Coincidiendo con la celebración de la XII Semana de la Ciencia, en la galería norte de la planta baja del edificio Villanueva (junto a la sala 49), el Museo del Prado ofrecerá al público, del 5 de noviembre de 2012 al 6 de enero de 2013, una oportunidad única de contemplar el reverso de trípticos tan célebres como El jardín de las delicias o La Adoración de los Magos, que se exponen abiertos en sus salas.

Las fotografías a tamaño real de los trípticos cerrados que se exponen en el museo y normalmente no están visibles al público, estarán acompañadas de cartelas informativas en las que se incluye una imagen del tríptico abierto y la referencia a su ubicación en las salas.

Durante los dos meses de la exposición, se ha organizado un programa de actividades didácticas en el que se celebrarán visitas guiadas, que partirán de un recorrido por el emplazamiento habitual de las pinturas hasta llegar a la muestra donde podrán observar el reverso de las obras.

Reversos desconocidos
En los reversos de sus obras los primeros primitivos flamencos (los van Eyck, Campin y Weyden) incorporan “grisallas”, pinturas monocromas, en tonos grises, conseguidos mediante gradaciones de blanco y negro. Simulan esculturas en piedra sin policromar con figuras en un marco arquitectónico, situadas con frecuencia sobre pedestales pintados. El empleo del óleo, que permite la traducción de las distintas materias, favorece la ambigüedad y el ilusionismo al reforzar el aspecto vivo de las figuras y el escultórico de las grisallas, como sucede en las obras de Alincbrot, Campin, Van der Stock y Provost.

El uso del color en carnaciones, cabellos, fondos y algunos otros objetos como en las esculturas policromadas las convierte en “semigrisallas”, como hizo Memling en algunas obras tempranas y durante el siglo XVI algunos pintores de Brujas, fieles a la tradición, como Pourbus.

Singular es el caso de El Bosco. En El jardín de las delicias recurre a la grisalla para un tema del Génesis, en la Adoración de los Magos limita el color a los comitentes dentro del espacio sacro, mientras que en El carro de heno triunfa el color, lo que no sucede con otros, como Coecke, que, pese a aumentar su proporción, no renuncian a convertir sus figuras en esculturas policromas.

Los trípticos cerrados. De grisalla a color
Del 5 de noviembre al 6 de enero
Museo Nacional del Prado
De lunes a sábado, de 10.00 a 20.00 horas
Domingos y festivos, de 10.00 a 19.00 horas
Cerrado, el 1 de enero, 1 de mayo y 25 de diciembre

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