El jueves 26 de marzo el Círculo de Bellas Artes inaugura una muestra dedicada a Alfonso Berridi. Con esta presentación, prevista antes de decretarse el estado de alarma, el CBA intenta mantener en lo posible su agenda y hacerla llegar a todas las casas, a pesar de los duros momentos que atravesamos.

Alfonso Berridi (San Sebastián, 1957 – Madrid, 2013) trabajó con diferentes técnicas, entre ellas la pintura, la escultura, el grabado y la ilustración. Las obras del artista guipuzcoano son metáforas del caos, del silencio y de la incomunicación, en las que adquiere mucha importancia el espacio arquitectónico y las figuras humanas. ¿Qué hacen y quiénes hacen? es el título con el que el propio Berridi bautizó una instalación realizada en 2010.

En ella podemos ver dos tipos de esculturas: por un lado, un conjunto de grupos de figuras recortadas y pintadas sobre planchas de plomo y, por otro, un grupo de espirales de cartón corrugado en cuyo centro observamos grupos similares; en este caso, silueteados sobre cartón y pintados con tinta. En ambas series los grupos de personajes parecen concentrados en la realización de una actividad minuciosa y enigmática.

La inauguración virtual, el jueves 26 de marzo (19h.), ofrecerá un recorrido virtual por la exposición y un vídeo con los comentarios de la comisaria, Pilar López, junto a las palabras de bienvenida del director del CBA, Valerio Rocco.

Acceso a la inauguración virtual…

Alfonso Berridi. ¿Qué hacen y quiénes hacen?

Alfonso Berridi (San Sebastián, 1958) cursa estudios de historia del arte en su ciudad natal y, más tarde, su interés por la restauración lo lleva a Madrid, donde completa su formación especializándose en dorado y policromía. A mediados de la década de 1980 comienza su carrera artística y se establece en Madrid definitivamente hasta su fallecimiento, en 2013. A pesar de no haber residido en el País Vasco, durante toda su trayectoria expuso su obra en galerías y entidades emblemáticas vascas, como el Museo de San Telmo, el Pabellón de Mixtos de Pamplona o el Koldo Mitxelena. También realizó proyectos internacionales y participó en varias ediciones de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid ARCO.

¿Qué hacen y quiénes hacen? es el título con el que el propio Berridi bautizó una instalación realizada en 2010, que está en el origen de la presente exposición, por lo que todas las piezas poseen la coherencia interna de pertenecer a un mismo proyecto artístico. En ella podemos ver dos tipos de esculturas: por un lado, un conjunto de grupos de figuras recortadas y pintadas sobre planchas de plomo y, por otro, un grupo de espirales de cartón corrugado en cuyo centro observamos grupos similares; en este caso, silueteados sobre cartón y pintados con tinta. En ambas series los grupos de personajes parecen concentrados en la realización de una actividad minuciosa y enigmática.

Este trabajo supuso un importante giro figurativo en la trayectoria del artista. Cuando Berridi realizó estas piezas, ya llevaba algunos años colaborando como ilustrador en periódicos de gran tirada como El Diario Vasco, ABC o el Ideal de Granada. Fue la ilustración la que le llevó a dar importancia al dibujo figurativo, que, a partir de ese momento, pasó a ocupar un lugar cada vez más relevante en su producción escultórica. Como puede observarse en esta muestra, el dibujo es esencial para el equilibrio lingüístico de las piezas; sin embargo, la conjunción entre la imagen y lo escultórico es una característica que va unida desde el inicio a toda su producción. Esta fusión le permite situarse en una posición estética muy fértil y genera, a lo largo de su evolución, obras eclécticas y versátiles en estrecha consonancia con la multiplicidad conceptual de la escultura del último siglo.

La experiencia de vivir en una gran ciudad llevó a Berridi a interesarse por el concepto de multitud anónima. En un principio, representa la multitud a través de piezas de cartón y madera que asemejan bloques de pisos o series de balcones, casas nido o buzones. El giro figurativo desde el que puede entenderse esta exposición supone que la multitud deja de ser retratada a través de los espacios en los que habita y pasa a aparecer en su forma humana. Berridi comienza a recortar figuras sobre plomo y zinc y a colorearlas. En un primer momento, la temática es el tránsito urbano, el movimiento a través de la ciudad de personajes, reconocibles y cotidianos, representados en la incertidumbre sonámbula de sus idas y venidas.

Más tarde expande su interés hacia el ámbito de la actividad y la comunicación. Sus protagonistas, como puede apreciarse en ¿Qué hacen y quiénes hacen?, llevan a cabo una labor incierta, una tarea repetitiva y minuciosa en la que permanecen ensimismados. En palabras del propio autor, «se trata de crear espacios de incertidumbre y murmullo». En ese sentido, las piezas representan aspectos inherentes a la actividad humana, todos ellos consustanciales a eso que llamamos el homo faber: la necesidad e inevitabilidad de la acción, la repetición constante y la duda.

Berridi nunca se interesó por el exceso en la perfección formal o por la perdurabilidad de los materiales. Mediante elementos modestos como el plomo o el cartón representa de forma precisa el antiheroismo positivo de los personajes, un murmullo fabril y una inquietud que no incluyen, sin embargo, la falta de compromiso comunicativo o de grandeza.

La pregunta «¿Qué hacen y quiénes hacen?», puede considerarse una llamada a la reflexión para el espectador, así como una prueba del antidogmatismo estético y conceptual de toda su obra, presente en esta instalación. La acción humana genera preguntas múltiples sobre la identidad, el lenguaje y la búsqueda del sentido. Las respuestas no pueden plantearse de forma unívoca y sin contradicciones.

Como afirma Albert Camus en El mito de Sísifo: «No hay sol sin sombra y es necesario conocer la noche. El hombre absurdo dice sí y su acción jamás cesará».

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