En contadísimas ocasiones, un monumento que ha estado en la Lista Roja del Patrimonio y pasó después de su rehabilitación a la Lista Verde, ha vuelto a ingresar en la Lista Roja. Lamentablemente es el caso del torreón de la Señoría o de los Condes de Bureta, en Pleitas de Jalón (Zaragoza), un monumento único de Aragón.

Efectivamente, en 2018 la torre se incorporó a la Lista Verde del Patrimonio porque había quedado consolidada una vez terminada la primera fase de restauración que consistió en colocar una nueva cubierta, sellar las grietas y consolidar el interior con vigas metálicas.

Sin embargo, desde entonces, la torre ha permanecido abandonada, y se han constatado los siguientes elementos de deterioro:

– Acceso incontrolado al edificio por carecer su única puerta de hoja u hojas.
– Paso libre a los primeros tramos de la escalera interior para acceder, en su momento, a los pisos superiores. Ello implica el consiguiente peligro de caída para los visitantes.
– Gran acumulación de guano en su pavimento y muros (con la consiguiente falta de salubridad), así como basura varia.
– Grietas diversas, claramente apreciables, que recorren, como mínimo, una de las esquinas y los arcos conservados, actualmente apuntalados con vigas metálicas.

Por todos estos motivos, el torreón de la Señoría o de los Condes de Bureta, en Pleitas de Jalón (Zaragoza), acaba de ser incluido por segunda vez en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra (www.listarojapatrimonio.org) y que recoge cerca de 950 monumentos españoles que corren el riesgo de desaparecer si no se actúa de inmediato.

El torreón de la Señoría o de los Condes de Bureta es un monumento único en Aragón. De estilo mudéjar, datado en el siglo XIV, de obra de ladrillo macizo sobre bloques de piedra de grandes dimensiones. Se levanta sobre un pequeño altozano en el centro de la población, dominando la huerta. El estudio de la cimentación demuestra que originariamente fue una torre de alquería (explotación agrícola) de época emiral, datada entre finales del siglo IX y principios del X. Perteneció a la Orden de San Juan de Jerusalén.

Tiene planta rectangular, de 13 por 6 metros de lado, habiendo perdido la cubierta a dos aguas. Su estructura interior es de tres plantas. La inferior con bóveda de cañón, y las otras dos en bóveda de cañón apuntada. Sus caras presentan ya algunas grietas, y en ellas aparecen ventanas apuntadas y otras abiertas modernamente. La puerta de acceso está en alto, orientada hacia la plaza, y se abre en arco de medio punto.

En el pasado siglo todavía se conservaban sus 6 buhardas de ladrillo, apoyadas sobre ménsulas escalonadas y ligadas por un falso arco, situadas una en cada esquina y otras dos en los lados mayores. Lamentablemente desaparecieron al derribar en la década de los ochenta del siglo XX los dos cuerpos superiores (del tercero se han conservado los muros de arranque) por amenazar ruina. Bajo la torre existe una antigua cárcel cubierta con bóveda de medio cañón.

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