El Museo de los Orígenes (antigua casa de San Isidro) ha presentado la exposición “Orígenes de Madrid”, un recorrido arqueológico que abarca desde el Madrid prehistórico hasta el Madrid de la edad moderna en el que la ciudad paso a ser capital del Imperio. La exposición, compuesta por más de 150 piezas, es una síntesis de los fondos museográficos del propio Museo que recorren la historia arqueológica de la villa de Madrid, desde sus primeros orígenes (hay restos datados del periodo terciario) hasta el siglo XVI.

El objetivo de la muestra es dar la posibilidad al público de poder visitar el museo mientras terminan las obras de remodelación de las instalaciones donde se encuentra la exposición permanente del mismo y de esta manera no cerrarlo completamente manteniendo activa y abierta la institución. Estas obras de remodelación forman parte de la profunda renovación de los museos municipales que esta llevando a cabo el Área de las Artes del Ayuntamiento de  Madrid y que supondrá no solo la mejora de las instalaciones de los edificios sino que también realizará una profunda renovación y actualización del discurso expositivo de las exposiciones permanentes de los museos del ayuntamiento.

“Orígenes de Madrid” resume en cuatro apartados todo el discurso expositivo de la muestra permanente del Museo de los Orígenes gracias a una acertada selección de piezas de las colecciones del propio museo apoyadas por paneles y audiovisuales explicativos. De este modo y tras una primera vitrina de restos fósiles, con cráneos de rinocerontes y huesos de mamut del periodo cuaternario, la exposición comienza con la zona dedicada a los primeros habitantes del valle y en ella se presenta distintos útiles de trabajo y de caza, desde los más antiguos y rudimentarios a los realizadas con silex mucho más elaborados, apreciándose así la evolución tecnológica del hombre prehistórico en nuestra zona. Además este primer apartado se completa con la exhibición del resto humano más antiguo encontrado en Madrid, un molar de un niño de hace unos 150.000 años que podría pertenecer a la especie Heidelbergensis o Neandertal.

La segunda sala de la exposición abarca del neolítico a la edad del hierro y se centra en el desarrollo de las sociedades agrarias y en la aparición de las primeras piezas cerámicas, las cuales supusieron un cambio sustancial en la alimentación y  de las que se presentan varios ejemplos junto a otras piezas de metalurgia y algunos restos de ajuares funerarios como por ejemplo la primera sepultura neolítica encontrada en Madrid.

La época romana hasta la llegada visigoda ocupa la tercera sala de la muestra y en ella además de varios restos romanos encontrados en las villas de Carabanchel y Villaverde Bajo (excavadas por Pérez Barradas), se ha reproducido a tamaño natural una habitación o cubiculum de una de las villas, lo que permite al visitante hacerse una idea más veraz de cómo sería el interior de una villa romana y el lugar real de los mosaicos, los vidrios y del resto de elementos arqueológicos, que suelen presentarse descontextualizados y que de esta manera cobran mayor sentido para el visitante. Asimismo este área se completa con una representación de la presencia visigoda en Madrid con un conjunto de restos arqueológicos de la necrópolis visigoda de Daganzo de Arriba.

La última sala se centra en la fundación de Medina Maryt en el siglo IX por los musulmanes, su desarrollo posterior como ciudad medieval y su enorme crecimiento a raíz de la instalación de la Corte en ella, convirtiéndola en la capital del gigantesco imperio de Carlos V. En esta parte se presenta un resumen de como las distintas murallas de la ciudad iban quedándose obsoletas y se levantaban nuevas murallas que recogieran los antiguos arrabales y también restos materiales tan curiosos como instrumentos quirúrgicos islámicos, restos de vajillas y cristalerías y restos provenientes de México o porcelanas de la China, con los que se deja constancia de la importancia de Madrid como capital del Imperio en la que, gracias al comercio, ya se encontraban utensilios de todo el mundo. Además, esta ultima sala, muestra una jamba arquitectónica procedente del antiguo Alcázar de los Austrias y que sobrevivió al fatal incendio.

Por último y ya fuera del recorrido de la exposición, el museo expondrá la gran maqueta del Madrid del siglo XVII basada en el plano que Texeira realizo en 1656, hasta que las obras de remodelación permitan devolverla a su lugar original dentro de la exposición permanente. En definitiva gracias a “Orígenes de Madrid” el público podrá seguir visitando, aunque sea de forma sintética, las colecciones del Museo de los Orígenes en la antigua casa de San Isidro y conocer así la enorme y riquísima cultura material que nuestra ciudad ha escondido desde antes del paleolítico.

Marta de Orbe

MUSEO DE LOS ORÍGENES
Plaza de San Andrés, 2
Madrid

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