Una muestra fotográfica en la que se puede experimentar la sensación de invisibilidad y desasosiego a la que se enfrentan más de 10 millones de hombres, mujeres y niños en el mundo la exposición se podrá visitar hasta el domingo 2 de diciembre en CaixaForum Madrid.

La exposición cuenta con imágenes de los fotógrafos Roger Arnold, Arnaud Froger, Jordi Matas y Bruno Galán, que han trabajado con ACNUR en contextos tan diversos como Bangladesh, la Antigua República Yugoslava de Macedonia, Madagascar, Kenia, el Líbano, Costa de Marfil o Malasia.

Tras la reciente adhesión de España a la Convención para Reducir los Casos de Apatridia de 1961 y en el contexto de la campaña de ACNUR #YoPertenezco, el miércoles 14 de noviembre a las 11:00 ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y AECID, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, en colaboración con la Obra Social “la Caixa”, inaugurarán en CaixaForum Madrid la exposición APÁTRIDAS, una muestra fotográfica que recogerá, a través de un recorrido expositivo cuasi laberíntico, las identidades robadas de algunas minorías apátridas en el mundo.

A través de una arquitectura de telas colgantes con imágenes de gran formato y espejos, el visitante podrá ponerse en la piel de los “Apátridas”, personas legalmente invisibles que carecen de nacionalidad.

Más de 10 millones de mujeres, hombres y niños que no son reconocidos como ciudadanos por ningún país conforme a su legislación. “La apatridia es especialmente preocupante en el caso de los niños. Sólo en el pasado año nacieron 70.000 niños y niñas apátridas en el mundo. Niños y niñas cuya infancia y futuro estarán marcados por esta lacra si no hacemos algo por evitarlo”, destacó Francesca Friz-Prguda, representante de ACNUR en España durante la inauguración.

“Nuestro apoyo a esta exposición, parte del compromiso de España con la labor de ACNUR. Trabajamos conjuntamente para la mejora de la situación de las personas apátridas en el mundo”, declaró Cristina Gutierrez, Jefa de la Oficina de Acción Humanitaria de la AECID. Sin documentos, las personas apátridas son legalmente invisibles, condenadas a una existencia en la sombra y despojadas de los derechos humanos básicos de los que disfruta cualquier ciudadano: la educación, la sanidad, la vivienda, el trabajo legal, el derecho de voto, la libertad de movimiento o incluso el derecho a contraer matrimonio o tener un entierro digno y un certificado de defunción cuando fallecen. Muchos transmiten la apatridia a sus hijos como si de una maldición se tratara y éstos a su vez, a la generación venidera.

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