9788415963783El libro rescata y estudia centenares de cartas escritas por presos y presas anónimos en sus celdas y barracones y se ha presentado en la sede del Centro Documental de la Memoria Histórica en la Plaza de Los Bandos de Salamanca. El libro Cartas presas trata sobre la correspondencia carcelaria en la Guerra Civil y el Franquismo y es un estudio de Verónica Sierra Blas.

Acompañaron a la autora en la presentación, Manuel Melgar Camarzana, director de Centro Documental de la Memoria Histórica; María José Turrión García, subdirectora del Archivo de la Guerra Civil y Josefina Cuesta Bustillo, catedrática de Historia Contemporánea de la Universidad de Salamanca y miembro del Patronato del Centro Documental de la Memoria Histórica.

Verónica Sierra Blas, autora del libro es Doctora en Historia y Profesora de Historia de la Cultura Escrita en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alcalá, donde coordina el Seminario Interdisciplinar de Estudios sobre Cultura Escrita (SIECE) y el Grupo de Investigación LEA (Lectura, Escritura, Alfabetización). Su línea principal de investigación es el estudio de los testimonios escritos de carácter personal, especialmente las cartas, producidos por la gente anónima durante la Guerra Civil y el Franquismo. En este sentido, ha trabajado, entre otros muchos temas, sobre la correspondencia entre los soldados y las madrinas de guerra, sobre la escritura epistolar en prisión y sobre las cartas de niños evacuados y exiliados.

El libro rescata y estudia centenares de cartas escritas por presos y presas anónimos en sus celdas y barracones para cumplir con dos finalidades. Una es contar la historia de la Guerra Civil y del régimen franquista desde el interior de los centros de reclusión que poblaron nuestro país durante cuatro décadas, todas ellas, fieles e inigualables testimonios de aquel tiempo convulso y del pensar y del sentir de sus autores y destinatarios. La otra, no menos importante, es rendir homenaje a cada una de las personas que escribió o recibió esas correspondencias carcelarias, cuya conservación resulta ser enormemente dispersa, llamativamente desigual y especialmente frágil, quienes al escribir y leer todas esas cartas hicieron posible sin saberlo que hoy podamos construir una historia diferente.

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