Venus y Adonis después de la restauraciónVenus y Adonis pertenece a la pinacoteca española, mientras que Dánae se conserva en Apsely House (Londres, Reino Unido), como parte de la colección del duque de Wellington, a quien Fernando VII regaló el cuadro tras la Guerra de la Independencia. En parte por su mal estado de conservación, esta pintura no despertó el interés que merecía y desde el siglo XIX los especialistas la consideraron una copia ejecutada por otro autor.

Los estudios técnicos realizados sobre este lienzo han permitido confirmar sin lugar a dudas no sólo que es una obra original, sino que fue la primera del sexteto realizado por Tiziano.

Tanto Dánae como Venus y Adonis han sido sometidas a análisis de radiografía y reflectografía infrarroja. El equipo de especialistas de la pinacoteca ha podido así detallar el proceso creativo seguido por Tiziano, quien tomaba como base obras anteriores que modificaba y enriquecía en función del destinatario y el precio del encargo, lo que explica la gran calidad pictórica de estos lienzos.

Con la información facilitada por estos exámenes se ha acometido la restauración de estas pinturas, que han recuperado su esplendor. Ambas tenían problemas similares por la gran cantidad de suciedad, repintes, refuerzos y barnices oxidados que presentaban y que no dejaban apreciar la pincelada original, además de las notables transformaciones estructurales que han sufrido.

No obstante, era la Dánae de la colección Wellington la que se encontraba en peor estado de conservación cuando llegó al Museo del Prado para su estudio y restauración, hasta el punto de no poderse reconocer la mano de Tiziano por antiguas intervenciones. Además, el lienzo fue recortado en sus cuatro lados, sobre todo su tercio superior en el que aparecía el rostro de Júpiter y sus atributos, un águila con los rayos, que fue eliminado.

Por el contrario, el cuadro de Venus y Adonis fue ampliado con añadidos que incrementaron su ancho en once centímetros, modificando la composición, que ahora ha sido recuperada tras ocultar la tela adicional.

Dánae, después de la restauraciónEl proceso de restauración, realizado por la técnico del Museo Elisa Mora ha consistido en eliminar todo aquello que impedía la lectura correcta de las obras a través de la limpieza de los barnices oxidados y de la eliminación de los repintes, especialmente en las zonas oscuras, para posteriormente estucar las lagunas y pérdidas y realizar un retoque cromático.

De esta forma, la luz de ambas obras ha recuperado su valor y se ha vuelto a definir los espacios, las formas y los volúmenes, encontrándose así en condiciones similares a otras grandes obras maestras del pintor italiano.

Estas pinturas se exponen una vez restauradas de nuevo juntas en el Museo del Prado, por primera vez en dos siglos. La muestra, comisariada por Miguel Falomir y que se podrá visitar hasta el 1 de marzo de 2015, presta especial atención al citado proceso creativo explicado a través de la documentación técnica. Además, junto a estos cuadros se exhibe también otra de las versiones de Dánae conservada en el Prado, que llegó a España tras ser adquirida por Velázquez.

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