Irene Iribarren expone hasta el viernes 14 de diciembre cuarenta obras entre las que dieciséis hacen referencia a Corea. Como buena retratista ha sabido captar la esencia del paisaje y del color tan característico de este rico país. Como los artistas coreanos la pintura de Irene Iribarren está llena de colores alegres y contundentes. Corea tiene una rica herencia cultural y su amor al arte ha conquistado los mercados internacionales. El colorido de su tierra y sus habitantes se refleja en cada una de sus obras.

Corea ha sabido mantener sus costrumbres  gracias a su amor por el arte. Los artistas, artesanos coreanos, han contribuido notablemente en la conservación de las tradiciones pasando su sabiduría a sus sucesivas generaciones. De esta forma es fácil encontrar expertos grabadores de maderas, magníficos dibujantes que dominan las técnicas de la pintura, la cerámica y la caligrafía. Su pintura está impregnada de la honestidad y sencillez del pueblo coreano. Tradicionalmente la pintura popular es conocida como pintura “funcional” y fue ampliamente utilizada por el pueblo en la antigua Corea para decorar sus casas o expresar sus deseos de una larga y feliz vida. Muestra un inequívoco anhelo por la felicidad.

Datos de interés:

Irene Iribarren

¨Una Mirada hacia Oriente¨

Sala Multiusos del Centro Cultural Coreano en Madrid (Paseo de la Castellana, 15 – 28046 Madrid) www.centroculturalcoreano.com

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