El Museo Sorolla ha inaugurado la muestra temporal ‘Sorolla. Dibujante sin descanso’ que expone 101 dibujos, en su mayoría por primera vez, del pintor valenciano Joaquín Sorolla. La exposición pretende dar a conocer el trabajo disciplinado, constante y preparatorio del artista antes de acometer un gran cuadro.

‘Sorolla. Dibujante sin descanso’, inaugurada por Carmen Jiménez, subdirectora de Museos Estatales del Ministerio de Cultura y Deporte, muestra esta faceta de dibujante poco conocida del artista valenciano. Se conservan más de 8.000 dibujos realizados por Sorolla, 5.000 de los cuales se conservan en el Museo Sorolla, lo que refleja el carácter prolífico del pintor. Entre las obras expuestas destacan, por su tamaño y calidad, tres dibujos cedidos por la Universidad Complutense de Madrid y que se exhiben por primera vez.

Más de cien dibujos preparatorios

La selección, sin ser rigurosamente cronológica ni exhaustiva, permite percibir la evolución que experimenta el trazo del artista y muestra los aspectos que más le preocuparon en el ejercicio del arte. También pueden verse los distintos usos que el pintor le dio al dibujo, no sólo como medio gráfico y paso previo a modo de preparación y exploración para sus grandes lienzos, sino el uso del dibujo como fin en sí mismo, como puro entretenimiento y para guardar recuerdo de aquellos a quienes más quería: su familia.

La exposición tiene cuatro secciones bien diferenciadas. La primera, ‘La línea del inicio’ recoge algunos dibujos realizados por un joven Sorolla al acabar sus estudios en la Academia de Bellas Artes de San Carlos. En ‘Dibujo, familia, hogar’ los dibujos del pintor, que se exponen en las habitaciones privadas de la familia, plasman la vida cotidiana de su mujer y sus hijos. La tercera sección, denominada ‘Grandes obras, grandes dibujos’, muestra algunos de los dibujos preparatorios más espectaculares, que demuestran la gran cantidad de estudio y trabajo que realizaba antes de cada lienzo. Destaca, entre otros, dos dibujos de grandes dimensiones (más de dos metros de alto) que realizó para los retratos del rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia. La última de las secciones, ‘La ciudad moderna’ recoge multitud de dibujos de grandes ciudades que visitaba, como París, Londres o Nueva York y que testimonian el ambiente burgués de la época.

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