El Instituto Cervantes celebra el centenario del edificio que alberga su sede central en Madrid con una conversación entre cuatro expertos, seguida de un concierto a cargo de EME Dj. Con este acto el Instituto Cervantes rememora los cien años de trayectoria del icónico inmueble que erigieron los célebres arquitectos Antonio Palacios y Joaquín Otamendi.

El director del Instituto Cervantes, Juan Manuel Bonet, charla con César Antonio Molina, escritor y exdirector de la institución (bajo cuyo mandato se realizó en 2006 el traslado a la actual sede, en la calle de Alcalá, 49), y con los arquitectos Francisco Javier Gutiérrez-García Mosteiro y Álvaro Otamendi, bisnieto este último de Joaquín de Otamendi.

Tras la mesa redonda se descubre una placa conmemorativa y a continuación EME Dj (Marta Fierro), una de las artistas más reconocidas de la música electrónica española, ofrece una selección de piezas que repasan cien años de historia de la música en Madrid. Todo ello enmarcado en el amplio programa de actividades culturales que ha organizado el Instituto en la Semana Cervantina.

Con motivo del centenario, el Instituto ha editado un libro con imágenes actuales de su sede central realizadas por José Manuel Ballester, premio Nacional de Fotografía 2010. También incluye fotos históricas durante su construcción (entre los años 1910 y 1918) y en décadas posteriores, en lo que constituye en bello paseo visual por los aledaños de la céntrica Plaza de Cibeles a lo largo del pasado siglo.

Bajo el título «Instituto Cervantes, Madrid. Centenario de un edificio», el volumen conmemorativo, de 74 páginas, contiene además textos de Juan Manuel Bonet, que escribe la presentación, y de los arquitectos Antonio Fernández-Alba («Nota breve en torno al edificio de Antonio Palacios») y Jacobo Armero («El gran cubo de Palacios»).

La emblemática edificación acogió en sus primeros años el Banco Español del Río de la Plata, sucursal en nuestro país de aquella entidad bancaria argentina, en el lugar –contiguo al Palacio de Buenavista– donde había estado el Palacio de Casa-Irujo, y en cuyos bajos casualmente había existido desde 1868 un Café Cervantes.

Inaugurada el 29 de abril de 1918, entre sus características arquitectónicas destacan las cuatro inmensas cariátides que flanquean la puerta principal y las columnas jónicas de sus dos fachadas sobre las calles de Alcalá y Barquillo. En su interior resaltan la luminosa cúpula de cristal y, en el sótano, la antigua cámara acorazada que custodia desde 2007 legados cedidos por una treintena de personalidades de la cultura de España e Hispanoamérica.

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