El Centro Cultural Coreano (Paseo de la Castellana, 15) inaugura en la Galería Han-ul, el próximo 8 de octubre a las 19:30 h, la Exposición de Caligrafía Coreana del Maestro Shin Seung Won bajo el título: Transcribiendo la danza. Esta exposición podrá visitarse en el centro hasta el 22 de noviembre.

Además, el lunes, 7 de octubre de 19 a 21 h, Shin Seung Won impartirá un taller especial de caligrafía en el Centro Cultural Galileo (Calle de Fernando el Católico,35, Madrid) dirigido a cualquier persona que desee aprender este arte, donde habrá demostraciones prácticas y los asistentes podrán llevarse su nombre escrito en caracteres coreanos.

En la exposición se muestran 40 obras de arte tradicional coreano realizadas por el gran maestro calígrafo de renombre internacional Shin Seung Won. El contenido de las obras revela la expresión sincera y dinámica de nuestro día a día. Como si se tratase de una obra de teatro, muestra la cotidianidad desde un punto de vista artístico, a través del baile, con la intención de afirmar que cada uno de nosotros experimenta su propio baile correspondiente a su vida. Todos los sentimientos se pueden expresar a través del baile, no hay sueño frustrado o amor roto que escape a la sonrisa atrevida de un bailarín, al contoneo delicado de unos ojos negros o al perfume embaucador que desprenden el cuerpo en plena interpretación. Por esta razón, el baile y la caligrafía conforman la simbiosis ideal, el binomio perfecto, con el que los seres humanos se expresan sin la necesidad de articular palabras, solo con la forma y el movimiento. Pero Shin Seung Won se vale de la fuente de Danza (caligrafía) para imbuir en las mentes su propia forma de pensar, su propio concepto de vida incognoscible para los sentidos, pero recreativo, incluso lúdico, para nuestros corazones.

La caligrafía coreana es, junto con la pintura, una de las tendencias más significativas de la historia del arte coreano. Recibe el nombre de Seoye, y fue introducido en Corea de la mano de China durante el periodo de los tres Reinos, gracias a lo cual, la península coreana comenzó a tener cierto protagonismo a nivel internacional. Con la promulgación de la escritura coreana (Hangeul) durante el reinado del rey Sejong en el año 1443 en la dinastía Joseon, la caligrafía coreana se desarrolló al cien por cien, aunque los caracteres chinos (hanja) no fueron automáticamente denostados. Este género independiente del arte hace uso de utensilios llamados “Los cuatro amigos del estudio” o Munbangsawoo: papel, pincel, barra de tinta y piedra de tinta. Respecto al papel, se usa hanji, el papel tradicional coreano hecho a base de morera.

Corea ha sido cuna de los grandes maestros de caligrafía; Kim Jung hee (1786-1856) particularmente famoso por desarrollar su propio estilo conocido como Chusache o Estilo Chusa (Chusa es su nombre artístico), se inspiró en la antigua escritura china, lishu. Sus trabajos fascinaron a maestros de país vecino y hoy en día son admirados por su belleza artística y moderna

Kim Saeng era el calígrafo más distinguido del periodo Silla, en el siglo VIII. Sus influencias son los maestros de la Dinastía Tang, y se dice que sus trabajos fueron confundidos en ocasiones con los trabajos de artistas chinos.

La exposición se puede visitar de lunes a viernes en horario de 10:00h a 19:00h ininterrumpidamente. La entrada es gratuita.

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