El CA2M Centro de Arte Dos de Mayo presenta una espectacular instalación del alemán Gregor Schneider en la que el visitante podrá “recorrer el museo sin verlo”. Dead End (Punto muerto), que así se titula la pieza, es un enorme sistema de tuberías por el que el espectador se introduce y transita en una experiencia realmente sorprendente.

Desorientación, claustrofobia, angustia e incluso miedo son las sensaciones que provoca esta obra que recorre el interior del centro de arte como “un intestino”, como lo definió el comisario de la muestra, Veit Loers. “Dentro del túnel, el espectador se siente como en un lugar subterráneo”, explicó Loers. Y añadió que parecía un “proyecto utópico” de realizar, pero que ha sido posible.

A esta especie de laberinto gigante se accede desde la calle, sin necesidad de entrar al edificio del CA2M. Una vez recorridos los pasillos oscuros, los insólitos espacios y las habitaciones húmedas que forman la instalación y que Schneider ha creado para la ocasión, se sale de nuevo a la calle. Un auténtico viaje por la oscuridad. Una especie de atracción de feria, en la que se camina por pasillos sin luz, se suben escaleras e, incluso, se accede a una cámara frigorífica.

Viaje por el interior del edificio
La creación de esta instalación ha obligado a anular las entradas habituales a las salas de exposición en la primera planta, ya que a varios de los espacios concebidos por Schneider solo se puede acceder a través de los tubos y unas escaleras de incendio que hay en su interior.

Ferrán Barenblit, director del CA2M, describió la exposición como “un proyecto muy ambicioso” y animó a los visitantes a “experimentar” la muestra.

Gregor Schneider es uno de los artistas conceptuales alemanes más relevantes de su generación. Él concibe su trabajo como esculturas tridimensionales en las que se puede pasear y participar. Exactamente como en la instalación que propone ahora en el CA2M. En 2001, presentó su obra Totes Haus u r (La casa de u r muerta) a la Bienal de Venecia, que obtuvo el León de Oro.

Schneider nació en esa casa, que se encuentra en el Bajo Rin, y actualmente sigue viviendo y trabajando en ella. En 1985, comenzó a llenar el edificio con una serie de estancias inquietantes. Duplicó paredes y ventanas, añadió nuevos espacios y experimentó con los espacios. Las estancias creadas por el artista han sido reconstruidas a lo largo de estos años para ser expuestas en museos. De hecho, los espacios que se intercalan a lo largo del recorrido de Dead End, son copias de las existentes en Totes Haus u r.

La exposición, la primera dedicada a este artista en España, se completa con la exhibición de más de 200 fotografías y algunos vídeos de proyectos realizados por Schneider en distintos puntos del mundo durante los últimos 25 años, y que se puede visitar en la segunda planta del CA2M.

Irene G. Vara

Gregor Schneider. Punto muerto
CA2M. Centro de Arte Dos de Mayo
Del 28 de octubre al 26 febrero
De martes a domingos, de 11.00 a 21.00 horas
Entrada libre

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