Sotheby’s anuncia sus próximas subastas de Pintura Antigua (“Old Masters”) que se celebrarán los días 4 y 5 de julio en Londres. Entre las obras que serán presentadas y ofrecidas al mercado internacional, se encuentra un valioso grupo de pintura española del siglo XVII, en el que se distinguen algunos de los artistas más importantes de la época.

Esta venta ofrecerá una selección significativa de pintura barroca española, entre la que se encuentran dos obras tardías de Bartolomé Esteban Murillo: un gran lienzo representando La Presentación de la Virgen en el Templo y otro recientemente redescubierto, San Pedro penitente. La Presentación de la Virgen en el Templo fue pintado en 1680 y, probablemente poco después, se ubicó en el Convento de las Vírgenes de Sevilla. En la revista religiosa Sevilla Mariana, cuyo objetivo era dar a conocer las glorias de Andalucía y la arraigada devoción de la ciudad de Sevilla a la Virgen Sagrada, se hace una referencia a una ‘Presentación de la Virgen’. Hacia 1840, la pintura pasa a pertenecer al Arzobispado de Torrente, regresando a España tras haber sido vendida a un comprador inglés algo antes de 1737. Su estimación es £600.000 – 800.000.

San Pedro penitente, lienzo fechado en 1675, fue redescubierto el año pasado por Benito Navarrete en una colección privada de Valencia. Pintado con gruesos y amplios brochazos, su enérgico estilo tenebrista refleja la penetrante influencia de la obra de Ribera en Murillo, mientras que la sencillez del diseño sirve para realzar la fuerte escena emocional que supone el arrepentimiento de Pedro tras negar tres veces a Jesús, reforzando el significado del arrepentimiento en la fe católica como camino de la salvación. Su estimación es de £250.000 – 350.000.

Junto a estas dos obras de Murillo, se ofrece San Pedro penitente de Francisco de Zurbarán. Precisamente por el potente tratamiento tenebrista de obras como ésta, fue por lo que Zurbarán adquirió el apodo del “Caravaggio español”. Realizada en Sevilla en plena madurez del artista, hacia 1650, la pintura muestra todas las señas de identidad de su obra. Anteriormente perteneció al célebre coleccionista Don Félix Fernández Valdés y es considerada la primera versión de una composición mayor que representa a San Pedro
ante Cristo en la columna, ubicada actualmente en Palacio del Arzobispado de Sevilla. La obra está estimada en £200.000 – 300.000.

También se presenta en la subasta la obra de Vicente Carducho, uno de los mejores pintores del barroco español cuya influencia continuó durante varias décadas después de su fallecimiento, a través de sus discípulos como Francisco Rizi. De Florencia de nacimiento, al igual que Eugenio Cajés, llegó a España con su hermano Bartolomé, a quien ayudó en la decoración del Escorial para Felipe II. Una vez alcanzada su madurez, trabajó en la corte de Felipe III en Madrid desde 1606 y decoró el recién reconstruido Palacio del Prado. Palomino relata que Felipe III y Felipe IV le tenían en muy alta estima y que Montalbán escribió que lo único que impidió que Carducho fuese uno de los más grandes artistas elogiados por la Antigüedad fue haber nacido muy tarde.

Su impresionante Cristo en contemplación ante su Crucifixión es una de sus obras maestras y, sin duda, su mejor obra ofrecida en subasta en los últimos tiempos. Representa un momento de contemplación silenciosa del Calvario ante su Crucifixión y cuenta con una iconografía conmovedora y muy inusual. Es una de las imágenes espirituales de la Pasión de Cristo y, por su inventiva, expresión y cualidades emocionales, engendra las mejores características del barroco español propiamente dicho, siendo particularmente notable la naturaleza muerta mostrada en primer plano. La obra está estimada en £150.000 – 250.000.

Por su parte, los bodegones europeos alcanzaron su zenit en España a principios del siglo XVII con las obras de Juan Sánchez Cotán y Juan van der Hamen y León. La Cesta de guisantes y cerezas con jarrones de flores es una de las más tempranas obras de Van der Hamen, firmada y fechada en 1621, pero que ya muestra la madura y sofisticada técnica del artista. Van der Hamen toma prestada la idea de escena y el motivo de colgar fruta de Sánchez Cotán y el elegante resultado de éste y otros bodegones, con sus indicios de lujo, dotaron al pintor de gran popularidad entre una clientela próspera y cortesana. Su estimación es de £400.000 – 600.000. Van der Hamen pasó el testigo a Juan de Arellano, el principal pintor español de naturalezas muertas, cuyas dos obras Bodegón de rosas, lirios, campanitas y otras flores en una cesta sobre un pedestal de piedra y Bodegón de tulipanes, jacintos silvestres y otras flores en una cesta sobre un pedestal de piedra, estimadas en £80.000 – 120.000 y £40.000 – 60.000 respectivamente, completan esta estelar alineación de pintura del Siglo de Oro español.

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