Miren Doiz, una de las artistas beneficiarias de Caja de Resistencias

La pandemia de la COVID-19 trastocó todos los planes que había sobre la mesa. Los protagonistas de la cultura vieron sus proyectos congelados. Este contexto fue la piedra de toque para que la Fundación Daniel y Nina Carasso, en colaboración con la asociación cultural hablarenarte, pusiera en marcha Caja de Resistencias, un programa que se ha llevado a cabo los dos últimos años para atenuar el golpe que ha asestado la pandemia a muchos de los artistas de nuestro país. La iniciativa, destinada a dar soporte a creadores y creadoras de diversas disciplinas como la danza, la interpretación o las artes visuales y escénicas, aporta en este segundo año 2.500 euros a una treintena de artistas.

El programa nació con una doble finalidad. Por un lado, la de dar apoyo económico a artistas que han sufrido las consecuencias de la crisis derivada de la pandemia y, por el otro, la de trabajar en una red de ayuda mutua que funcione como un espacio de reflexión y creación de sinergias ante la precarización que sufre el sector artístico.

«La crisis que hemos vivido ha golpeado a los trabajadores y trabajadoras de la cultura, especialmente a los artistas, y se ha convertido en algo sostenido», sostiene Isabelle Le Galo, directora para España de la Fundación Daniel y Nina Carasso. “Esta ayuda no solo surge como un apoyo económico, sino que con ella buscamos generar una comunidad de artistas que puedan colaborar y compartir recursos entre ellos, pero también con las instituciones participantes en el jurado y artistas consagrados cuya situación es más sólida».

A pesar de la mejora respecto a la situación sociosanitaria, la precariedad vivida de forma sistémica en el sector artístico en nuestro país se sigue viendo acentuada debido a la crisis económica y social desatada por la COVID-19. Con el objetivo de intentar paliar estos daños, la Fundación Daniel y Nina Carasso continúa con el programa Caja de Resistencias que, este año, se traduce en treinta ayudas de 2.500 euros concebidas para apoyar el trabajo creativo de los beneficiarios.

“Las limitaciones, las necesidades y los desequilibrios que este contexto trajo consigo fueron motores para la creación de nuevas formas. Creo que la necesidad de activar engranajes respecto al arte en marcos de muchísima restricción, son las mismas que nos abren la mirada hacia otra manera de actuar”, constata Lucía Trentini, dramaturga que ha sido una de las beneficiarias del programa. “Un proyecto como Caja de Resistencias resulta un estímulo invaluable para continuar en el ejercicio de nuestro desarrollo creativo y es una oportunidad para seguir construyendo y aportando desde nuestro quehacer artístico a la sociedad de la que somos parte”.

Esta prestación de esta cantidad se realiza de forma desinteresada, sin que esto implique a cambio ni la producción de obra ni otros compromisos o contraprestaciones. De nuevo, la selección de los creadores se ha llevado a cabo con un proceso de nominación entre pares en el que un conjunto de artistas, de forma previa a la selección de un jurado, preseleccionan a los posibles beneficiarios. De esta manera, los criterios no se ven reducidos únicamente a un factor económico.

“Caja de Resistencias, además de suponer una ayuda monetaria, tiene un claro componente simbólico”, señala Flavia Introzzi, responsable de proyectos culturales de hablarenarte, y “pretende reconocer e incentivar a los y las artistas en un momento sumamente crítico que puede eclipsar su devenir. Es una bocanada de aliento en un contexto de máxima fragilidad”.

José Ramón Hernández, uno de los artistas beneficiarios de Caja de Resistencias

Cada uno de los creadores beneficiados por Caja de Resistencias ha resultado elegido tras un proceso que ha contado con dos fases. En la primera se siguió un procedimiento de nominación para el que se solicitó la participación de ocho artistas consagrados procedentes de distintas disciplinas y cuya práctica artística destaca no solo por su excelencia sino también por su capacidad de crear lazos con la comunidad creativa de otras generaciones. Estos ocho artistas contribuyeron de forma desinteresada preseleccionando a un total de cuarenta posibles beneficiarios de estas ayudas.

“Esta iniciativa es necesaria como herramienta para proteger el desarrollo del tejido artístico que, por lo general, está expuesto a situaciones de precariedad constante. Esta protección de los agentes culturales es necesaria no solo para producir cultura sino para crear comunidad e identidad colectiva dentro de la cultura. Por eso creo que una iniciativa como Caja de Resistencias puede aportar a la creación de un tejido cultural más comunitario y menos competitivo”, señala Javier Vaquero, bailarín, pedagogo, coreógrafo y activista beneficiario de la ayuda.

Las ocho figuras que han contribuido al proceso de preselección han sido las artistas visuales Cabello/Carceller, la cantante Rocío Márquez, la Societat Doctor Alonso de artes vivas, la artista visual Sandra Gamarra, el cineasta Óliver Laxe, el dramaturgo Juan Mayorga, la escritora Cristina Morales y el colectivo de arte y ecología CampoAdentro.

A esta primera fase le siguió una segunda en la que se distribuyeron los currículos y dossieres de todos los artistas nominados entre los miembros de un comité de organizaciones afines que compartió perspectivas sobre la situación. También se pusieron sobre la mesa algunas propuestas como la puesta a disposición de los artistas beneficiarios de los recursos materiales o inmateriales de dichas organizaciones.

Este comité fue el encargado de realizar la selección final teniendo en cuenta criterios como la igualdad de oportunidades, la distribución de las ayudas por todo el territorio español, la dificultad para acceder a los circuitos de financiación habituales o su capacidad para adaptarse y experimentar a partir del incierto contexto actual.

El jurado encargado de seleccionar a los beneficiarios ha estado compuesto por Cristina de Silva y Nacho de la Vega (codirectores del LEV Festival), Raquel Rivera (directora gerente de la Fundación Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid), Alba Colomo (directora de La Escocesa, fábrica de creación), Marta Monfort y María Valls (vicepresidenta y responsable de formación de la Red Española de Teatros, Auditorios, Circuitos y Festivales de titularidad pública, respectivamente), Soledad Liaño y Rafael García (comisarios del Departamento de Exposiciones Temporales del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía), además de representantes de la Fundación Daniel y Nina Carasso y hablarenarte.

De esta manera, Caja de Resistencias se convierte en una iniciativa temporal basada en la solidaridad dentro de la comunidad artística dedicada a desarrollar su labor en diálogo con la sociedad. Este proyecto servirá para ayudar económicamente a aquellos miembros que requieran de este apoyo puntual en el contexto de la crisis sanitaria, económica y social levantada por la COVID-19. La iniciativa se enmarca así dentro del trabajo llevado a cabo por la Fundación en la línea de Arte Ciudadano.