El edificio, inaugurado el 23 de febrero de 2006, como segunda sede del Centro Dramático Nacional, es fruto de un convenio entre el INAEM y el Ayuntamiento de Madrid
Las instalaciones del Teatro Valle-Inclán, que viene a sumarse al Teatro María Guerrero como sede del Centro Dramático Nacional.
El nuevo recinto escénico, obra de los arquitectos Ángela García de Paredes e Ignacio García Pedrosa, es fruto del convenio firmado en 1999 entre el Ministerio de Cultura, a través del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), y el Ayuntamiento de Madrid para sustituir el antiguo Teatro Olimpia por un edificio de nueva planta. Su construcción se inscribe, por un lado, en el proceso de revitalización del centro de la ciudad y, por otro, supone la creación de un moderno teatro público adecuado a la actividad del Centro Dramático Nacional y adaptado a las técnicas de representación teatral contemporáneas.
Según este acuerdo, el Ministerio de Cultura-INAEM ha sufragado las infraestructuras, equipamientos y acondicionamientos escénicos, así como el acondicionamiento y mobiliario de salas y oficinas, con una inversión de 7.270.806,75 euros. El Ayuntamiento de Madrid, como propietario de la finca, ha financiado la construcción del edificio (estudios, proyectos, obtención de suelos, y ejecución de obras), lo que ha supuesto una inversión total de 12.367.503,73 euros.
El teatro dispone de dos salas de exhibición dotadas de las más avanzadas tecnologías, a las que se suma un tercer espacio polivalente destinado a conferencias, exposiciones, presentaciones o lecturas dramatizadas. La sala principal es un espacio neutro y versátil con capacidad máxima para 510 espectadores, que puede configurarse tanto de manera convencional (con disposición frontal) o bien libremente gracias a las plataformas elevadoras situadas bajo el patio de butacas y una batería de peines continuos distribuidos en diferentes galerías técnicas. El segundo espacio de exhibición, bautizado como Sala Francisco Nieva, puede configurarse también libremente y tiene una capacidad máxima de 150 plazas.
El nuevo edificio se levanta sobre el solar que ocupaba la antigua Sala Olimpia, con una superficie construida de 5.380 m2. Visualmente se configura en tres volúmenes significativos de hormigón, acero y cristal. En el interior destacan los suelos de pizarra y los parámetros de madera de sicomoro que revisten el vestíbulo.
Además de su uso como teatro, el edificio alberga espacios para los equipos de dirección, gestión, producción y oficina técnica del Centro Dramático Nacional, así como almacenes, salas auxiliares y pequeños talleres. Sus modernas instalaciones, su flexibilidad y un equipamiento escénico de vanguardia lo convierten en estandarte de la creación teatral contemporánea.

El Teatro Valle-Inclán abre por primera vez sus puertas al público el 23 de febrero con el estreno de Divinas palabras, de Valle-Inclán, dirigido por Gerardo Vera. La Sala Francisco Nieva se inaugura el 2 de marzo con la puesta en escena de Barcelona, mapa de sombras, de Lluïsa Cunillé, también con producción del Centro Dramático Nacional y dirección de Laila Ripoll.

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