Hasta finales de enero la Galería Elvira González muestra un conjunto importante de obras del  artista norteamericano Alexander Calder (1898-1976). Sus famosos mobiles, standing-mobiles, gouaches, figuras de alambre de acero y joyas. En 1976, año de su fallecimiento,  el Whitney Museum de Nueva York le dedica una gran  retrospectiva.

Calder muere a la edad de 78 años, consagrándose como uno de los artistas más prolíficos del siglo XX. En la última década se han realizado importantes exposiciones retrospectivas del artista. Las más destacas son:  En 2000, Iwaki City Art Museum de Japón. Un año después se pudo ver su obra en el Museo de Arte Moderno, Toyama, Japón. En el año 2003 el Museo Guggenheim Bilbao acogía la exposición «Calder. La gravedad y la gracia». También el Museo Reina Sofía  abrió sus puertas a estas obras. Desde entonces han podido disfrutar de exposiciones en The Pace Wildenstein Gallery, en el Moma de San Francisco y también en el de Nueva York . En Whitney Museum of American Art, Nueva York. En el Centro Pompidou, Paris. Y en el Museo de arte contemporáneo de Chicago. Durante estos días un interesante conjunto de piezas están expuestas en la Galería Elvira González del artista norteamericano y se podrá ver hasta finales de enero.

Alexander Calder es un artista fundamental del siglo XX. Con su obra, amplió los límites del concepto de escultura, consiguiendo una auténtica revolución del género.  El movimiento, la ligereza, la sensibilidad al utilizar materiales modestos, la escultura que cuelga, sin plinto… son conceptos pioneros que desarrollará exhaustivamente a lo largo de su trayectoria artística.

Su estilo nace de la conexión entre la sensibilidad de un artista de la vanguardia internacional de su momento y la ingenuidad propia de un artista norteamericano. Como afirmó James Johnson Sweeney, el arte de Calder es un arte genuinamente americano, mezcla de perspicacia y curiosidad junto con tosquedad y firmeza. Su estilo es pura joie de vivre, sensibilidad y belleza.

El humor y el juego caracterizan sus trabajos sobre el circo que inició al trasladarse a Nueva York en 1923, donde forma parte de la Art Students League. Así, uno de sus primeros trabajos consiste en la realización de bocetos para el Circo de los  Ringling Brothers y Barnum & Bailey, experiencia ésta importante para su desarrollo como artista y siendo el motivo del circo  una constante  durante el resto de su carrera.

Cuando en 1926 Calder se traslada a París, sus figuras de alambre y el Cirque Calder son el medio por el que se introduce en el panorama artístico parisino, realizando retratos de su círculo de amigos y personalidades de la época. Entre éstos destacan  artistas como  Joan Miró, Marcel Duchamp y Fernand Léger, entre otros.

Durante los años 1930 – 1936 desarrolla los primeros trabajos abstractos creando su escultura cinética, que consiste en un sistema de manivelas  denominada como “mobile” por Marcel Duchamp. Calder declaró “siempre me ha gustado hacer pequeños trabajos con las manos. Un día fui a visitar a Mondrian y, al mirar sus telas, me entraron ganas de hacer pintura animada. Formas que se movieran”. La abstracción en la escultura también la experimente con obras abstractas inmóviles, denominadas stabiles por el artista Jean Arp.

Calder afirma “el sentido de la forma que subyace en mi obra ha sido el sistema del Universo..…la idea de cuerpos sueltos flotando en el espacio, de distintos tamaños y densidades, tal vez de diferentes colores y temperaturas… me parece la fuente ideal de formas”.

En 1937 realiza la exposición “Stabiles and Mobiles” en la galería de Pierre Matisse. Calder define el nuevo concepto de arte en movimiento: “¿Por qué tiene que ser estático el arte? Lo que usted contempla es una abstracción, esculpida o pintada, una combinación sumamente apasionante de planos, esferas, núcleos, sin el menor significado. Puede que sea perfecta, pero permanece siempre inmóvil. El siguiente paso en la escultura es el movimiento”.

Aunque conocido ante el gran público como escultor, Calder realizó guaches desde los años 30 y a lo largo de toda su carrera convirtiéndose  esta actividad en una constante en su obra. Como el mismo declaró disfrutaba realizando guaches por la rápidez que otorgaba el medio y sobre todo por las sorpresas que le ofrecían. Los gouaches de Calder, aparentemente sencillos, son obras realizadas partir de formas naturales y reducidas a formas abstractas. Destacan por la alegría con la que están concebidas, firmemente estructuradas, y brillantemente coloreadas.

Desde mediados de los años 30, Calder desarrolla grandes encargos para el exterior. Algunos de sus primeros encargos importantes son la  Fuente de Mercurio para el Pabellón español en la Exposición Universal de París en el año 1937 y el mobile Lobster Trap y Fish Tail que son expuestos en el MoMa de Nueva York.

No es hasta después de la segunda guerra mundial, en el año 1953 que Calder recibe su primer encargo verdaderamente monumental de escala arquitectónica. La escultura for Rosenhof, cuya maqueta se puede ver en la exposición fue concebida para  un jardín publico de Hamburgo, con medidas llegarían hasta los 762 cm. La naturaleza de sus composiciones abstractas junto con los materiales utilizados y la construcción monumental dio pie a llevar la abstracción más allá del espacio de la galería, el estudio o el museo, siendo muy importante para el desarrollo del arte público y monumental.

En los años cincuenta Calder es reconocido ya como uno de los maestros del arte moderno y así se le dedican importantes exposiciones en los museos más destacados tanto en Estados Unidos como en Europa. Continuó haciendo mobiles y otras obras que eran a un tiempo invenciones técnicas, líricas, composiciones casi matemáticas y expresión de la sensualidad  de la naturaleza.

Datos de interés:

Alexander Calder
Galería Elvira González
(General Castaños, 3, bajo derecha- 28004 Madrid)
Fechas: diciembre 2010 a enero 2011
Teléfonos 91 3195900

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