El Museo del Prado y Patrimonio Nacional han suscrito un convenio de colaboración para el estudio técnico y la restauración de El Calvario de Rogier van der Weyden, una de las grandes obras de la colección de pintura flamenca que se conserva en el Monasterio de El Escorial. La intervención de la obra, que junto con El Descendimiento (conservado en el Museo del Prado) es la más alta representación del maestro de Tournai en España, se llevará a cabo en los talleres del museo.

Van der Weyden pintó El Calvario en torno a 1460 y a mediados del siglo XVI la obra pasó a formar parte de las colecciones reales españolas. Los diversos avatares sufridos por el cuadro, que incluyen el traslado forzoso a Madrid durante la invasión napoleónica, han tenido sus consecuencias en el estado de conservación de esta excepcional pieza.

Ya en la década de los 40, el Museo del Prado llevó a cabo una importante restauración de El Calvario, que permitió valorar las relativas buenas condiciones en que se encontraba la obra. Ahora, se pretende que el estudio técnico, junto con la aplicación de las nuevas tecnologías, permitan devolver a la tabla su aspecto original. Macrofotografías, reflectografías infrarrojas, radiografías o análisis estratigráficos son algunas de las técnicas que utilizarán.

Se trata de una tabla de madera de roble compuesta de trece paneles finos. Como sucedió con la reciente intervención en las tablas de Adán y Eva de Durero, el planteamiento de soluciones es una tarea entre el restaurador de soporte y el de superficie pictórica.

Complejidad del soporte
El soporte es estructuralmente frágil. En una primera impresión solo se aprecia una grieta que divide el cuadro en dos mitades, pero tras un estudio más profundo, se podrían encontrar más fisuras. El bastidor de pino en retícula, que genera unas enormes tensiones sobre la tabla, habría impedido el movimiento natural de la madera y provocado estas grietas.

En cuanto a la capa pictórica, se observan daños agudizados por las distintas limpiezas. El deterioro más importante se concentra en la mitad inferior. A simple vista se pueden ver densos repintes amarillentos que cubren tanto las pérdidas como la pintura original. Una vez concluida la intervención, que se calcula que llevará unos dos años, la obra se exhibirá en el Museo del Prado durante tres meses antes de su regreso a El Escorial.

Rogier van der Weyden (Tournai 1399-Bruselas 1464) fue, junto con Jan van Eyck, el pintor más importante de los Países Bajos durante el siglo XV. En sus obras se aprecia gran maestría de las composiciones, elegancia en las actitudes y dramatismo en los gestos. Además de las dos obras citadas, en España se conserva una tercera obra de Van der Weyden. Se conserva en la Cartuja de Miraflores y forma parte de su retablo.

Irene G. Vara

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