El Museo del Prado pone al alcance del público, a través de su web institucional, dos archivos documentales que buscan preservar la memoria oral y gráfica de la institución para poder conocer, reflexionar e imaginar el Prado del futuro. “Voces del Prado. Una historia oral” recoge el relato intrahistórico y “en primera persona” de trabajadores y colaboradores que han dedicado su día a día a la institución, sumándose así a otros museos de arte como el Metropolitan o el Moma de Nueva York y la National Gallery de Wahington. Por su parte, “El Prado efímero” traza la historia gráfica del Museo a través de carteles, entradas y folletos, entre otros impresos sobre papel, objetos de interés de su trayectoria vital.
¿Cómo es el día a día de las personas que cuidan el material artístico más precioso del país? ¿Cómo lo era hace 60 años? ¿Qué retos se encontraron para transformar un Museo del siglo XIX en uno del siglo XXI? ¿Cómo cambió sus vidas la cotidianidad entre estos muros?
El Museo del Prado, en el marco de su Bicentenario, presenta un nuevo fondo documental que reúne los testimonios de trabajadores y colaboradores del Museo, bajo el título “Voces del Prado. Una historia oral”. Se suma así a otros museos de arte como el Metropolitan o el Moma de Nueva York, la National Gallery de Wahington o el V&A de Londres que, aun siendo pioneros en la compilación de sus historias orales, al no haber sido en su mayoría digitalizadas han quedado restringidas casi exclusivamente, para el uso de expertos e investigadores. El Museo del Prado ha dado un paso más, creando este archivo de entrevistas en vídeo y haciéndolo accesible a todo el público desde la web institucional. Así, cada usuario podrá buscar por palabras clave cualquier tema de su interés y obtendrá tantos resultados como voces se hayan pronunciado sobre el mismo.
Se trata de un fondo documental bilingüe (español -inglés) que se lanza con cerca de 40 entrevistas, segmentadas en 518 relatos. Solo una pequeña muestra de un archivo en progreso que seguirá ampliándose, cuyas historias crecen y se ramifican con la suma de cada voz, construyendo un legado en forma de testimonio coral para presentes y futuras generaciones.
Este relato polifónico da voz al amplio patrimonio humano, en muchos casos anónimo, que posibilita el mantenimiento y la transformación de una institución tan icónica y compleja como es el Prado. Se han realizado entrevistas a quienes tuvieron que repensar y gestionar la institución como los directores Felipe Garín, José María Luzón, Francisco Calvo Serraller, Fernando Checa o Miguel Zugaza; subdirectores como Manuela Mena o José Luis Díez; patronos como Philippe de Montebello o el actual Presidente del Patronato Javier Solana; colaboradores cruciales como Rafael Moneo, arquitecto de la ampliación de Jerónimos, y miembros de la Fundación de Amigos como su presidente, Carlos Zurita, y su Secretaria General, Nuria de Miguel; así como a trabajadores de diversos colectivos del Museo: conservadores, restauradores, vigilantes de salas, electricistas, carpinteros, fotógrafos, personal de brigada, oficinas, protocolo o gerencia, que dedicaron su día a día durante décadas a labores menos conocidas pero cruciales para que el Museo del Prado llegara en su mejor forma a cumplir los 200 años que ahora celebramos.
37 entrevistas. 518 relatos
Aunque en las entrevistas se hace referencia a hechos relacionados con el Museo decimonónico, la riqueza de las experiencias vividas y narradas en primera persona, inseparables del contexto más amplio en el que transcurrieron, y cuya cronología abarca de los años 40 hasta 2019, son un reflejo también, del devenir de la sociedad y la política españolas en este período. Acentos diversos, diferentes estratos socioeconómicos y culturales configuran el retrato humano del Museo del Prado. Voces del Prado no sólo es un conjunto de relatos que permiten entender de manera más rica y compleja qué ha sido y qué es este Museo, sino también qué ha sido y es este país.
Nuevas formas de ver El Prado
Este repertorio de piezas creadas con un propósito diferente al que hoy las ha reunido aquí, está compuesto de representaciones gráficas que nacieron con un fin muy concreto, con una duración muy limitada y, en muchas ocasiones, solo ha sobrevivido el mensaje para el que fueron concebidas. Representan un claro reclamo publicitario pero también un canal de difusión diferente de lo que la Institución ofrece en sus colecciones.
Durante años los billetes han cumplido con la función de ser el instrumento de pago en nuestras transacciones económicas y de difundir las imágenes representadas en ellos. Entre 1925 y 1928 la firma británica Bardbury Wilkinson and Company se encargará de la emisión de una serie de billetes ilustrados con figuras destacadas de la historia de España. En la colección de Prado Efímero se conservan dos billetes, uno es el de 50 pesetas de 1928 dedicado a la figura de Velázquez. En el anverso se reproduce el autorretrato que aparece en Las Meninas junto a una vista del Museo, primera vez en la que aparece este edificio, y en el reverso La rendición de Breda, el cuadro más importante de la colección en ese momento. La llegada de la democracia y la monarquía dará lugar a cambios en los contenidos de los billetes. En 1976 se pone en circulación el billete de 5000 pesetas con el retrato de Carlos III en el anverso y de nuevo la fachada en el reverso.
Destaca también la serie de billetes de metro con imágenes de la obra de Francisco de Goya que fue realizada dentro de la campaña de difusión “El Arte Metro a Metro” en 1989. Hoy ya ha desaparecido el billete físico de acceso al metropolitano, ha dejado paso a nuevas formas de admisión, pero son muchas las generaciones que hicieron uso de él.
El año 1994 nos sorprendía con la emisión de tarjetas telefónicas prepago con la imagen de la obra de Velázquez para conmemorar el 175 aniversario de la inauguración del Museo. No solo ha desaparecido esta forma de pago, la era digital y los avances en telefonía ponían fin a las cabinas telefónicas y a estas tarjetas, que fueron un avance importante en su tiempo pero efímero en la historia.
No menos fugaz es la existencia de las felicitaciones navideñas, una práctica en desuso también debido al desarrollo de las nuevas tecnologías. Se pasó de unas simples letras de afecto en cartas o postales a utilizar las imágenes más representativas del nacimiento de Cristo, las de las nuevas incorporaciones de obras a la colección o las fotografías de la sede de la institución. Los cambios de gusto estético y la evolución de las técnicas de impresión han quedado patentes a través de la selección de impresos que se han incorporado a la colección.
Junto a todo ello podemos encontrar otros ejemplos destinados a muy diversos fines. Es el caso de las numerosas series filatélicas, de las que conservamos una buena representación. Calendarios o recortables son otros testimonios inequívocos de la presencia del Museo del Prado en nuestras vidas.
Foto familia: Rafael Fernández de Alarcón, Director de marca, patrocinios y medios de Telefónica, S. A; Maria Luisa Cuenca, Jefa de Área de Biblioteca, Archivo y Documentación del Museo Nacional del Prado y responsable del proyecto “Efímera”; Javier Solana, Presidente del Real Patronato del Museo Nacional del Prado; Sonia Prior, Titulado Superior del Área de Comunicación del Museo Nacional del Prado y responsable del proyecto “Voces del Prado”; y Miguel Falomir, Director del Museo Nacional del Prado, durante la presentación. Foto © Museo Nacional del Prado.