IberdrolaLa muestra La piel translúcida, compuesta por una selección de piezas pertenecientes a Iberdrola, ofrece la oportunidad de conocer el modo en que actualmente una gran corporación -de origen español, pero ya plenamente internacional- se plantea la construcción de una colección de arte contemporáneo, sus criterios de selección, sus métodos de adquisición, el uso que confiere a las piezas dentro de sus instalaciones y, lo más importante, el tipo de narración que pretende elaborar como horizonte último del tejido artístico que elabora y en el que la trama (los hilos horizontales) son las obras concretas y la urdimbre (la hilatura vertical), las ideas que relacionan las piezas entre sí.

Al hilo de esta exposición se han organizado unos encuentros entre especialistas en arte para abordar algunas cuestiones derivadas de lo coleccionado y lo expuesto. No se trata de que la Colección de Iberdrola centre exclusivamente las reflexiones que puedan darse, sino que, a partir de ella como un modelo posible, se extraigan conclusiones de carácter más general al contrastar distintos tipo de coleccionismo vinculados con el mundo de la empresa, como corporación integrada por muchos protagonistas, y al mundo del empresario, como individuo particular. De tal manera, estos encuentros se organizan en torno a tres cuestiones colindantes.

Una aborda comportamientos y características de empresarios que como sujetos privados deciden coleccionar arte, unas colecciones que -al margen de sus componentes y peculiaridades- son posibles gracias a los beneficios económicos obtenidos por el empresario en el desarrollo de sus negocios, tanto si vinculan arte y negocios en algún modo como si no lo hacen de ninguna manera. Se abordará dentro de este tema la cuestión de cuál ha sido la evolución histórica del comportamiento de los empresarios en tal materia, caso de haber existido, hasta desembocar en el momento presente.

Muy diferente es el supuesto de que no sea el empresario, como propietario de su actividad, quien decide coleccionar arte, sino que lo haga una empresa -en la que la propiedad se halla multi-repartida- la que adquiere obras de arte, poniéndolas a nombre de la misma como un bien patrimonial más. ¿Qué supone para las corporaciones -de la índole que sea- este patrimonio singular: un refugio, una imagen, una responsabilidad…?

Finalmente, como tercer encuentro se establece una conversación entre arquitectos y artistas acerca de las relaciones entre estos profesionales cuando una corporación encarga a un artista la realización de una pieza específica para determinado lugar de su sede corporativa, sea el caso de que obra artística y construcción de sede corporativa se desarrollen en paralelo y de común acuerdo entre sus autores en paralelo o sea cuando la obra artística se integra en el edificio una vez acabado éste.

1.- Empresarios y coleccionistas.
Conversación entre los participantes

Santiago Olmo, escritor y comisario, investigador de la familia Huarte como coleccionistas y promotores de proyectos artísticos en Navarra y Madrid.
Mª Dolores Jiménez-Blanco, historiadora del arte y patrona del Museo del Prado. Autora de El coleccionismo de arte en España. Una aproximación desde su historia y su contexto
Javier González de Durana, comisario.
José Mª Lafuente, empresario y coleccionista creador del Archivo Lafuente en Santander.

Martes 28 abril de 18:00 a 19:30.

2-. Coleccionismo corporativo.
Cada participante interviene por 10 minutos para pasar después a un dialogo abierto al público.

Rafael Orbegozo, jefe del Gabinete de Presidencia y responsable de la Colección Iberdrola.
Laura Fernández Orgaz, Directora de Proyectos de Arte y Tecnología de la Fundación Telefónica.
Alicia Ventura, Responsable de la Colección DKV y comisaria independiente.
Yolanda Romero, Conservadora de la colección de arte del Banco de España.

Miércoles 29 de abril de 18:00 a 19:30.

3.- La relación arte-arquitectura en las sedes corporativas.
Cada participante interviene por 10 minutos para pasar después a un dialogo compartido al público.

Jesús M. Lazkano, artista
Darío Urzay, artista.
Belén Moneo, arquitecto.
Anatxu Zabalbeascoa, Periodista, El País.

Jueves 30 de abril 18:00 a 19:30

Artículo anteriorTres nuevas exposiciones en el Museo Lázaro Galdiano en mayo y junio
Artículo siguientePretextos textiles en la BNE, basado en el Códice de los trajes