En los meses de septiembre y octubre Fundación Mapfre abrirá las salas de exposiciones de Madrid y Barcelona con tres exposiciones.

La exposición Zuloaga en el París de la Belle Époque, 1889-1914, que podrá visitarse a partir del 28 de septiembre en la Sala Recoletos (Paseo de Recoletos, 23, Madrid), ofrece una nueva visión del pintor vasco, cuya obra, que en gran parte se desarrolla en el París de cambio de siglo, se muestra en perfecta sintonía con el mundo moderno en el que se inscribe, tanto temática como formalmente.

La muestra incluye cerca de 90 obras del propio Zuloaga, algunas de ellas menos conocidas, que el pintor realiza en sus primeros años de estancia parisina, así como de algunos de los artistas que tanto influyeron en su trayectoria como Picasso, Sargent, Emile Bernard o Rodin.

La sala de exposiciones situada en la Calle Bárbara de Braganza, 13, en Madrid, será el lugar donde se presente la exposición de fotografía Nicholas Nixon, que abrirá sus puertas al público a partir del 14 de septiembre.

Considerado uno de los fotógrafos más importantes de las últimas décadas Nicholas Nixon (Michigan, Detroit, 1947), muestra, con su obra, un claro interés por las posibilidades descriptivas que la cámara le ofrece. Su obra revela una tensión entre lo visible, el contenido, y lo invisible, los pensamientos e inquietudes que afloran en sus imágenes.

Se trata de la mayor retrospectiva del artista realizada hasta la fecha en la que el mundo propio de Nixon actúa como hilo conductor: desde las frías vistas de Nueva York o Boston de los años setenta hasta la conocidísima serie de las Hermanas Brown, sin duda una de las reflexiones más certeras sobre el paso del tiempo en la historia de la fotografía

En Barcelona, Fundación Mapfre presentará El Infierno según Rodin expuesta desde el 12 de octubre en la Casa Garriga Nogués (Carrer de la Diputació, 250).

La exposición, que tiene como eje central La puerta del Infierno de Auguste Rodin (1840-1917), pretende introducir al espectador en el espacio de creación de uno de los más emblemáticos escultores franceses. La muestra reúne cerca de un centenar de esculturas –treinta de ellas restauradas para la ocasión- y casi cuarenta dibujos, así como varias maquetas y modelos que permiten seguir su proceso creativo y la evolución que la puerta fue sufriendo a lo largo de los años.

Considerada la obra central de la carrera del escultor francés, en la que trabajó durante más de veinte años, esta obra monumental ofrece una visión espectacular del infierno, febril y tormentosa a la par que sensual y evocadora.

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