Transgresoras y polémicas, las mujeres artistas del entorno surrealista sólo lograron plena libertad y protagonismo como creadoras cuando se rebelaron a las imposiciones sociales y morales de su época. El Museo Picasso Málaga presenta hoy una exposición inédita en España que traza un vasto panorama internacional del innovador horizonte creativo abierto por ellas en el marco del surrealismo.

Somos plenamente libres. Las mujeres artistas y el surrealismo muestra al público desde mañana ciento veinticuatro obras de dieciocho autoras de diferentes países: Eileen Agar, Claude Cahun, Leonora Carrington, Germaine Dulac, Leonor Fini, Valentine Hugo, Frida Kahlo, Dora Maar, Maruja Mallo, Lee Miller, Nadja, Meret Oppenheim, Kay Sage, Ángeles Santos, Dorothea Tanning, Toyen, Remedios Varo y Unica Zürn.

El Museo Picasso Málaga aborda de nuevo una exposición que pone en valor el trabajo artístico de la mujer en la historia del arte: ha sido muy recientemente cuando ha empezado a considerarse la obra de estas mujeres artistas con la misma atención y respeto que la de sus compañeros surrealistas.

Somos plenamente libres. Las mujeres artistas y el surrealismo presenta el trabajo de un grupo de mujeres artistas que a partir de los años veinte del siglo pasado fueron partícipes, en mayor o menor grado, de un movimiento que históricamente ha sido asociado a los hombres: el surrealismo. El Museo Picasso Málaga ha reunido para la ocasión obras de dieciocho creadoras luchadoras y rebeldes y en varios casos eclipsadas por sus parejas masculinas. Así, la muestra reivindica un justo protagonismo a un grupo de mujeres artistas cuyo trabajo destacó en el entorno surrealista, algunas de las cuales han tenido que esperar quizás demasiado tiempo para alcanzar un grado de reconocimiento internacional verdaderamente notable: Eileen Agar, Claude Cahun, Leonora Carrington, Germaine Dulac, Leonor Fini, Valentine Hugo, Frida Kahlo, Dora Maar, Maruja Mallo, Lee Miller, Nadja, Meret Oppenheim, Kay Sage, Ángeles Santos, Dorothea Tanning, Toyen, Remedios Varo y Unica Zürn.

El comisario de esta exposición, José Jiménez, catedrático de Estética y Teoría de las Artes de la Universidad Autónoma de Madrid, afirma que la elección de autoras “no es una opción separatista, sino una tarea de recuperación” y que asimismo “no constituye una enumeración cerrada, sino una lista abierta a nuevas consideraciones e inclusiones. Se trata de una selección que busca la coherencia en la construcción del relato expositivo, teniendo como ejes centrales la calidad artística de las obras y el ejercicio de estas mujeres de su autonomía activa, como sujetos pensantes y creativos, hacia la plena libertad”. El individualismo y la personalidad de estas artistas se transmite a través de las más de cien obras de arte entre pinturas, dibujos, esculturas, collages, fotografías y películas reunidas para la ocasión.

El surrealismo, en masculino

La historia del arte ha favorecido la figura del artista varón, excluyendo sistemáticamente a las mujeres creadoras de los principales movimientos artísticos occidentales. Las mujeres han sido consideradas en primer lugar como inspiradoras y, ya en un segundo plano, como creadoras. Sus obras, generalmente eclipsadas por las de sus compañeros artistas, han sido a menudo relacionadas con el contexto doméstico y valoradas en inferioridad.

Fundado oficialmente en 1924 con la redacción por André Breton del Primer Manifiesto del Surrealismo, el movimiento surrealista tuvo una producción artística sobretodo literaria y visual que se desarrolló principalmente en París, aunque pronto se extendió a otros países como España, Bélgica, Suiza, Reino Unido, México o Estados Unidos. El manifiesto lo definía como un “automatismo psíquico puro por cuyo medio se intenta expresar verbalmente, por escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento. Es un dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral.”

Fue un ideología influyente, transgresora y anti-academicista que, aun apoyando la igualdad y la opción artística de la mujer, la consideró más cómo objeto artístico que como sujeto creador. Los artistas surrealistas contemplaban a la mujer en un plano idealista y pasivo, como eterna mujer-niña, musa y objeto sexual, como un enigma que debía ser descifrado a disposición de su imaginación y de sus deseos. Pero este movimiento tuvo también representantes femeninas importantes, que merecen ser valoradas y recordadas ya que tuvieron una gran pero poco reconocida parte en el mismo. Ha sido muy recientemente cuando ha empezado a considerarse su obra con la misma atención y respeto del que durante tanto tiempo han disfrutado sus compañeros.

El surrealismo, en femenino

Si bien los artistas surrealistas exploraron el inconsciente mediante los sueños, automatismos y trances inducidos, sus trabajos no necesariamente expresaron sus experiencias personales. Para ellas, el surrealismo fue la manera de tomar conciencia de su ser, explorar sus pensamientos y sentimientos más profundos y construir su identidad, reflejando experiencias pasadas y presentes, miedos, esperanzas y deseos.

A diferencia de sus pares masculinos, estas creadoras se sumergieron en el inconsciente como medio de autoconocimiento y con un sentido más introspectivo que lúdico: fue la herramienta con la que exploraron su ser femenino en el mundo y con el que exorcizaron demonios. Varias de estas artistas acarreaban enfermedades, tragedias y abusos sufridos a lo largo de sus vidas. En un tiempo de gran diseminación de las teorías del psicoanálisis, su arte visualizaba la psique femenina como nunca había sido mostrada, iniciando un diálogo que gradualmente transformaría las relaciones entre géneros.

Así, muchas de sus obras tienen una naturaleza autorreferencial, en donde el autorretrato tiene una importante presencia: sentían la necesidad de plasmarse a sí mismas para expresar quiénes eran y qué sentían. Se podría afirmar que el surrealismo de estas artistas era realmente su realismo interior y lo manifestaron trabajando en una gran variedad de técnicas.

Identidad y libertad

El surrealismo fue el movimiento de vanguardia más atractivo creativamente para las mujeres por ser renovador, provocativo y por reivindicar la plena libertad de los seres humanos. Era un arte que daba importancia a la realidad personal y que facilitaba como medio de expresión la unión de lo erótico con la emoción poética promocionando así el juego de dualidades o la ambigüedad como respuesta al dictado de la razón. Fue un proceso de liberación doloroso, dramático y en ocasiones con finales trágicos que paradójicamente les facilitó la independencia creativa y la superación del yugo teórico ideológico.

Todas las artistas reunidas en Somos plenamente libres. Las mujeres artistas y el surrealismo, en algún momento de su trayectoria vital desembarcaron en el París de los años veinte, en cuyos círculos intelectuales de entreguerras había poco espacio para la mujer artista con voz propia. Por ello cuando una década después, tras los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial, cruzaron el Atlántico hacia Estados Unidos y México, encontraron allí su liberación y revolución como surrealistas, lejos ya de la órbita que en torno a Breton se había formado en la ciudad de la luz. El exilio ofreció a muchas de estas mujeres artistas un ámbito de libertad que no habían experimentado en Europa y, por lo tanto, la posibilidad de reinventarse en su independencia y en su imaginario.

Estas mujeres buscaron su identidad y su libertad a través del arte, lo que de alguna manera las convirtió en unas revolucionarias que prepararon el escenario cultural necesario para que surgiera el posterior movimiento feminista con un arte que no solo retaba las convenciones sociales e institucionales, sino, sobre todo, los límites de género.

Las obras presentes en esta exposición provienen de instituciones europeas de reconocido prestigio como, entre otras, el Moderna Museet, la Tate, el Centre Pompidou, Lee Miller Archives o el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, pero también de museos americanos como el Museo de Arte Moderno de México o Yale University Art Gallery, así como de colecciones privadas.

Tras Sophie Tauber-Arp. Caminos de vanguardia (octubre 2009-enero 2010), Hilma af Klint. Pionera de la abstracción (octubre 2013-febrero 2014) y Louise Bourgeois. He estado en el infierno y he vuelto (junio-septiembre 2015), el Museo Picasso Málaga aborda de nuevo una exposición que pone en valor el trabajo artístico de la mujer en la historia del arte. Como es habitual, la muestra contará con un programa de actividades culturales propio desde el que aproximarse a los principales aspectos artísticos e históricos tratados en ella.

Conferencias, publicación y otras actividades paralelas

Como es habitual, se han organizado una serie de actividades en torno a los distintos temas que vertebran esa exposición.

La defensa de la libertad o la creación de una nueva idea de la imagen de la mujer como creadora, diferente del papel de musa o modelo, son algunos de los temas que se tratarán en las dos conferencias que ofrecerán el martes 10 de octubre José Jiménez, catedrático de Estética y Teoría de las Artes de la Universidad Autónoma de Madrid y comisario de la exposición, y Monique Sebbag, catedrática de Filosofía. Así, bajo el título de El cristal de la libertad, José Jiménez expondrá cómo en el contexto del surrealismo, un grupo de mujeres artistas supo transmitir una nueva visión de la idea de la libertad de los seres humanos. A continuación, Monique Sebbag, ofrecerá la ponencia ¿Mujeres surrealistas o supermujeres?, en la que hará un análisis de las distintas trayectorias vitales y profesionales de las artistas presentes en la muestra. Entrada libre y gratuita con preferencia para los alumnos inscritos.

En la Librería del Museo Picasso Málaga se puede adquirir la edición en español del catálogo, que aúna textos del comisario José Jiménez y de Monique Sebbag, así como biografías y un texto de cada una de las dieciocho artistas presentes en la muestra. La publicación, editada por el Museo Picasso Málaga, está profusamente ilustrada con imágenes de las obras expuestas.

Además de las dos proyecciones que de la cineasta Germaine Dulac pueden contemplarse en la muestra, a la salida de la misma se pone a disposición del público cinco documentales para conocer mejor a algunas de estas artistas del entorno surrealista, en concreto Claude Cahun, dirigido por Fabrice Maze en 2015 (107’) y Remedios Varo, que el director Tufic Makhlouf Akl realizó en el 2013 (109’); así como Leonora Carrington, 2011 (197’), Dorothea Tanning, 2014 (81’); y Toyen, 2015 (93’), dirigidos por Dominique y Julien Ferrandou.

Destaca también la celebración de días especiales dedicados a la exposición, el primero de los cuales se llevará a cabo el próximo sábado 28 de octubre 2017, en una jornada con actividades para niños, familias y adultos.

Durante las próximas semanas diversas asociaciones de mujeres van a participar en las visitas participativas y talleres de producción artística en donde crearán sus propios objetos surrealistas, que serán mostrados al público el próximo 16 de diciembre, coincidiendo con una semana en femenino en la que se programarán encuentros con mujeres de otros ámbitos profesionales y espectáculos de flamenco.

También se ha invitado a colectivos de niños y adolescentes para participen la creación de un gran cadáver exquisito, una técnica basada en un juego de mesa muy usada por los surrealistas, mediante la cual un grupo de personas escribe o dibuja una composición en secuencia, tras leer o ver solamente el final de lo que plasmó el jugador anterior.

La exposición será el tema central de las visitas guiadas tituladas Charlas en el Museo, que tienen lugar todos los sábados a las 12.00 horas. Para participar, tan sólo es necesario inscribirse en la Taquilla, pues la visita es gratuita con la adquisición de la entrada.

Como anticipo de esta exposición, recientemente se celebró el ciclo de poesía Con “A” de autoras, que dedicado a las mujeres de la generación del 27, contó con la colaboración del Centro Andaluz de las Letras y del Instituto Andaluz de la Mujer.

El calendario completo, tanto para la comunidad escolar como para el público en general, así como toda la información relacionada con esta exposición puede consultarse en la web del Museo.

Foto: Anónimo
Maruja Mallo en su estudio
[En el reverso figura: Propiedad Montenegro]
Madrid, Mayo 1936
Fotografía b/n, 17,7 x 23,94 cm
Archivo Lafuente, Santander
© Archivo Lafuente
© Maruja Mallo, VEGAP, Málaga, 2017

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