En sus 112 años de historia, el Museo de Bellas Artes de Bilbao ha mantenido sus principales señas de identidad, y entre ellas, la voluntad de seguir enriqueciendo su colección, el compromiso con la contemporaneidad y con la comunidad artística, y el apoyo acreditado de coleccionistas, artistas e instituciones que, entre otros, se ve reflejado en notables donaciones de obras de arte. El museo ha podido retomar este año 2019 el programa de adquisiciones gracias a la habilitación de un presupuesto de 300.000 euros, aportado por las tres instituciones fundadoras, Gobierno Vasco, Diputación Foral de Bizkaia y Ayuntamiento de Bilbao. Por su parte, el valor de las donaciones recibidas en los dos últimos años supera los 3.000.000 de euros.

De este modo, en los dos últimos años se han adquirido y recibido en donación numerosas pinturas, esculturas, obras sobre papel y fondos documentales. Algunas ya han sido presentadas y otras se exhiben ahora por vez primera en una selección que se integra en el discurso expositivo de la colección en su actual formato ABC. El alfabeto del Museo de Bilbao.

En el caso de las obras ya conocidas, conviene recordar, por su importancia, las donaciones en 2018 de la escultura Bilbao (1983) de Richard Serra, en memoria de Martín García-Urtiaga y Mercedes Torrontegui por sus nietos; y de la pintura de Luis Paret El triunfo del Amor sobre la Guerra I (1784), por Alicia Koplowitz Romero de Juseu. De este mismo autor, la Vista de Bermeo, adquirida gracias a la aportación de los Amigos del Museo y al patrocinio de BBK en 2017, reaviva la implicación de la sociedad civil y de diversas instituciones y entidades en el crecimiento patrimonial de la colección.

Mención aparte merece el apego a nuestro museo del pintor Eduardo Arroyo, que en 2017 donó diez obras sobre papel y dos esculturas, La Tirana y Joséphine Baker (ambas de 2016), que se exhiben en la sala C (ciudadano). En 2018, y poco antes de morir, donó otro conjunto de 115 estampas. Entre las donaciones de artistas con especial vinculación al museo destaca también la de Mari Puri Herrero, que en 2018 donó 12 planchas de grabado y una estampa.

También contemporánea, y en la sala Q (quiet) del recorrido, se exhibe Sin título (2011), una pieza en escayola y madera adquirida al escultor galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas en 2018 Ángel Bados.

Por último, destaca la adquisición de El aldeano de Bakio (1888), una pintura emblemática en la trayectoria del Adolfo Guiard, que en 2016 formó parte del programa La Obra Invitada.

Entre las obras adquiridas y donadas que se presentan por vez primera, cabe señalar las que forman parte del Programa EMAK, una iniciativa del museo cuyo objetivo es dar visibilidad al trabajo de las artistas mujeres. Con este fin, se han adquirido piezas de Isabel Baquedano –dos pinturas de comienzos de los setenta que podrán verse a partir del 30 de octubre en la gran retrospectiva que el museo está organizando sobre esta pintora–, La melena (1986) de Elena Mendizabal, que se exhibió en la muestra Después del 68. Arte y prácticas artísticas en el País Vasco 1968-2018 (2018-2019), y, junto a ellas, las que se reseñan a continuación de Miren Arenzana, Nadia Barkate, María Luisa Fernández, Gema Intxausti e Idoia Montón.

Otras adquisiciones que enriquecen la presencia del arte vasco en la colección son las de José Ramón Anda y Pablo Milicua. Destaca la compra de dos fotomontajes y 16 fotografías originales de Nicolás de Lekuona, que además han propiciado la donación de una pintura y de un importante conjunto de objetos que pertenecieron al artista.

De coleccionistas de nuestro entorno, proceden la donación de dos esculturas de Remigio Mendiburu y de un retrato en terracota del joven Picasso realizado por Pablo Gargallo.

Por último, se exhibe el retrato de Mallarmé que Paul Gauguin grabó al aguafuerte en 1891.

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