Las obras de restauración de la fachada occidental de la catedral de Ávila, promovidas por el Cabildo y la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, comenzaron hace unos días con la instalación del andamio y las primeras pruebas de limpieza.
Paralelamente, se ha llevado a cabo una premonitorización de la seo, destinada a determinar dónde y cómo se instalarán los sensores que servirán para conocer mejor las causas de los daños y patologías que afectan al espacio.
Tras el montaje del andamio y la colocación de la red de protección se ha comenzado por una primera inspección y revisión del proyecto de restauración y ya se han realizado las primeras pruebas de limpieza de la piedra, de rejuntados y eliminación de vegetación. Igualmente, se ha acabado con la palomina de la terraza y se han ejecutado parte de los trabajos de limpieza del cuerpo superior.
El estado de la portada se corresponde al esperado en los estudios previos. Aunque, sorprende la superficie de la roca, pues en apariencia es áspera y dura, y resulta difícil de comprender la intensidad de los deterioros, producidos cuando está húmeda. De hecho el principal problema de la fachada es la humedad que ha derivado en disgregaciones, descamaciones, fragmentaciones y roturas. Para paliar su efecto se está actuando en tres niveles, por un lado, se colocarán unos elementos de cornisa que impidan que el agua moje directamente la piedra con la que está construida la portada. Por otro lado, una de las actuaciones más inmediatas, será la apertura de un hueco que facilite el acceso a la terraza superior, para impermeabilizarla y evitar las humedades que actualmente se filtran hacia la fachada.
Finalmente, se recuperará el valor intrínseco de la portada restaurando el tímpano calado y sus emplomados en el exterior y modificando el cortavientos del interior para que pueda ser contemplada en todo su esplendor. En este sentido, ya se ha estudiado el sistema de desmontaje del cortavientos de madera, dado que su enorme peso y la dificultad de manipulación, obligará a cerrar temporalmente, por espacio de unas dos semanas, la entrada principal a la catedral, proceso que, previsiblemente, tendrá lugar a principios del mes de septiembre.
Sensores para conocer el estado real de la fachada
Paralelamente a las tareas de restauración, se llevará a cabo una segunda fase de estudio, que permitirá un mejor conocimiento de las patologías que afectan a la fachada. En esta ocasión, se recurrirá a la solución tecnológica smart patrimonio, desarrollada por la Fundación Santa María la Real de Patrimonio Histórico y Telefónica, que ya ha sido instalada también en la muralla de la ciudad.
En este caso, se colocarán una veintena de sensores, que permitirán controlar aspectos como la temperatura, la humedad, la luminosidad o la emisión de gases. Así, tras unos meses de monitorización, los técnicos y el Cabildo, dispondrán de datos científicos sobre el grado de humedad o sobre cuánto afectan realmente la emisión de gases y la contaminación a la piedra de la fachada. Por ahora, se ha realizado una premonitorización destinada a garantizar la cobertura necesaria para la transmisión de datos y a determinar cuáles son los lugares idóneos para la instalación de los sensores.
El plazo para la ejecución de los trabajos de restauración es de cinco meses y forma parte de una actuación mucho más amplia, que cuenta con un presupuesto global de 260.400 euros.
Fachada occidental de la catedral de Ávila
La catedral de Ávila comienza a construirse en el siglo XII. De origen tardorrománico, mudó al gótico al alargarse las obras hasta el siglo XV. Es entonces cuando se encarga a Juan Guas, arquitecto y escultor español de origen flamenco, uno de los máximos exponentes del gótico tardío castellano, que traslade la portada original gótica de la fachada occidental a una puerta secundaria al norte, con mejor acceso desde el palacio episcopal, y que la sustituya por una nueva y adelantada, de modo que la nave mayor gana, además, un nuevo tramo. La portada de Juan Guas fue, posteriormente, reformada en el siglo XVIII.
La Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, un proyecto desde Castilla y León, es una entidad privada sin ánimo de lucro, cuya misión fundamental es la de promover iniciativas de desarrollo sostenible, basadas en estudio, investigación, restauración, conservación y difusión del patrimonio.