La Universidad Complutense de Madrid ha reconocido la excelencia de 429 profesores que han sido valorados por sus alumnos.
El pasado 21 de febrero se celebró en el Paraninfo de la UCM un acto de felicitación y reconocimiento a la docencia universitaria, donde se hizo entrega de los Diplomas de Excelencia Docente por parte del Rector, Carlos Andradas. Al acto asistieron todos aquellos profesores que se han presentado al programa Docentia en el curso 2017-18 y cuya actividad docente ha obtenido la valoración de excelente.
En la Facultad de Bellas Artes UCM fue reconocida la labor de los siguientes profesores: Ignacio Asenjo Fernández, Sonia Cabello García, Laura de la Colina Tejeda, Consuelo de la Cuadra González-Meneses, José Carlos Espinel Velasco, María Covadonga Fernández Vázquez, Montaña Galán Caballero, Mª José García Molina, Margarita González Vázquez, José Enrique Mateo León, Paris Matía Martín, Luis Mayo Vega, Santiago Morilla Chinchilla, Mónica Oliva Lozano, Paloma Peláez Bravo, Marta Plaza Beltrán, María Jesús Romero Palomino, Esperanza Macarena Ruiz Gómez, Alicia Sánchez Ortiz, Estrella Sanz Domínguez, Azucena Vieites García y Lucio Zurdo Menéndez.
Carlos Andradas comentó que a veces la profesión de profesor no es bien entendida, porque consiste en guiar a los estudiantes a ratos, acompañarles durante mucho más tiempo y «contagiarles entusiasmo, curiosidad y gusto por aprender». Esta última es, para el rector, la cualidad fundamental que hay que preservar por encima de todo, porque a ello dedican los profesores su vida y su esfuerzo. Y esa capacidad de contagio la tienen todos y cada uno de los docentes premiados, porque «tres años consecutivos sacando más de 90 puntos en las evaluaciones por parte de los estudiantes, no es nada fácil, es encomiable».
María Castro, vicerrectora de Calidad, recordó que en los cuatro años de vida de este programa, que cuenta con apoyo institucional y personal, han pasado por él más del 50% de los profesores de la UCM. Las encuestas de los estudiantes son una herramienta habitual y generalizada en las universidades, que comenzaron a funcionar en los años 20 del siglo pasado en la Universidad de Washington, así que «están muy testadas y son altamente fiables». Reconoce la vicerrectora que hay miedos a que las valoraciones puedan estar sesgadas, por notas, por cursos, por asistencia, por disciplinas… Pero, en realidad, «en las valoraciones de los estudiantes impacta sobre todo el interés que sienten por la asignatura, seguido de la asistencia declarada a clase de los alumnos, y en tercer lugar la capacidad investigadora de los profesores, y no se puede decir que esas tres variables sean conductas sesgadas».
Programa DOCENTIA, diseñado por la ANECA y desarrollado en colaboración con las agencias de calidad autonómicas, facilita un marco comprensivo que permite a las universidades españolas desarrollar sus propios modelos de evaluación de la actividad docente, dando respuesta así a la necesidad de cumplir con la normativa vigente y con las directrices marcadas en el Espacio Europeo de Educación Superior en materia de calidad de las instituciones de educación superior.
