Vencer distancias es un arte

Andrés Merino Thomas

Para Arturo Gómez Quijano es un tópico que el mundo anglosajón tenga el monopolio de los mejores profesionales de la comunicación. Como experto y coordinador de formación en la materia, reconoce que es cierto que los norteamericanos dominan el mercado editorial en esa área y la de las técnicas de marketing, pero subraya que cualquier programa televisivo sobre anuncios publicitarios premiados es buena prueba de la enorme proporción de creativos de éxito de nacionalidad española o argentina, por poner un ejemplo en lo que a entornos iberoamericanos de excelencia se refiere. Veinte segundos de publicidad constituyen toda una obra de arte. Gómez Quijano comienza con reflexiones de este tipo su “Comunicación para ejecutivos”, un interesante manual que, publicado en Ediciones Internacionales Universitarias, nos propone a través de un sencillo elenco de propuestas comentadas para mejorar habilidades interpersonales.

Tras distinguir la denominadas “tres distancias” (ante individuos, ante grupos de personas y ante audiencias con las que no se tiene contacto físico), el autor asocia a cada una de ellas su correspondiente técnica de comunicación: loa habilidad directiva para la distancia corta; saber hablar en público para la media y la gestión de las relaciones con los medios de comunicación para lo que denominamos distancia larga. A partir de ahí, entra de lleno en consejos prácticos con una sencilla estructura formal: un breve enunciado al que siguen algunas reflexiones concretas, puntuales, con una solidez lógica que aumenta su atractivo y credibilidad. A veces los enunciados parecen sentencias a medio camino entre lo obvio o lo políticamente correcto: “El objetivo de toda comunicación no es ganar: es persuadir”. Si, pero, ¿cómo conseguir que nuestros interlocutores se adhieran “emocionalmente” a los postulados? Gómez Quijano apuesta por compartir emociones comunes a todos los seres humanos, ponerlas en común. El ejemplo citado sirve para poner de relieve el carácter profundamente humano del proceso comunicativo: “Empiece siempre con una idea positiva”, “Sonría, hasta por teléfono. Es la llave maestra”.

El lector encontrará un buen libro de estrategia. Sin duda, la técnica de exponer ideas-fuerza es mucho más eficaz que diseccionar una vez más la teoría clásica de la comunicación como la interacción de elementos como emisor, receptor, canal, mensaje… Es cierto que ya entrado el siglo XXI no sería especialmente novedoso limitarse a repasar paradigmas como “Es mejor hacer preguntas que acusaciones” o “Aproveche la magia de la primera vez, es única”. Que algunos estén incluidos no es problema. Se añaden muchos más, originales, y los que ya conocemos, de exponen con una visión verdaderamente práctica, en muchos puntos novedosa y desde una perspectiva original.  En realidad, “Comunicación para ejecutivos” es un manual sobre el arte de vencer distancias con técnicas que están muy al alcance.

 “Comunicación para ejecutivos. Las tres distancias de la comunicación en las organizaciones”

Arturo Gómez Quijano

Prólogo de José Ramón Pin

Madrid, Ediciones Internacionales Universitarias, 222 pág.

ISBN: 978–84–8469–259–1

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