoyar la cohesión territorial a través de la protección y fomento del patrimonio cultural. Porque como he dicho muchas veces, la cultura no empieza ni acaba en Madrid, ni en Barcelona”.
El programa ‘Prado Extendido’ se llevará adelante en colaboración con las más de doscientas setenta instituciones en las que hay depositadas colecciones del Museo Nacional del Prado a lo largo de los próximos años y busca fortalecer las relaciones con las instituciones museísticas colaborando con la cesión de colecciones para la construcción de sus discursos expositivos, la definición de sus identidades museísticas y la formación y capacitación de los profesionales del Patrimonio que integran sus plantillas de trabajo. Hasta el momento se han puesto en funcionamiento exitosos proyectos en colaboración con el Museo de Bellas Artes de Oviedo, el Museo de Bellas Artes Gravina (MUBAG) de Alicante y la Biblioteca-Museo Víctor Balaguer en Vilanova i la Geltrú (Barcelona). Estos tres casos ejemplifican cómo se pueden reforzar las instituciones culturales locales a través de un trabajo conjunto con el Museo del Prado. Siguiendo este modelo se desarrollarán nuevas iniciativas a lo largo de 2023.
El director del Museo Nacional del Prado, Miguel Falomir, subrayó que “a lo largo de la historia ha habido una casuística muy compleja y azarosa para explicar por qué los cuadros iban a para a una; ahora se trata de establecer criterios compartidos con las instituciones depositarias de manera que las obras adquieran verdadera relevancia para los ciudadanos”.
Concebido como una apuesta de futuro en las líneas de actuación impulsadas por la institución, ‘Prado Extendido’ cuenta una marca propia para dar unidad al programa e identificar todas las experiencias compartidas entre las instituciones depositarias y el Museo Nacional del Prado y una página específica en la web del Prado en la que se irá incluyendo información detallada sobre los proyectos en marcha y las obras depositadas.
PRADO EXTENDIDO
Los primeros depósitos se remontan a la década de los 60 del siglo XIX en la Academia de San Jorge de Barcelona. Tras la fusión del Museo Real y del Museo de la Trinidad en 1872, la falta de espacio en el edificio Villanueva, incrementada con la llegada de obras de gran formato procedentes del Museo de Arte Moderno, origina el envío de piezas a diferentes instituciones y organismos sin criterio museológico ni científico.
El Museo Nacional del Prado tiene depositadas, actualmente, 3.452 obras en 278 instituciones.
La Comunidad Autónoma con más bienes en depósito es Madrid, seguida de Andalucía, Galicia y Cataluña, siendo en su mayor parte pinturas de las colecciones del siglo XIX, aunque también hay depósitos de contextos culturales y estilos históricos anteriores, así como esculturas, elementos de arquitectura y objetos de artes decorativas y piezas de artes decorativas y esculturas.
