Agentes de la Policía Nacional han detenido en Huesca a un estafador que vendía falsos lingotes de oro a través de plataformas de venta online para canalizar sus productos. Se han aprehendido falsificaciones de 90 lingotes de oro, 50 monedas conmemorativas y 73 monedas de plata, todas ellas muy perfeccionadas y elaboradas utilizando las recomendaciones antifraude publicadas por la Casa de la Moneda de Australia. Los agentes han localizado a víctimas de la estafa en Huesca, Barcelona y Madrid.

5.000 euros por cinco lingotes falsos

La investigación se inició a raíz de la denuncia presentada en Huesca por uno de los afectados, que compró a través de una aplicación de telefonía móvil cinco lingotes de oro desembolsando por ellos 5.000 euros. Una vez tuvo los lingotes en su poder, acudió a una joyería acreditada para que analizaran el material con el que estaban fabricados y pudo comprobar que había comprado lingotes totalmente falsos.

Los investigadores realizaron gestiones y localizaron a otros tres posibles perjudicados en Barcelona y Madrid, contactando con los mismos y recomendándoles que efectuaran las correspondientes pruebas sobre los lingotes que habían adquirido. Estos compradores comprobaron que, efectivamente, los lingotes que les habían vendido eran también falsos.

Los agentes averiguaron la identidad del estafador y constataron que se disponía a cometer un nuevo fraude por lo que procedieron a su detención. En el momento del arresto portaba 8 lingotes falsificados en sus bolsillos y 4155 euros. Durante los registros efectuados en los domicilios del detenido, en la provincia de Huesca y en la región de Murcia, se aprehendieron otras setenta y dos réplicas de lingotes -la mayoría de una importante Fábrica de Moneda de Australia, pero también procedentes de Suiza, Turquía y Canadá- así como monedas de plata y monedas conmemorativas de la Ciudad del Vaticano, San Marino e Italia.

Utilizaba un manual antifraude para mejorar las réplicas

El detenido utilizaba las plataformas de venta online para publicar la venta de los lingotes, anunciándolos a un precio solo ligeramente inferior al precio de mercado. De esta forma no generaba desconfianzas por la diferencia de precio y podía llegar a obtener un beneficio del 1200%.

Además, los lingotes que ofertaba se trataban de falsificaciones muy perfeccionadas y que emulaban lingotes emitidos por la Casa de la Moneda de Australia. Este organismo elaboró en el año 2015 un documento de consulta publicado en Internet que detallaba aquellos elementos de sus lingotes que podían advertir de una posible falsificación para evitar de esta forma fraudes en las operaciones de compraventa.

El detenido utilizaba el manual para mejorarse y perfeccionar sus réplicas, corrigiendo pormenores que según esta guía antifraude alertaban de una posible estafa. Entre el material incautado se hallaron tres lingotes de una etapa anterior a la elaboración de este informe; el resto de material intervenido ya había subsanado los defectos detectados.

De esta manera, el comprador tenía ante sus manos un lingote que superaba el manual elaborado por esta refinería oficial. De hecho, el detenido sacaba provecho de una de estas características -un envoltorio plástico con el número de serie grabado- para convencer a sus clientes de que no efectuaran la prueba del oro, puesto que si manipulaban este embalaje el precio del lingote se devaluaría.

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