Sus pocas piedras han resistido al abandono, las guerras y, desde el siglo XIX, al expolio de quienes usaban el castillo de Mucientes (Valladolid) como cantera para obras de “utilidad común”, algo que ha sido constante hasta décadas recientes. Ahora, este antiguo palacio-castillo construido con piedra y mampostería en el siglo XIV, se muestra arruinado y cubierto de vegetación.
Por este motivo, el castillo de Mucientes (Valladolid) acaba de ser incluido en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra (www.listarojapatrimonio.org) y que recoge cerca de 800 monumentos españoles que corren el riesgo de desaparecer si no se actúa de inmediato.
Se tiene documentación sobre su existencia desde el siglo XIV, cuando el rey Alfonso XI se lo entrega a su mayordomo Alvar Núñez Osorio. Fue utilizado como palacio residencia por los sucesivos condes de Ribadavia (señores de Mucientes) hasta el siglo XVII. Sus estancias han sido testigos de visitas reales, asaltos y confinamientos. En 1506 estuvo alojada la Reina Juana I de Castilla mientras su marido, Felipe El Hermoso, intentaba, sin éxito, que los procuradores castellanos la inhabilitaran para las labores de gobierno.
Se alza sobre un cerro que domina la localidad del mismo nombre y no goza de ninguna protección legal específica. Gracias a una excavación arqueológica iniciada en 2006 salieron a la luz algunos restos como los arranques de los muros de las caras norte y este, una buena parte del pavimento original del patio de armas y la torre del homenaje o varios capitales y tambores de columnas.