La asociación Fusionarte, en colaboración con ProColombia ha inaugurado la exposición: DIEZ DE CIEN. Se trata de una apuesta por visibilizar el trabajo de creadores internacionales cuya obra se sitúa entre el mundo del arte y de la artesanía y promueve la creación de piezas únicas, resultado de un ejercicio de reflexión en torno a la identidad del país invitado en ARCOmadrid 2015. Los diez artistas, entre los que destacan nombres como Catalina Estrada, Federico Uribe, Ana Sarmiento y Silvia Tcherassi, y diez objetos ganadores, se pondrán ver en la Casa de América, como antesala al inicio de la Feria.
Ya tenemos los ganadores de DIEZ DE CIEN, convocatoria para la creación de un objeto artístico en torno a la identidad colombiana. De entre los casi 50 participantes que se han presentado a la primera edición, el jurado, compuesto por Ana Milena Celis (Manos a la obra), Ana María Fríes (Directora Revista AXXIS), Aída Furmanski (Gerente General Artesanías de Colombia), María Paz Gaviria (Directora ArtBo), José Darío Gutiérrez (Creador y Director Proyecto Bachué), Claudia Hakim (Artista y directora de NC-Arte), y José Pablo Arango Calle (Gerente Marca Pais. Procolombia) ha seleccionado los diez proyectos artísticos ganadores.
“La exposición acercará al público piezas de creadores contemporáneos con el fin de fomentar nuevas vías de coleccionismo en torno a obras de corte experimental, únicas o de edición limitada, que apelan al aspecto más emocional de los objetos cotidianos que nos rodean” asegura Verónica Durán, Presidenta de la Asociación Fusionarte.
Para María Claudia Lacouture, Presidenta de ProColombia: “Esta exposición y la participación de Colombia en ARCO, luego de siete años de la última vez que un país latinoamericano fuera invitado a esta feria, es ejemplo de la importancia que la cultura y el arte colombiano está tomando en el escenario mundial”.Y agregó: “Nuestro país se destaca internacionalmente por albergar grandes eventos artísticos como ArtBo, la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo, el Salón Nacional de Artistas, Arte en Espacio Público de Barranquilla, Odeon, entre otros. Así mismo, sólo hablando de Bogotá, la ciudad cuenta con más de 60 galerías y 58 museos que impulsan la cultura artística del país”.
Estos son los diez artistas y objetos artísticos que han resultado ganadores:
«Pet Lamp» de Álvaro Catalán de Ocón. Las PET Lamp se realizan con botellas de plástico PET recuperadas de las calles de Bogotá y tejidas con gran maestría con Paja de Tetera por artesanos del Cauca desplazados por la guerrilla en Bogotá.
«Homenaje a Colombia» de Carlos Torio. Tejidos ceremoniales que nos recuerdan la primitiva semilla del cafetal recolectada con sudor y riesgo por el hombre.
«Clutch Wayuu» de Silvia Tcherassi. Pieza única elaborada por las mujeres indígenas de la comunidad Wayuu en la Guajira e intervenida.
«Selva de la Tierra» de Jorge Lizarazo. El tejido se plantea como un recorrido por nuestro país, donde está presente la biodiversidad, los colores, las texturas y los habitantes propios de las distintas regiones de donde provienen las fibras que usamos para tejer y las diferentes maneras de hacerlo.
«A orillas del Guaviare» de Catalina Estrada, proyecto en el que La flora y la fauna son la principal fuente de inspiración para construir un universo basado en la sencillez de la belleza y en su visión sobre la naturaleza domesticada.
«Flor» de Federico Uribe, proyecto que centra su atención en las flores como quinto renglón de exportación de Colombia.
«Pequeños dignatarios» de Nadín Ospina, proyecto que incide de manera especial en la crítica de las visiones tópicas y los estereotipos que desde fuera se aplican a Colombia. Con una gran intensidad de síntesis plástica, se desvela cómo los tópicos y los estereotipos deformantes lo contaminan todo, incluso lo pretendidamente más inocente: el universo de los juguetes, en el que, desde niños, se genera y forma una concepción del mundo.
«Esmeraldas» de Adriana Roa, proyecto que se detiene en las zonas más importantes de explotación de esmeraldas del país. El brillo y la espectacularidad de la esmeralda colombiana son cualidades precedidas por el difícil trabajo de los mineros. Es una ardua tarea que, según se cree, tiene una historia anterior a la existencia de Jesucristo, cuando los antepasados esculcaban las montañas para ofrecer los hallazgos a sus dioses.
«Encuentro de dos Mundos» de Paloma Castello, proyecto en el que explora a través de su trabajo con los espejos como símbolos de identidad, el conjunto de rasgos de otras culturas que forman parte de la identidad colombiana.
«Oro Supreme» de Ana Sarmiento. Inspirada en los colores de la rana Arlequín del pacífico, la pieza es un reflejo de las tradiciones precolombianas de los habitantes de la Sierra Nevada de Santa María.
Sala Camoens, Casa de América (23 de febrero-1 de marzo)