Retrato_Julio_Caro_BarojaLa Biblioteca Nacional de España dedica una exposición a Julio Caro Baroja con motivo del centenario de su nacimiento. Julio Caro Baroja (Madrid, 1914 – Vera de Bidasoa, 1995) se puede contemplar en el Salón Italiano de la BNE hasta el 6 de enero del 2015, y consta de una selección bibliográfica (60 piezas) que incluye libros, artículos, y algunos estudios sobre el escritor madrileño.

Entre sus obras expuestas, están Estudios Vascos (1973), Ensayos sobre la cultura popular española (1979), Los fundamentos del pensamiento antropológico moderno (1991), Las falsificaciones de la historia (1996), y Las brujas y su mundo (1997).

Caro Baroja dedicó su vida al estudio del hombre como un todo social y cultural, ayudándose de disciplinas tan diversas como la antropología, la etnografía, la lingüística, el arte o la literatura. Fue pionero en la aplicación conjunta de saberes como la historia y la etnología, y sus trabajos tuvieron una importante proyección, sobre todo, en el mundo anglosajón, despertando el interés por la cultura tradicional española.

Para entender su personalidad y su obra, se hace imprescindible la lectura de Los Baroja, memorias familiares. En el repaso que el escritor hace de su vida se hace evidente la importancia que el entorno familiar tuvo en su formación intelectual y en su vocación. El lugar de mayor relevancia lo ocupa su tío, Pio Baroja, que le inculcó el gusto por la lectura, el interés por la historia y la antropología, la sensibilidad hacia las formas de vida populares, y su admiración por la filosofía de Kant, al que citó muchas veces en sus escritos. Pero también tienen relevancia los primeros años vividos en la madrileña calle de Mendizábal, donde su padre tenía una imprenta-editorial, o la influencia de su madre y su tío Ricardo, ambos pintores, y que le transmitieron la sensibilidad por la pintura, una faceta menos conocida del autor, que se recoge en Los mundos soñados de Caro Baroja

Amó su tierra de adopción, el País Vasco, y le dedicó muchos de sus libros desde perspectivas muy diversas, desmontando muchos de los tópicos sobre el nacionalismo. Todos estos estudios se recogieron más tarde en los 18 volúmenes de Estudios Vascos.

Dentro de su producción, resulta especialmente atractivo el grupo de obras dedicadas a brujas, judíos, moriscos, gitanos, mendigos, bandidos y otras minorías, porque combinan en su elaboración el conocimiento de leyendas y tradiciones con las actas o documentos de archivo. Algunos de estos estudios le dieron un gran prestigio internacional. También le interesó el concepto de lo popular, como por ejemplo, la literatura de cordel, los oficios poco frecuentes o las fiestas populares, rompiendo de nuevo el tópico que separaba las formas populares y cultas del arte en dos categorías.

En cuanto a su proyección pública, es destacable su trabajo como director del Museo del Pueblo Español, cuyas colecciones ordenó y aumentó. Si bien estuvo marginado en los ambientes universitarios, con el tiempo le llegarían los reconocimientos. En 1963 ingresó en la Real Academia de la Historia y en 1986 en la Real Academia Española. En 1983 fue distinguido con el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales y en 1985 con el Premio Nacional de las Letras Españolas.

Horario de la exposición: de 9 a 21h, de lunes a viernes, y los sábados de 9 a 14h.

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