- Revista de Arte – Logopress - https://www.revistadearte.com -

El siglo de Oro español en los museos alemanes

El Siglo de Oro. The Age of Velázquez, exposición de la Gemäldegalerie – Staatliche Museen zu Berlin (Museos Estatales de Berlín), en colaboración con Kunsthalle München y la Obra Social “la Caixa” reúne por primera vez en Alemania,  a partir del 1 de julio, la pintura y la escultura del siglo XVII en toda su fascinante diversidad.

Esta gran exposición presenta más de 130 obras maestras procedentes de 64 instituciones internacionales, entre ellas, el Museo del Prado de Madrid, el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, el Museo del Louvre de París y el Museo Nacional de Escultura de Valladolid. Están representados destacados pintores de la época, como Murillo, Velázquez y Zurbarán, al igual que los escultores Gregorio Fernández, Pedro de Mena y Juan Martínez Montañés. La exposición se lleva a cabo con el patrocinio conjunto de Felipe VI, rey de España, y el presidente federal, Joachim Gauck, según ha informado La Caixa.

La exposición ha sido posible gracias a la participación de la Obra Social “la Caixa”, en el marco de una colaboración más amplia con la pinacoteca alemana por la cual también se puede ver en CaixaForum Zaragoza la muestra Settecento, con obras maestras de pintura italiana del siglo XVIII.

En la rueda de prensa de presentación han participado, entre otros, el director general de Staatliche Museen zu Berlin Berlin (Museos Estatales de Berlín), Michael Eissenhauer; el director del Área de Cultura de la Fundación Bancaria “la Caixa”, Ignasi Miró; y los comisarios Roberto Contini y María López-Fanjul.

El Siglo de Oro —la Edad de Oro del arte español— sigue siendo uno de los capítulos más importantes de la historia cultural europea. Destacados pintores de la época, como Bartolomé Esteban Murillo, Diego Velázquez y Francisco de Zurbarán pertenecen a la categoría de los grandes maestros de la historia del arte, al igual que los escultores Gregorio Fernández, Pedro de Mena y Juan Martínez Montañés.

Este verano, por primera vez, la pintura y la escultura del siglo XVII en toda su fascinante diversidad podrán ser ampliamente exploradas fuera de España. La Gemäldegalerie, que posee una de las colecciones más importantes de pintura española de Alemania, dedicará su atención a la Edad de Oro con una gran exposición en la que se expondrán más de 130 obras maestras procedentes de 64 instituciones internacionales, entre ellas, el Museo del Prado de Madrid, el Metropolitan Museum of Art de Nueva York (Museo Metropolitano de Arte de Nueva York), el Louvre de París y el Museo Nacional de Escultura de Valladolid.

Paradójicamente, el Siglo de Oro pertenece a una época marcada por profundas crisis: epidemias, hambrunas y conflictos armados que causaron una gran convulsión en toda Europa. A principios del siglo XVII, España todavía seguía siendo el país más poderoso del hemisferio occidental, con territorios que se extendían por los cinco continentes. No obstante, el rey Felipe IV, que ascendió al trono del Imperio español en 1621, luchó por combatir el continuo declive y la constante pérdida de territorios y de hegemonía política. Frente al sombrío panorama de la realidad social, el arte se convirtió en el medio político más importante para simular una pretendida existencia de estabilidad y poder.

El Siglo de Oro. The Age of Velázquez muestra la opulencia artística de la época comprendida entre los años 1550 y 1680, teniendo en cuenta las condiciones políticas y geográficas del momento. Siguiendo el ejemplo de los centros de arte más importantes de España, la exposición describe en orden cronológico el desarrollo general de la pintura y la escultura del Barroco durante los reinados de Felipe III, Felipe IV y Carlos II. De esta forma, los visitantes son transportados a través de diferentes regiones artísticas cuyas ciudades más importantes son Madrid, Valladolid, Toledo, Valencia y Sevilla. Se ha concedido una especial atención a unos temas concretos, entre ellos, el retrato y las naturalezas muertas, así como a la estrecha relación entre la pintura y la escultura, que alcanza su máxima expresión en la forma de magistrales esculturas de madera policromada.

Se ha dedicado una sala de la exposición exclusivamente a los grabados españoles, con singulares piezas barrocas del Kupferstichkabinett del Staatliche Museen zu Berlin, que serán expuestas por primera vez.

Bajo el reinado de Felipe III (1578-1621, rey desde 1598), una gran diversidad y una intensa influencia extranjera modelaron el arte español. Originario de Grecia, Doménikos Theotokópoulos (el originalísimo artista conocido con el sobrenombre de El Greco) trabajó en la ciudad de Toledo.

En su obra, combinó las tradiciones pictóricas española e italiana con las de su tierra natal, desarrollando un estilo propio que influyó en muchos de sus contemporáneos.

El artista Juan Sánchez Cotán, que también vivió en Toledo, junto con el madrileño Juan van der Hamen y León, desempeñaron un significativo papel en el desarrollo de un estilo típico español de naturaleza muerta: el bodegón.

El ciudad portuaria de Sevilla, rica y cosmopolita en aquella época, fue el corazón artístico de Andalucía. Las obras religiosas destinadas a las Américas también se crearon aquí. El representante más importante de la escuela sevillana de escultura es Juan Martínez Montañés, cuyas esculturas se caracterizan por un profundo realismo y una verosímil interpretación de la realidad.

La segunda parte de la exposición está centrada en la cima artística de los grandes maestros del periodo Barroco, contextualizada por las élites políticas y religiosas de su época. Felipe IV (1605-1665, rey desde 1621) fue un gran amante del arte, y junto con su valido, el conde-duque de Olivares, utilizó el arte como su principal instrumento de propaganda política frente a la gran crisis económica y social de su época. El inmenso número de iniciativas artísticas que patrocinó con ese objetivo hizo que Madrid, la sede de la corte, se convirtiera en el centro artístico más importante de España.

La capital atrajo a muchos artistas, entre ellos, el sevillano Diego Velázquez, que a la edad de 24 años obtuvo un puesto en la corte y muy pronto fue nombrado pintor de cámara, el cargo más importante que podía obtener un artista. Como pintor, Velázquez se distinguió especialmente por los retratos, de hecho, en su cargo, era responsable de la creación de los retratos oficiales del monarca y su familia. La empatía y el interés por la psicología de sus personajes, palpables en todas sus obras, también influyeron en los numerosos retratos que realizó de otras personalidades de la corte y su entorno.

Durante la Contrarreforma, la Iglesia fue la responsable del mayor número de encargos de obras de arte de la época, y en Valladolid se creó una escuela independiente de escultura, dedicada exclusivamente a temas religiosos. Gregorio Fernández fue su principal representante y se convirtió en el escultor español de más éxito del siglo. Su Cristo yacente de El Pardo (1627) es una obra maestra ejemplar de escultura de madera tallada policromada y una de las creaciones más representativas de la escultura barroca española. El artista adorna su estatua reclinada de tamaño natural con elementos añadidos como dientes de marfil y uñas hechas con cuerno de toro, para conseguir una efecto más realista. La cuidadosa ejecución de la policromía se atribuye a los pintores Diego de la Peña y Jerónimo de Calabria. Este tipo de esculturas profundamente dramáticas expresan una religiosidad que emerge de nuevo en esa época, que se puede explicar como una reacción en contra de la Contrarreforma. Con ellas se pretende fortalecer la fe religiosa, dejando una impresión imperecedera en quienes las contemplan. Otro ejemplo de escultura policromada es un grupo formado por figuras a tamaño natural que representa la escena de Cristo llevando la cruz camino del Calvario (después de 1610), y que actualmente se continúa utilizando en las procesiones de Semana Santa de Valladolid. Hoy, por primera vez en la historia, se expondrá en Alemania, en la Gemäldegalerie.

El arte de Valencia también se caracterizó por un profundo sentido religioso y de espiritualidad. En parte gracias a su lejanía de Madrid, Valencia, ciudad de nacimiento de José de Ribera, evolucionó como centro artístico independiente con un estilo representativo propio. En la Virgen con el niño y San Bruno, realidad y alucinación se confunden magistralmente entre sí. Otro impresionante ejemplo de Sevilla es San Francisco de Asís en su tumba, de Francisco de Zurbarán. En esta pintura, de tamaño natural y pintada de frente, la frontera entre lo natural y lo sobrenatural se disuelve y el espectador se ve confrontado con un suceso milagroso.

Como sede de la corte, Madrid fue una de las mayores ciudades de Europa a finales de siglo, en tanto que muchas otras ciudades españolas sufrían un constante declive demográfico.

El heredero natural de Felipe IV fue su hijo Carlos II (1661-1700, rey desde 1665). Como consecuencia de la centralización de Madrid, toda la actividad artística se concentró en la capital y se generó un intenso intercambio entre los artistas que vivían en la ciudad. Los encargos más importantes fueron los frescos para la decoración de edificios e iglesias.

La obra de los artistas muestra, al mismo tiempo, la influencia de su entorno y de las convulsiones de aquellos tiempos. Bartolomé Esteban Murillo, junto con Velázquez, el pintor barroco español más conocido de su época, creó un género de pintura en el que representaba escenas de la vida cotidiana en la calle. Niños comiendo pastel muestra a dos niños descalzos y vestidos con harapos. La expresión alegre y la ingenua naturalidad de los niños eclipsan su evidente pobreza.

El fin de siglo marcó también el fin de estos días dorados para el arte; no obstante, el Siglo de Oro dejó una huella imborrable y tangible en la obra de las futuras generaciones de artistas. El cambio de siglo, con la muerte del rey sin descendencia, señaló el final de la línea española de la dinastía de los Habsburgo y el inicio de un nuevo capítulo en la historia de España.

Con el título Reencuentros. Diálogos con el Siglo de Oro, podrán verse instalaciones de los artistas contemporáneos españoles Anna Talens, Pablo Alonso y Alex Arteaga, en el vestíbulo del Kulturforum. Estas instalaciones están explícitamente relacionadas con la Edad de Oro, estableciendo un diálogo con el discurso actual.

Simultáneamente a la exposición, se ha programado en Berlín un serie de eventos culturales bajo el lema «Verano de Oro en Berlín». Una amplia red de colaboradores —museos en el Kulturforum, instituciones, escuelas de idiomas, librerías, academias de flamenco, restaurantes y bares de tapas— participarán en un extenso programa de exposiciones, conciertos, conferencias, proyecciones de películas y muchas otras promociones y eventos especiales. El programa completo está disponible online en www.goldenersommer.de.

El Siglo de Oro. The Age of Velázquez ha recibido el apoyo del Kuratorium Preußischer Kulturbesitz, el Sparkassen-Finanz-gruppe y la Fundación Bancaria ”la Caixa”. La exposición también ha sido patrocinada por el Kaiser Friedrich Museumsverein, la Embajada de España, el Instituto Cervantes y el Museum&Location.

Datos de interés:
El Siglo de Oro. The Age of Velázquez (http://www.artefakt-berlin.de/aktuelle-projekte/el-siglo-de-oro.html)
Fechas: Del 1 de julio al 30 de octubre 2016

Imágenes:
Diego Velázquez, Marte, Hacia 1638. © Museo Nacional del Prado
Bartolomé Esteban Murillo, Ecce Homo, 1670. © Museo de Bellas Artes de Murcia