El Centro Cultural Coreano (Paseo de la Castellana, 15) inaugura el 25 de junio a las 19:30h la exposición conjunta de audiovisual y pintura “Extraño, Llano, Vacío” a cargo de tres artistas coreanos Kang Hyunseon, Rheeda, y Eerip. La muestra se podrá disfrutar en la Galería Han-ul del Centro hasta el 30 de agosto de 2019.

Hyunseon Kang es una artista de medios con sede en Seúl, Corea. Las obras de Kang exploran la extraña relación entre los espacios psicológicos, virtuales y físicos. A menudo, al referirse a la cultura pop y los videojuegos, su enfoque humorístico es fundamental para las infraestructuras de la realidad que nos rodean. Doctorada en Bellas Artes por la Universidad de Seúl ha expuesto en el Museo de Seúl, el Museo MOHAK de Nueva York y el Museo de Abeno Haruka Sky de Japón, entre otros.

En la Galería Han-ul del Centro Cultural Coreano se podrán ver dos de sus obras audiovisuales, entre las que destaca The Last Apartment. Esta obra fue creada a raíz de que, tras la década de 1980, los apartamentos emergieran como un lugar residencial popular. Pero, de hecho, se hizo para personas que trabajan fuera de casa en la sociedad industrializada. Por ello, en esta obra, su autor se pregunta «qué significa vivir en el apartamento y cómo se ve».

Eerip, un artista en ciernes cuyas obras han viajado por las galerías de Shanghái, Beijing y Seúl, mostrará el tema consistente a lo largo de sus numerosas exposiciones: la resonancia. La esencia de la resonancia es la repetición. Los efectos de la resonancia son paradójicos. La posibilidad de crear un mundo sensorial más amplio a través de una energía más feroz, junto con la posibilidad de traer una destrucción aún más severa sobre el mundo.

Especializado en pintura occidental, sus series tienen colores oscuros, pero ricos en obras románticas de expresión poética del estado ambiguo entre el consciente y el subconsciente. Sus obras a menudo recuerdan la memoria y la vida de la superficie del flotador a la conciencia por la fragmentación de la composición inesperada.
Rheeda, doctorada en Bellas Artes en la especialidad de pintura occidental y grabado por la Universidad de Seúl, se caracteriza por el empleo de materiales industriales, como la pintura de Formica y el esmalte, para crear meros contornos y colores únicos con los que pretende presentar un sentido de frialdad en sus obras. La tecnología le ha permitido la creación, recreación y disipación convenientes de imágenes a nivel mundial. Sujeto a nuestra manipulación, los detalles, la complejidad, la historia y la vida se extraen hasta que solo queda una cáscara vacía de líneas y puntos, como se podrá ver en sus obras.

Estos tres artistas han sido elegidos para fomentar y resaltar las siguientes generaciones en el arte, además de por ser figuras emergentes en la escena coreana. Hyunseon Kang, Eerip y Rheeda explorarán diversos aspectos de la vida entorno a los tres conceptos que dan nombre a la muestra: “Extraño, Llano, Vacío”.

Extraño

Lo extraño en las rutinas diarias surge de la falta de familiaridad. Las experiencias repetidas absorben objetos y emociones de aspecto extraño en una categoría normal de la vida cotidiana. La extrañeza que penetra en esta exposición no proviene una primera vista panorámica, sino de que se encuentra en lo que ya se conoce. En otras palabras, es un sentimiento desconocido de que siente el sujeto familiar.

Llano

Detrás de las superficies llanas que encontramos en la rutina, se ocultan innumerables historias que surgen. La superficie del trabajo es altamente refinada con mucho tiempo y mucha energía concentrada, y es el límite con el mundo. El significado de llano no se limita a la planitud de la imagen, sino que es otra forma de energía condensada.

Vacío

Vacío es el punto de partida para las innumerables posibilidades que pueden surgir de estar vacío, y la historia de un estado que es imposible en la realidad pero que existe en la imaginación. Se convierte en una imagen de un material o luz, que llena un lienzo, una pantalla y crea una historia. El trabajo expresa lo que es invisible a través de lo que es visible y te guía allí. Recordando el vacío perfecto, creo que sería mejor si fueran grandes. Eso es porque es poético en sí mismo y puede superar la realidad.

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