La quinta semana del Festival Internacional de Arte Sacro de la Comunidad de Madrid viene marcada por el eclecticismo que caracteriza el certamen. En su programación de esta semana destacan los homenajes a Chavela Vargas en el centenario de su nacimiento y al compositor británico Nick Drake cuando se cumplen 50 años de la publicación de su primer disco Five Leaves Left, así como la presentación en Madrid de jóvenes talentos del flamenco y del jazz con acento español.

La vida de Dorian Wood, cantante de origen costarricense afincado en Estados Unidos, guarda muchos paralelismos con la de Chavela Vargas, empezando por su origen –ambos nacieron en Costa Rica, aunque desarrollaron sus carreras fuera– y su concepción de la sexualidad y terminando por su fecha de nacimiento. Así, Wood parecía casi la persona elegida por el destino para conmemorar sobre el escenario los cien años del nacimiento de su compatriota. El espectáculo Xavela Lux Aeterna se estrena en los Teatros del Canal el miércoles 3 de abril en lo que promete ser una exploración sin tapujos de sentimientos tan profundos como la renuncia a la patria y la lucha por vivir la vida que una quiere vivir, “con cicatrices, besos y todo”, como explica el propio Dorian.

El sábado 6 de abril, también en los Teatros del Canal los zaragonanos Tachenko rendirán homenaje al malogrado compositor británico Nick Drake, cuyo trágico final acabó con una carrera tan breve como deslumbrante. Cuando se cumplen 50 años de la publicación del primer disco de Drake, Five Leaves Left, Sergió Vinadé y Sebas Puente juntan su talento al de amigos como Alondra Bentley, Abraham Boba o Pau Roca para darnos su peculiar visión de un LP largo tiempo ignorado y más tarde convertido en obra de culto de disqueros.

Las propuestas flamencas siguen siendo uno de los platos fuertes del Festival en su quinta semana. El lunes 1 de abril se presenta en la sala Cuarta Pared la cantaora cordobesa María José Llergo, de quien los críticos dices que está llamada a unirse en el Olimpo de los grandes nombres del flamenco más contemporáneo como Rosalía, Rocío Márquez o Rosario La Tremendita. El concierto Niña de la verdad es el preludio de su primer álbum, que Llergo graba en estos días. Al día siguiente es Rafael de Utrera quien, junto al Trío Arbós, presenta en esta emblemática sala del circuito teatral alternativo madrileño Flamenco Envisioned, un repertorio en el que mezcla temas de Utrera y de clásicos del flamenco como Paco de Lucía y Moraíto Chico con compositores de música culta contemporáneos como Thierry Pécou y Bernhard Gander.

Los nuevos y viejos nombres del flamenco se fusionan con los nuevos nombres del jazz español. El Daahoud Salim Quintet, grupo formado en Ámsterdam, debe su nombre al pianista Daahoud Salim, un sevillano-norteamericano hijo del notable saxofonista Abdu Salim. En 2016 recibieron el reconocimiento de los festivales de Getxo como mejor banda y en 2017 ganaron en B-Jazz International Constest de Lovaina. Hacen un jazz enérgico no exento de un profundo sentido espiritual que llega a recordar a Coltrane. Su nuevo trabajo, Encuentros, se puede disfrutar el martes 2 de abril en los Teatros del Canal.

La sección más clásica del festival incluye joyas como la presentación de las Variaciones Goldberg de Johann Sebastian Bach tocadas en el instrumento para el que fueron originalmente concebidas. El clavecinista Diego Ares se encierra en la Basílica de San Miguel con las dos arias y las 30 variaciones que Bach compuso en el siglo XVIII y que el pianista Elliott Gould transformó en un inesperado hit internacional cuando las trasladó al piano en los años cincuenta. Será el viernes 5 de abril.

Un día antes, en la Capilla del Palacio Real el grupo L’Estro D’Orfeo presenta el programa Harmonia d’Afetti Devoti, un conjunto de composiciones religiosas italianas del siglo XVI que transmiten toda la armonía del Renacimiento. El 1 de abril, la Iglesia del Real Monasterio de la Encarnación acoge al trío formado por la soprano Eugenia Boix, el violonchelo barroco Guillermo Turina y la clavinecista Tomoko Matsuoka, que recuperarán obras de José Picañol y Pablo Vidal, maestros de música en la corte borbónica en el siglo XVIII.

El cuarto y último sábado de conciertos nocturnos en el Museo del Prado nos propone tres verdaderas delicatessen. El pianista de jazz Moisés P. Sánchez reflexionará al piano sobre Los Siete Pecados Capitales delante de las mágicas ensoñaciones de El Bosco. Maria Rodés lo hará sobre las brujas enfrente de una de las pinturas más emblemáticas de Goya, El Aquelarre y Rosa Torres-Pardo y María Toledo interpretarán parte de su espectáculo Lorquiana delante de la obra El fusilamiento de Torrijos, de Gisbert. Un programa en el que el diálogo entre arquitectura, pintura y música hará sin duda las delicias del espectador.

La semana se cierra con el espectáculo multidisciplinar de Iris Azquinezer. La joven violonchelista ilustrará musicalmente poemas y textos de Alfonsina Storni, Santa Teresa o Gabriel García Márquez acompañada por la recitadora Tachia Quintanar y la bailarina Aurélia Jarry. Mousiké es un espectáculo en el que el silencio, la mirada y la escucha se convierten en una sola cosa. Será en los Teatros de Canal el domingo 7 de abril.

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