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«Un vestido para Catalina» en la Noche de los teatros

El Museo del Traje ha organizado una visita treatralizada para el próximo 26 de marzo

Aunque hoy injustamente olvidada, Catalina Bárcena fue una de las grandes actrices españolas. Junto a Margarita Xirgu y María Guerrero, integró el grupo de actores más importante de la historia del teatro español.

En 1912 inicia su relación con Gregorio Martínez Sierra, con el que formará pareja sentimental y profesional en la Compañia Cómico – Dramática, hasta el fallecimiento de éste en 1947.

En 1930, la pareja viaja a Hollywood donde nuestra actriz será la protagonista de una serie de películas producidas por la Fox Film Corporation, siempre con argumentos pensados exclusivamente para ella.

Su último trabajo (y el único desde su regreso del exilio) fue una aparición en la película Adiós Mimí Pompón, estrenada en 1961. Falleció en 1978, prácticamente olvidada.

Los personajes de la trama
Catalina Bárcena estuvo casi toda su vida ligada profesional y sentimentalmente a Gregorio Martínez Sierra, con el que vivió una relación “adúltera” por ambas partes: cuando se conocieron ambos estaban casados y nunca obtuvieron el divorcio de sus respectivos cónyuges, algo todavía muy escandaloso para la época. Juntos, además, tuvieron una hija, Catalina (o Katia). Gregorio Martínez Sierra siempre estuvo casado legalmente María de la O Lejarraga, también escritora y probable autora real de las obras firmadas por el dramaturgo. María Lejárraga nunca asintió a concederle el divorcio. Como muy bien explica Juan Pando en su fabuloso artículo Los trajes malditos de la diva adúltera, “… Los tres formaron durante muchos años un triángulo estrambótico en la que la primera triunfaba con los personajes que creaba la segunda, y que él ponía en escena”.

Por su parte, Catalina Bárcena, tampoco llegó nunca a divorciarse de su esposo legítimo, Ricardo Vargas, con el que se casó para legalizar la situación de su primer hijo, también fruto de una relación con otro hombre casado, en este caso Fernando Díaz de Mendoza, esposo de María Guerrero, su propia mentora.

Gregorio Martínez Sierra fue un hombre de gran vocación literaria desde su juventud, en 1900 contrae matrimonio con María de la O Lejárraga, con la que le unía su pasión por la dramaturgia y con la que desarrolló una carrera literaria de gran éxito. Martínez Sierra fue uno de los grandes impulsores de la escena teatral española de la época y autor de obras de gran éxito, entre las que destaca Canción de Cuna, escrita junto a María Lejárraga.

María de la O Lejárraga (también conocida como María Lejárraga o María Martínez Sierra) fue la esposa de Gregorio Martínez Sierra. Desde que en 1953 publicara su libro de memorias Gregorio y yo. Medio siglo de colaboración, la mayor parte de los investigadores son de la creencia de que gran parte de las obras de Gregorio Martínez Sierra fueron escritas por ambos o bien exclusivamente por su esposa. Como bien comenta su biógrafa, María Bianchi, “María fue víctima de la traición de un marido siete años más joven que ella, pero siguió escribiendo los ensayos que él firmaba y representaba en su nombre”. A pesar de su separación, siempre se consideró su viuda, y siguió firmando siempre sus obras como María Martínez Sierra.

Katia ( Catalina), la hija de que tuvieron Gregorio Martínez Sierra y Catalina Bárcena en común, al comienzo de su larga relación sentimental, fue la receptora de una importante colección de objetos que pertenecieron a sus padres. La gran parte de éstos están actualmente depositados en el Museo Nacional del Teatro de Almagro. Se trata de una colección compuesta por objetos variados entre los que destacan fotografías y documentos, así como 115 prendas, mantas de viaje, maletas y grandes baúles – armario. Una pequeña selección de ellos está actualmente expuesta en el Museo del Traje. Junto con ellos, destaca un traje masculino de color blanco perteneciente a su padre, Gregorio Martínez Sierra, en la vitrina dedicada a la Chocolatería el Indio. Todas las prendas están perfectamente conservadas y pueden ser consideradas como auténticas obras de arte.

Como anécdota, deberíamos saber que, tras la muerte de su madre, Katia fue animada por su confesor a destruir todo aquello que recordara la relación pecaminosa de sus padres. Sin embargo prefirió ocultarlo guardándolo todo en armarios que posteriormente tapió, lo que contribuyó a la perfecta conservación de las piezas.

Sinopsis de la representación
En esta representación, Catalina Bárcena y su criada nos contarán pequeños retazos de su historia a medida que va empaquetando en grandes baúles sus trajes de Dior, Poiret, Loewe y Lanvin, a ritmo de charlestón. En cada historia que se cuenta cada personaje tiene un vestido, y cada uno de ellos guarda la esencia, el arte y la personalidad de la actriz. Los viajes a Hollywood, su introducción en el mundo del celuloide y su apasionada relación con el dramaturgo Gregorio Martínez Sierra serán los protagonistas. En su primera visita a Hollywood, Catalina queda tan encantada con la tierra en la que las mujeres llevan pantalones y beben Whisky, que decide volver a cruzar el charco. Pero detrás de su deseo de triunfar en el mundo del celuloide se esconde la firme intención de alejar a su compañero de viaje y amante, Gregorio Martínez Sierra, de su mujer a efectos legales.

Datos de interés:

26 de marzo de 2011
Visita Teatralizada «Un vestido para Catalina«.

Directora: Yael Belicha
Autora: María Fernanda Cosín
Intérpretes: Paloma Vidal ; Cecilia Solaguren y Joan Espasa.
Duración: 15’

Museo del Traje. CIPE Avda. Juan de Herrera, 2  (28040 Madrid)

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