Dos primeras ediciones de la poesía temprana de José Hierro y dos de sus dibujos originales forman parte del legado in memoriam del escritor madrileño (1922-2002) que desde hoy atesora la Caja de las Letras. Con esta donación, el Instituto Cervantes celebró el centenario del nacimiento de quien “ha sido un punto de referencia fundamental en nuestra poesía”, en palabras de Luis García Montero.

En la caja de seguridad número 1636 quedaron guardados de forma permanente (sin fecha prevista de apertura) esos retazos de la vida y obra de José Hierro, premio Cervantes 1998. Participaron en el acto el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero; la consejera de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, Marta Rivera de la Cruz; la alcaldesa de Getafe (Madrid), Sara Hernández, y, en representación de la familia Hierro, su nieta Tacha Romero.

Además de los dos libros de la primera etapa creativa de Hierro, también se guardaron dos dibujos: un autorretrato de su cabeza, “ese cráneo privilegiado e imagen poderosa” que transmitía, dijo Tacha Romero, y una figura de Don Quijote que el poeta hizo en el reverso de un papel del acto en el que recibió el Premio Príncipe de Asturias en 1981.

A ello se suman dos CD con grabaciones de su música preferida y de él mismo recitando poemas, así como una bolsita con semillas del ciprés de Nayagua, la finca en la que vivió y escribió, que fue tan importante en su vida y cuyo nombre tomó la revista literaria que la Fundación José Hierro creó en 2004.

“Una apuesta por la verdad”

Luis García Montero destacó la relevancia que dio el autor de Cuaderno de Nueva York (1998) a la verdad y la persuasión. “La poesía”, dijo, “es una apuesta por la verdad, que no es lo mismo que el desahogo o la sinceridad; la verdad hay que expresarla literariamente para que emocione al lector y le persuada”. Para el poeta y catedrático de Literatura Española, la escritura poética de José Hierro “sirve para tomar conciencia de lo que hay latiendo en las palabras, de lo que se ha vivido en ellas: ese es su magisterio”.

La alcaldesa de Getafe, localidad madrileña en la que se encuentra la Fundación Centro de Poesía José Hierro, afirmó que la donación a perpetuidad del legado sirve para “preinaugurar este Año Hierro”. “Que Getafe forme parte de este momento absolutamente maravilloso es extraordinario”, sumándose a la Comunidad de Madrid, el Instituto Cervantes y la familia del poeta, aseguró Sara Hernández Barroso.

Por su parte, la consejera de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid dijo que José Hierro “es uno de los poetas a los que se vuelve”. Para Marta Rivera de la Cruz, “la Caja de las Letras se merece a Pepe Hierro, y Pepe Hierro se merece la Caja de las Letras”, que es, sentenció, “el lugar más novelesco de todo Madrid” por los secretos de tantos y tantos escritores que guardan sus cajas cerradas.

Este es el primero, pero no el último, de los actos que el Instituto Cervantes dedicará este año al galardonado poeta, quien obtuvo asimismo los premios Nacional de las Letras 1990 y Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 1995, entre otros. El recuerdo del también crítico de arte y académico de la Real Academia Española protagonizará diversas actividades culturales que organizará el Instituto Cervantes en colaboración con la Fundación Centro de Poesía José Hierro.

Foto: En la Caja de las Letras, Luis García Montero junto a (desde la izda.) Tacha Romero, que firma la donación del legado de su abuelo; la consejera Marta Rivera de la Cruz y la alcaldesa de Getafe, Sara Hernández. Foto: Instituto Cervantes / Irene Raya

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