El 12 de julio de 1873 se produjo un acontecimiento que marcaría la ya de por sí agitada vida de la Iª República española: la instauración del cantón de Cartagena. La Biblioteca Nacional conserva obras históricas, novelas y materiales gráficos con los que conocer más a fondo este suceso en su 145 aniversario.

La ciudad murciana no fue la primera en declararse cantonal, pero sí fue la única que consiguió hacer frente al gobierno durante más de seis meses y una de las pocas dirigidas exclusivamente por federalistas. El objetivo de estos últimos era crear un estado descentralizado que pusiera fin al predominio de Madrid sobre el resto del territorio.

Las características de Cartagena, rodeada de construcciones defensivas, permitieron que la ciudad resistiera el asedio. Además, en el momento en el que se proclamó el cantón, el puerto cartagenero albergaba numerosos barcos de la flota española, por lo que pudieron hacer frente a los ataques por mar del gobierno centralista.

Para explicar lo sucedido en el levantamiento cantonal, hay que señalar que en el contexto de la Iª Républica, las discrepancias entre las distintas tendencias republicanas eran constantes. Así lo demuestran las palabras de Francisco Pi i Margall en su obra La República de 1873: apuntes para escribir su historia, disponible en la Biblioteca Digital Hispánica: “Aquel mismo día declaré […] que si las futuras Cortes se decidiesen por la república unitaria, seguiría en los bancos de la izquierda”.

A los enfrentamientos políticos entre los partidarios de una república unitaria y los defensores de un estado federal, se sumaban las presiones del ala radical de los federalistas, que abogaban por la construcción del estado “de abajo arriba”. Esta postura, denominada en su tiempo como “intransigente”, será el origen del ideario cantonal.

El cantonalismo fue por tanto una interpretación del ideario republicano federal llevada al extremo, que defendía la creación de estados federales que sustituyeran al poder central. Estos estados se agruparían libremente para conformar una “Confederación española”. Así lo planteaba Roque Barcia, personaje destacado del federalismo intransigente que estuvo presente en los sucesos de Cartagena, en su propuesta de constitución: “Los Estados son libres, independientes y soberanos dentro de la libertad, de la independencia y de la soberanía de la Confederación.”

Existen numerosas formas de acercarse a los hechos que tuvieron lugar en Cartagena durante el periodo cantonal. Los fondos de la BNE albergan varias novelas que toman como escenario el cantón de Cartagena. Entre ellas podemos destacar Mister Witt en el cantón, obra que otorgó a su autor Ramón J. Sénder el premio nacional de Literatura en 1935. También Benito Pérez Galdós se hará eco de la rebelión cantonal en uno de sus Episodios Nacionales: De Cartago a Sagunto.

Esta obra, inserta en la quinta serie de los Episodios Nacionales, relata los últimos meses de la Iª República, por lo que solo el comienzo de la novela se ambienta en Cartagena. Esta parte describe el asedio final a la ciudad e incide en aspectos sociales y cotidianos de la vida en el cantón, adentrándose en el concepto de la intrahistoria.

Por su parte, Míster Witt en el cantón recoge una narración coral, ofreciendo una imagen de los distintos grupos sociales presentes en el cantón de Cartagena: desde campesinos y obreros hasta los cónsules de potencias europeas presentes en la ciudad. Esta obra aborda la psicología de los personajes con detalle, por lo que en ocasiones toma los hechos históricos como simple escenario de la ficción narrativa.

Desde un punto de vista más histórico, en la Biblioteca Digital Hispánica podemos encontrar fuentes primarias digitalizadas como la obra Cartagena: Recuerdos Cantonales, publicada en 1875. Este libro recoge a modo de diario las vivencias de su autor, Saturnino Giménez, que fue uno de los defensores del cantón desde la proclamación del mismo hasta su caída en enero de 1874.

A las experiencias personales que contienen estas memorias, se suman algunos fragmentos del periódico El cantón murciano añadidos por el autor. Éste era el medio oficial de las autoridades cantonales, por lo que los artículos que aparecen recogidos aportan una imagen directa de las ideas cantonalistas.

También se conservan en la Biblioteca Nacional obras gráficas que reflejan hechos acaecidos durante el periodo cantonal. Desde facsímiles de grabados de época hasta viñetas satíricas publicadas en periódicos coetáneos como La madeja política pueden encontrarse en los fondos de la BNE.

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