cabecera-francisco-nievaEste fin de semana el mundo de las letras despidió al dramaturgo Francisco Morales Nieva, fallecido a los 91 años en su domicilio de Madrid, según informó la Real Academia Española (RAE). Nieva, nacido en Valdepeñas (Ciudad Real) el 29 de diciembre de 1924, ocupaba la silla ‘J’ de la RAE desde el 29 de abril de 1990, cuando tomó posesión con el discurso titulado Esencia y paradigma del ‘género chico’.

La biografía de Francisco Nieva es una de las más apasionantes del siglo XX y refleja con precisisón el discurrir de los acontecimientos políticos, sociales y estéticos en España. Su nacimiento en Valdepeñas (Ciudad Real) le vincula con las raíces de lo español, y así se puede ver, como una constante, en casi toda su producción.

La guerra civil le lleva a vivir sus sueños escondido en Sierra Morena. Llega a Madrid en la posguerra y se sumerge de lleno en una vanguardia -el Postismo- que pretende traer un poco de aire a esta etapa de una España desolada y triste. Su estancia en París, con viajes a Venecia, Berlín, Roma… le hacen vivir de pleno la revolución estética que se genera en Europa. De ahí surge su nuevo teatro que, junto con la raíz española, conforma una de las voces más originales del teatro español y europeo.

Vuelve a España en 1964. Comienza su inmersión en el teatro como escenógrafo, donde alcanza notables éxitos, pero en 1976 irrumpe como autor teatral en el panorama español y su obra ha ido jalonando de magia y sensualidad el devenir del teatro español en los últimos años.

Académico de la Real Academia Española desde 1990, donde ocupa el sillón J, su producción teatral le ha valido el Premio Nacional de Teatro en dos ocasiones (1980 y 1992); el Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Literatura Dramática; el Premio Valle-Inclán (2011), por la escritura y dirección de Tórtolas, crepúsculo y… telón; el Premio Max… Por su producción literaria en general, se le otorgó el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1992.

Esta vida, en la que a veces es imposible distinguir entre el arte y la realidad, se puede disfrutar en sus memorias autobiográficas: LAS COSAS COMO FUERON, Espasa Calpe, 2002.

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