El Espacio 1 y la Sala de Bóvedas del edificio Sabatini son el marco elegido para la presentación del último trabajo del artista David Bestué, titulado ROSI AMOR, un proyecto escultórico concebido específicamente para esta ocasión.

La práctica artística de David Bestué (Barcelona, 1980) se centra fundamentalmente en la escultura si bien en ocasiones esta tiene un origen performático y a veces un carácter efímero del que sólo se conserva la documentación fotográfica. En su realización cuentan especialmente los materiales que aportan nuevos valores por oposición, lecturas irónicas o históricas, etc… incorporando soluciones inicialmente impensables.

En los últimos años, sus proyectos escultóricos han realizado una revisión crítica de determinados acontecimientos históricos y desarrollos estético-formales que caracterizaron las vanguardias del siglo pasado en los campos artístico, arquitectónico y literario.

En Rosi Amor, trabajo de producción propia del Museo Reina Sofía que se presenta dentro del Programa Fisuras, Betsué propone una investigación material y formal a partir de tres técnicas escultóricas: el corte láser, el molde y la reutilización de elementos de diferentes épocas, inspirada en los materiales de construcción que evocan los barrios madrileños de Las Tablas y Vallecas y el Monasterio del Escorial; lugares asociados, a su vez, con las ideas estéticas de lo empresarial, lo popular y lo histórico.

De la estética fría a los poemas de resina

En la primera sala del espacio expositivo se presentan una serie de péndulos y planchas lisas recortadas con siluetas geométricas realizadas en metacrilato y otros materiales y cortadas a láser, cuyas figuras y colores imitan una estética fría y desprovista de afectos.

Estas piezas están realizadas con materiales modernos y con una técnica basada en la tecnología. Por eso evocan el territorio de Sanchinarro y Las Tablas, barrios de reciente construcción en el norte de Madrid, cuyos edificios de oficinas presentan una construcción muy similar al de estas figuras.

Para el artista, estas obras constituyen el prólogo de la exposición; presentan una estética, un material y una técnica escultórica que sirven como “un contrapunto bastante frío” a los poemas de resina que se exponen en la segunda sala.

En ésta se exhiben una serie de objetos domésticos realizados con resina y materiales orgánicos e inorgánicos de múltiples procedencias, molidos, pulverizados y mezclados en moldes.

Estos poemas de resina deben su nombre al concepto de “poemas sin palabras”, idea con la que trabaja Bestué y con la que pretende dotar a los objetos físicos de un significado semántico a través de los materiales que los componen, de la misma manera que las palabras lo hacen con los poemas. El uso de la resina en estas obras dota de consistencia a la mezcla y permite al artista darle al material la forma que desea.

Para Bestué, el material es más importante que la forma: “Me importa la materia porque es la pervivencia del pasado traída al presente por cualquier objeto”. En los poemas de resina lo que hace es licuar la materia, pulverizarla. Al moler un objeto atomiza su sustancia para que de repente adquiera un nuevo cuerpo justo después de desaparecer.

En algunos objetos el artista ha utilizado materiales de lugares específicos que puedan provocar la evocación de sitios, momentos y sucesos, que generen en el público “un estado de ánimo particular”. Con esto pretende introducir en la escultura elementos tangibles como las emociones. Esto es lo que sucede en piezas como Manzana de ceniza del 11-S sobre un taburete con partículas del muro de Berlín, en la que se ha valido de materiales de esos lugares concretos y que recuerdan los acontecimientos que allí sucedieron.

Los poemas de resina evocan el barrio de Vallecas. Ha obtenido los moldes para estas piezas de objetos que ha ido encontrando en sus paseos por el barrio. Asimismo, se interesa por el sur de Madrid porque es un espacio en constante transformación a nivel matérico: “es el barro, el trigo y el yeso, la memoria popular”.

Entre las obras de poemas de resina cabe destacar la pieza A y B, realizada utilizando un trozo de pared real de la habitación donde nació una persona y un trozo de pared real de la habitación donde murió esa misma persona.

La última obra de esta estancia, una reproducción de un reloj de la colección del Palacio Real del Pardo, El tiempo nuevo transporta al tiempo viejo, proporciona el referente que sirve de punto de unión con la siguiente sala de la exposición.

El material al servicio de la representación del tiempo

El descenso por las escaleras que llevan a la Sala de Bóvedas, situada en el sótano del Museo, se vincula simbólicamente con el descenso para acceder a la cripta del Panteón de Reyes de El Escorial. Aquí el artista ha acumulado elementos del pasado, sin jerarquía ni orden, como si se tratase de un trastero o una cripta expoliada, en la que se mezclan diferentes tiempos históricos en una suerte de memoria desorganizada. Son fragmentos arqueológicos (rejas, balaustradas, armarios, paneles…) de diferentes épocas y distintos materiales (madera, metal, etc.), como ruinas o despojos de un pasado que no se puede recuperar.

Bestué está muy interesado en la idea de mezcla de tiempos históricos, “como si el tiempo fuera un material más y también pudiera cambiar de forma o pulverizarse”. Justo eso es lo que ha intentado reflejar en la primera estancia de la Sala de Bóvedas. Aquí se pueden destacar dos obras que representan la idea del tiempo lineal y del tiempo centrífugo.

El tiempo lineal es una larga barra de metal sustentada sobre pivotes formada por varios segmentos unidos, cada uno de una época distinta, desde el trozo más antiguo de un extremo al más moderno del otro.

El tiempo centrífugo es un dispositivo que contiene diversos elementos arquitectónicos de distintos periodos artísticos (gótico, barroco, neoclásico, romántico, etc.) que van girando insertados en unas varillas.

Como cierre, la última sala del recorrido es un espacio muy sencillo, como de recapitulación de las anteriores. En el centro hay un banco de piedra y una farola que permiten observar una serie de naranjas, compuestas de diferentes materiales, dispersas por el suelo. En palabras del artista: “La iluminación es tenue, de atardecer, como cuando comienzan a aparecer los colores naranjas en el cielo y el azul se hace más intenso. Está pensada para pasar el tiempo en ella, sin más, un lugar propicio para mantener una conversación”.

Esta exposición se complementa con 00:00h, una escultura situada en el exterior del Museo que se activa durante un corto periodo de tiempo en el momento del cambio de día.

La muestra va acompañada de una publicación con una conversación del artista con la poeta María Salgado.

David Bestué
Es Licenciado dentro de la especialidad de escultura por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona. Artista multidisciplinar, David Bestué es un referente clave para entender la revisión crítica de las vanguardias y los formalismos del siglo XX que se ha llevado a cabo en los últimos años, destacando sobre todo lo relacionado con el desgaste de los discursos postmodernos.

Interesado por la arquitectura y la ingeniería, sus investigaciones sobre ambas materias han dado lugar a libros como Enric Miralles a izquierda y derecha (también sin gafas) o Formalismo puro (ambos publicados por la editorial Tenov). También ha publicado La línea sin fin, una serie de fanzines escritos juntamente con Andrea Valdés.

David Bestué ha presentado sus trabajos individuales a nivel nacional en ciudades como Madrid o Barcelona, así como en citas internacionales tan importantes como la Bienal de Venecia (junto a Marc Vives) en 2009, o Gasworks, Londres, en 2010.

Entre sus exposiciones se pueden destacar Aproximación parcial al trabajo de un arquitecto (Sala Montcada de la de la Fundación “La Caixa”, Barcelona, 2005, y Arkitekturmusseet, Estocolmo, 2008), Formalismo Puro (Sis Galeria, Sabadell, 2010), Open Estudio (Gasworks, Londres, 2010) y Piedras y poetas (Estrany de la Mota, Barcelona, 2013).

Datos de interés:
David Bestué. ROSI AMOR
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Programa Fisuras (Espacio 1 y Sala de Bóvedas)
Fechas: 12 septiembre 2017 – 26 de febrero 2018
Coordinación: Rafael García

Imágenes: Vista de sala de la exposición David Bestué. ROSI AMOR. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Septiembre 2017. Fotografía Juaquín Cortés/Román Lores. Archivo fotografico del Museo Reina Sofía.

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