Uno de los ejemplares caídos por la nieve en el Jardín, Borrasca Filomena RJB enero 2021

La borrasca «Filomena» ha causado daños en los árboles de las ciudades por donde ha pasado quizá sea el momento de retomar con interés el Plan Director del Arbolado

Pinos, cedros y eucaliptos, entre las especies más perjudicadas por el peso de la nieve, junto a otros ejemplares de menor porte que se encontraban al abrigo de los grandes árboles.

La borrasca ‘Filomena’, que estos días atraviesa la geografía de nuestro país, también ha dejado su huella en el Real Jardín Botánico (RJB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) al provocar a su paso por la ciudad de Madrid el derribo de ramas de decenas de árboles de distinto tamaño que han dejado intransitables caminos y paseos del Jardín. El director del RJB-CSIC, Esteban Manrique, ha anunciado el cierre del Botánico al público.

En un primer análisis, el Jefe de la Unidad de Jardinería y Arbolado del RJB-CSIC, Mariano Sánchez, ha señalado que la borrasca ha derribado ramas fundamentalmente de especies perennifolias que no pierden la hoja en invierno. «Las ramas con hojas han cargado un peso de nieve para lo que no estaban preparadas y éstas se han ido fracturando más tarde o más temprano porque la borrasca no ha aflojado y la nieve ha caído durante días», ha indicado Mariano Sánchez.

Entre las especies más perjudicadas figuran los pinos, con decenas de ramas caídas o colgando en el aire; los cedros, habitualmente con dos cimales, han visto como uno de estos se partía por el exceso de peso de la nieve; y los eucaliptos, tan preparados con sus hojas colgantes para frenar el viento y con su corteza para hacer frente al fuego pero que, en esta ocasión, no han sido capaces de soportar un elemento desconocido en su hábitat, la nieve, provocándoles enormes fracturas en sus grandes ramas.

«A su vez, la caída de estas grandes ramas de altos árboles de especies perennifolias han provocado la rotura de otros árboles y ramas de menor porte que crecían al abrigo de los grandes ejemplares», ha señalado Sánchez que, según ha adelantado, «Filomena va a suponer un antes y un después en el arbolado urbano y también esperemos provoque un acelerón en el Plan Director del Arbolado del RJB».

Desde el Archivo del RJB-CSIC se ha recordado que, tras el paso del tornado (o ciclón) que cruzó Madrid de sur a norte el 12 de mayo de 1886, se contabilizó la muerte de 47 personas y la rotura o caída de miles de árboles. Por el número de muertes que produjo y de cara a la destrucción del arbolado acaecida en la ciudad se habló de que ese tornado fue el peor fenómeno meteorológico de los dos siglos anteriores. Los daños en la ciudad, en el Parque de El Retiro y en el Real Jardín Botánico fueron tremendos, cayendo o «tronchándose» hasta 560 árboles solo en el Jardín.

Desde esa época, solo un fenómeno meteorológico reseñable ocurrido en 1991, un tifón que entró, de nuevo por el sur y derribó cientos de árboles en el Retiro y una decena de añejos ejemplares del Jardín, había sido noticia, casi superada ahora por las consecuencias que ha dejado ‘Filomena’.

Fotografías©RJB-CSIC

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