Patrimonio Nacional ha prorrogado, hasta el 31 de marzo, las exposiciones “Navarrete el Mudo. Nuestro Apeles español en El Escorial” en el Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial (Madrid) y “Memento Regis. V Centenario de la llegada de Carlos I a España (1517-2017)” en el Real Monasterio de Santa Clara de Tordesillas (Valladolid).

La exposición “Navarrete el Mudo. Nuestro Apeles español en El Escorial”. Organizada por Patrimonio Nacional y comisariada por la conservadora de Pintura Antigua, Carmen García-Frías Checa. Desde su inauguración oficial el día 6 de abril, hasta el 31 de enero, ha sido visitada por 318.089 personas.

El Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial es el monumento que mejor resume las aspiraciones ideológicas y culturales del “Siglo de Oro” español, expresadas aquí mediante una síntesis original de formas artísticas italianas y flamencas por impulso de Felipe II. Agrupando en un edificio varias funciones, San Lorenzo el Real nace como un monasterio de monjes de la orden de San Jerónimo, cuya iglesia sirviese como panteón del Emperador Carlos V y de su mujer, Isabel de Portugal, así como de su hijo Felipe II, sus familiares y sucesores, y donde los frailes orasen ininterrumpidamente por la salvación de las personas reales. Asimismo, cuenta con un palacio para alojar al rey, como patrono de la fundación, y a su séquito. El colegio y el seminario completan la función religiosa del Monasterio, y la Biblioteca se establece para estos tres centros. Este esquema se mantiene, en cierto modo, en la actualidad. La figura de Carlos V es decisiva en la fundación de este Real Sitio por lo mucho que influyó en el espíritu de su hijo, por el ejemplo de sus últimos años pasados entre los monjes jerónimos de Yuste y por la necesidad de dotarle de una digna sepultura.

Una vez decidido a fundar el Monasterio, Felipe II comenzó en 1558 a buscar su emplazamiento, que quedó fijado a finales de 1562, comenzándose la obra según el proyecto o “traza universal” de Juan Bautista de Toledo. En 1571 la parte del convento estaba ya más o menos concluida; en 1572 se comenzó la “casa del rey” y en 1574 la Basílica, finalizada en 1586 y consagrada en 1595, fecha que puede considerarse la del final de la Obra, aunque la última piedra se colocase en 1584 y la tarea decorativa se prolongase algunos años. El rey supervisó con cuidado toda la construcción. No puede considerarse desde luego obra de un arquitecto, sino fruto de una compleja colaboración en la que destacan dos proyectistas, Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera. Al primero, que había trabajado en el Vaticano como ayudante de Miguel Ángel, le corresponde la disposición de la planta general y la mayor parte de las trazas. Durante el periodo en el que el segundo dirigió las obras se edificó la mayor parte del conjunto, y en ello bastantes partes que no habían sido diseñadas por Toledo. Teniendo en cuenta las numerosas consultas a otros arquitectos italianos y españoles para llegar a las síntesis finales, hay que considerar que la obra de El Escorial es una emanación particularísima del carácter de Felipe II.

Esenciales en el conjunto de El Escorial son la Biblioteca Real y los panteones: el de reyes y el de infantes. Felipe II vivía en San Lorenzo de Semana Santa a otoño, sobre todo al final de su vida; sus sucesores pasaban aquí por lo general dos o tres semanas en noviembre. Fue Felipe V quien estableció la costumbre de pasar aquí todo el otoño hasta principios de diciembre, y esa regla fue seguida por el resto de los Borbones hasta Isabel II. El Monasterio quedaba aislado en medio del campo, con sólo unos edificios de servicio para el palacio y el monasterio: las dos casas de oficios y la Compaña. Pero Carlos III ordenó la creación de una pequeña ciudad cortesana cuyo arquitecto fue Juan de Villanueva, quien asimiló a su formación clasicista italiana el espíritu nacionalista que El Escorial adquirió para la cultura de la Ilustración española. Destacan entre sus obras la Casa de Infantes y la del Ministro de Estado.

Jardines del monasterio y de las casitas. Dos lados del Monasterio –Norte y Oeste- están flanqueados por la Lonja, y los otros dos por los jardines en terraza, a la italiana, con trazados rectilíneos de boj podado en recuadros. A lo largo de la fachada sur y parte de la oriental se extiende, bajo las ventanas de las celdas monásticas, el jardín de los frailes. Más allá de éste, en un nivel inferior, se encuentra la huerta que también estaba organizada mediante calles rectilíneas. La terraza al Este del edificio está ocupada por otros jardines cerrados, similares en todo al de los frailes pero separados de éste por muros con hornacinas puesto que estaban destinados a las personas reales, ya que rodean la Casa del rey y amenizan la vista desde las ventanas de palacio.

Datos de interés
Horario: de martes a domingo de 10 a 18 horas. Lunes cerrado.
Cierre de taquillas a las 17 horas.
Tarifa única: recorrido museístico habitual y exposición: Básica 10 € y Reducida: 5€.
Consultar aquí cierres: Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial

La exposición “Memento Regis. V Centenario de la llegada de Carlos I a España”. Organizada por Patrimonio Nacional y comisariada por el Jefe de Conservación de Patrimonio Nacional, Álvaro Soler del Campo. Desde su inauguración oficial el 31 de octubre hasta el 31 de enero, ha recibido la visita de 4.359 personas.

El rey Pedro I de Castilla construyó en Tordesillas un palacio mudéjar donde reflejó su gusto por la arquitectura y la decoración de residencias, como el Alcázar de Sevilla, y donde también se percibe la influencia del arte nazarí contemporáneo. Cumpliendo el testamento del rey, su hija, la infanta doña Beatriz, fundó en este palacio un convento de clarisas en 1363.

El edificio conserva partes muy importantes de la residencia real mudéjar entre las que destacan su portada, el patio pequeño llamado “árabe” por su estilo (restaurado por Repullés en 1897), la Capilla Dorada y varios arcos con decoración de yesería, así como los baños situados en un pequeño edificio aparte. Tanto las galerías del patio principal del palacio convertido en claustro, como uno de sus lados, fueron, sin embargo, reedificados en el siglo XVIII. La iglesia gótica fue añadida a mediados del siglo XV y su capilla mayor se cubre con una gran armadura de madera mudéjar. Realizada a la vez que el templo, la Capilla de los Saldaña es también una obra gótica relevante.

Datos de interés
Horario: de martes a sábado de 10 a 14 horas y de 16 a 18.30 horas. Lunes cerrado.
Taquilla abierta y acceso al Monasterio por la mañana hasta las 13 horas y por la tarde hasta las 17.30 horas.
Tarifa única: recorrido museístico habitual y exposición: 6 €.
Consultar aquí cierres: Real Monasterio de Santa Clara de Tordesillas

Información e imágenes: Patrimonio Nacional

Artículo anteriorCongreso Internacional sobre el Monasterio de Piedra, un legado de 800 años
Artículo siguienteEl lenguaje de las telas de África occidental en el Museo Nacional de Antropología