La Biblioteca Regional Joaquín Leguina ha recibido hoy el ‘Legado Pedro Salinas’ procedente del Instituto de Enseñanza Secundaria Cervantes de Madrid y compuesto por 1.432 obras de procedencia y cronología heterogénea, algunas de las cuales fueron sacadas de la casa del autor en 1938 para evitar su destrucción y depositadas en la Biblioteca Nacional.

La directora general de Patrimonio Cultural, Paloma Sobrini, ha presidido hoy esta entrega del legado, “que constituye un acto de responsabilidad por parte del equipo directivo del IES Cervantes y un reconocimiento a la labor que hacen las instituciones para custodiar un patrimonio bibliográfico que queremos compartir con todos los ciudadanos”.

Tras su paso por la Biblioteca Nacional, las obras fueron trasladadas al IES Cervantes, probablemente para dotarle de fondos que pudieran utilizar los estudiantes y se fueron incorporando obras de los años 1940, 1950 y 1960 procedentes de otras instituciones madrileñas de principios del siglo XX como la Residencia de Niños o el Patronato de Misiones Pedagógicas, entre otras.

Se trata, por tanto, de una colección esencialmente de literatura compuesta por obras literarias españolas de todas las épocas y, en menor medida, de autores extranjeros, entre los que destacan Pedro Salinas, Luis Cernuda, Emilio Prado, Manuel Machado, José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, Miguel de Unamuno, Azorín, Rubén Darío, Marcel Proust y Henry de Montherlant.

“El valor patrimonial de esta colección reside en proceder, en su mayoría, de uno de los poetas madrileños más destacados del siglo XX, con un amplio número de primeras ediciones de autores de la Generación del 27 y aproximadamente 600 ejemplares de éstos con dedicatorias manuscritas de los autores a Pedro Salinas”, ha destacado Sobrini.

Es una colección con una vida accidentada, muy vivida en cada momento, como se aprecia en el uso de los ejemplares. Así, ha sido biblioteca privada, luego colección dedicada a la enseñanza, hasta ahora que pasa a formar parte de una colección patrimonial. Este paso implica emprender un conjunto de medidas encaminadas a su conservación, descripción y difusión.

Las obras que forman parte de este legado han sido incluidas en el Catálogo Colectivo de Patrimonio Bibliográfico y en la Biblioteca Regional se ubicarán en los depósitos con un control diario de temperaturas y humedad, además de restaurarse los libros que precisen una actuación más urgente. Además, se procederá a la digitalización de la colección.

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