“Goya: Caprichos y disparates”

Del 30 de octubre de 2012 al 10 de febrero de 2013

La exposición consta de estampas pertenecientes a la colección, de obra gráfica del pintor, de la Fundación Juan March.

Con 102 estampas, la exposición presenta las series completas de los Caprichos (80 grabados, 3ª edición de 1868) y de los Disparates (22 grabados, 18 de ellos de la sexta edición, de 1916, y 4 adicionales de la primera edición, de 1877), pertenecientes a la colección de obra gráfica del pintor de la Fundación Juan March.

Los Caprichos fue la primera colección de grabados preparada por Goya para ser vendida como conjunto. Probablemente su génesis fue lenta y ha de verse ligada a la crisis de su enfermedad desde 1792, que le hizo refugiarse en sí mismo y dar libertad al capricho y a la invención. En estos grabados, la realidad queda atrapada en lo que tiene de más singular, de más incisivo, de más irracional, de más difícilmente reductible a razón o a arquetipo. El contenido de las estampas, tan particular, se consideró mordiente y peligroso en su tiempo. Debajo de estas generalizaciones abstractas, sus contemporáneos veían, probablemente con razón, acusaciones más concretas, doblemente sospechosas en los años en la que en la vecina Francia se vivían las conmociones de la Revolución.

Los Proverbios, Disparates o Sueños constituyen la serie de grabados más difícil de interpretar. Obra de la vejez del maestro, parece ser inmediatamente posterior a la Tauromaquia, de un ambiente espiritual próximo al de las Pinturas Negras y, como éstas, cabe fecharlas en torno a 1819-1823. Algunas pruebas llevan inscripciones autógrafas, según parece del mismo Goya, que las titulaba Disparates, lo que ha permitido generalizar esta denominación, adecuada a aquello que se suele presentar como extremadamente absurdo e irracional. Desde la atmósfera de cerrado pesimismo que vive el viejo Goya en los años de la restauración absolutista, parece evidente que una interpretación general de la serie ha de intentarse por la vía del tema clásico del absurdo de la existencia, de lo feroz de las fuerzas del mal, del reinado de la hipocresía o del fatal triunfo de la vejez, el dolor y la muerte sobre la vida humana.

Considerado como el punto de partida hacia el arte de la modernidad, como precursor de algunas de las manifestaciones artísticas más singulares del siglo XX, Goya fue un referente, entre otros, de autores tales como Saura, Viola, Millares y Canogar, del grupo El Paso, representantes de la vanguardia española de posguerra (cuyas obras pueden verse en la Colección Permanente del Museo); así como también del propio Fernando Zóbel, creador del Museo de Arte Abstracto Español, de Cuenca. Algunos de los Cuadernos de Apuntes de Zóbel contienen dibujos que hacen referencia a los Grabados de Goya, que podrán verse también en está exposición.

Francisco de Goya (Fuendetodos, 1746 – Burdeos, 1828) comienza su carrera artística como pintor de encargos de frescos religiosos y cartones para tapices. En 1789 es nombrado pintor de cámara de Carlos IV. Sus retratos de la familia de este monarca español, así como de otras figuras de la nobleza, o sus “Majas” –desnuda y vestida–  son bien conocidos. La guerra contra los franceses en 1808 y su condición de liberal perseguido por el absolutismo monárquico de Fernando VII, junto a su temprana enfermedad, que le sumirá en la sordera total, marcarán decisivamente su obra. Los Fusilamientos del 3 de mayo, la Carga de los mamelucos o la serie Pinturas Negras, son otras de las obras de Goya universalmente conocidas. En 1823 se exilia a Francia.

En el conjunto de la abundante y magistral producción de Goya, el gran poder de difusión del grabado brindó al artista un cauce más amplio para la labor de crítica, de regeneración moral y de estímulo al pensamiento que proponían sus coetáneos, los ilustrados. El arte de Goya en sus grabados posee un valor testimonial, una fuerza que supera la caricatura para convertirse en reportaje gráfico de la España de su tiempo.

Goya provoca en el arte occidental un cambio sustancial de las pautas artísticas, tanto en sus aspectos técnicos como temáticos, anunciando el paso de los esquemas clásicos hacia la modernidad. Goya transmite la libertad creadora de su arte, y es considerado por muchos como el punto de partida del impresionismo, expresionismo, surrealismo y otras manifestaciones. Como comentaba Alfonso Emilio Pérez Sánchez, el que fuera director honorario del Museo del Prado, «Goya está ahí mismo, y la fuerza terrible de sus imágenes, la amplitud y, a la vez, profunda unidad de su obra, la crisis que vivió le mantienen dolorosamente entre nosotros. A caballo entre dos siglos, longevo y lleno de vitalidad, Goya se nos presenta como la suma de muchos artistas juntos; el ´maestro de los tapices´, el ´maestro de las pinturas negras´, el ´maestro de los retratos burgueses´. La tensión emocional, distinta en cada momento, encontró en Goya, en cada ocasión, un lenguaje y una forma aparentemente diversos pero con unas constantes que han actuado como detonador de su sensibilidad”.

Datos de interés:
Museo de Arte Abstracto Español
Fundación Juan March
C/ Canónigos, s/n – 16001 Cuenca

Precios de entrada:
Normal: 3 €
Reducida: 1,50 €
Gratuita: Nacidos y residentes en Cuenca.
Menores de 10 años.

Horario
De martes a viernes y festivos: 11-14 h. y 16-18 h.
Sábados: 11-14 h. y 16-20 h.
Domingos: 11-14,30 h.
Lunes: cerrado.

 

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