En la visita que el Santo Padre, Benedicto XVI, ha realizado a la Sagrada Familia de Gaudí, que desde hoy es Basílica menor, ha hablado al corazón de los artistas. En la liturgia ha dedicado una gran parte de ella a recordar que la verdadera originalidad que llevó a Gaudí a dedicar su vida al arte fue Dios. Antonio Gaudí, un hombre austero, consecuente con su fe cristiana hasta el término de su vida. Creyó en la divina providencia, él afirmó en varias ocasiones: «San José acabará el templo». Signo visible de un Dios invisible. Artista nacido de la Fe.

En las palabras de la homilía de Benedicto XVI el número tres se repite en esta conjuganción entre Arte y Fe:

Hombre, creyente, arquitecto.

Naturaleza, Sagradas Escrituras, Liturgia.

Luz, altura, belleza.

La belleza es obra de Dios. Grita Libertad y arranca el egoismo.

En este caso el artista habla no con palabras sino con piedras.

El portavoz de la oficina de prensa de El Vaticano, Federico Lombardi, realizó una entrevista al Santo Padre, Benedicto XVI, durante el vuelo a España, el sábado 06 de noviembre de 2010.

«–Padre Lombardi: Gaudí y la Sagrada Familia se puede decir que es la combinación entre la fe y el arte.¿Cómo puede la fe encontrar su lugar en el mundo del arte y la cultura? ¿Es éste uno de los temas importantes de su pontificado?

El Santo Padre. Es así, usted sabe que yo insisto mucho en la relación entre fe y razón, la fe cristiana, tiene su propia identidad sólo con la apertura a la razón y esa razón es en sí misma, si trasciende a la fe. Pero igualmente es importante la relación entre la fe y el arte, la verdad, meta de la razón se expresa en la belleza que es y se siente como verdad. Entonces, dönde está la verdad,   donde nace la belleza, donde el ser humano se hace correctamente bueno se expresa en la belleza. La relación entre la verdad y la belleza son inseparables, y por lo tanto necesitamos la belleza. En la Iglesia, desde un principio, incluso en la gran modestia y la pobreza de la época de la persecución, la expresión de la salvación de Dios, ha estado representado mediante el arte, la pintura, en las imágenes del mundo, el canto, y más tarde en la arquitectura, el edificio, estos son elementos constitutivos de la iglesia y la asociación permanece para siempre. Así, la Iglesia era la madre de las artes desde hace siglos: el gran tesoro del arte occidental – si la música y la arquitectura y la pintura – nació de la fe dentro de la Iglesia. Hoy en día hay una “disidencia”, esto daña tanto el arte y la fe: el arte que ha perdido la raíz de la trascendencia, no está cerca de Dios, el arte se reduce a la mitad, se perdería la fuente de vida; y una fe que tenía el único arte en el pasado, no estaría en esta fe. Ahora debe volver a hablar la verdad, que siempre está presente. Así que el diálogo, el encuentro, entre el arte y la fe se inscribe en la más profunda esencia de la fe, y debemos hacer todo, porque aún hoy, la fe se exprese en el arte verdadero, como Gaudí, en la continuidad y la novedad, y que el arte no pierda el contacto con la fe.”

Más sobre el Arte y los artistas:
Carta del Santo Padre, Juan Pablo II a los artistas (23-4-1999) Ir…
A los que con apasionada entrega buscan nuevas « epifanías » de la belleza para ofrecerlas al mundo a través de la creación artística.
« Dios vio cuanto había hecho, y todo estaba muy bien » (Gn 1, 31)

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2 COMENTARIOS

  1. Me ha alegrado encontrar entre sus noticias las significativas palabras que sobre la belleza y el arte ha expresado recientemente Bendicto XVI así como el enlace a la carta de los artistas de su predecesor. Sin embargo, es una pena que la traducción no permita entender su razonamiento. Adjunto por ello la traducción realizada por Zenit. Bastaría quizás con un enlace a esta dirección que recoge toda la entrevista.
    Un saludo

    ZS10110609 – 06-11-2010
    Permalink: http://www.zenit.org/article-37173?l=spanish

    Respuestas de Benedicto XVI a los periodistas rumbo a España

    En el vuelo rumbo a Santiago, expone los dos mensajes de su visita

    EN EL VUELO PAPAL RUMBO A SANTIAGO DE COMPOSTELA, sábado 6 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Publicamos las respuestas de Benedicto XVI en un rueda de prensa concedida este sábado a los periodistas que le acompañaban en el vuelo papal rumbo a Santiago de Compostela. Las preguntas fueron expuestas, en nombre de los presentes, por el padre Federico Lombardi, director de la Oficina de Información de la Santa Sede.

    * * *
    –Padre Lombardi: Y continuando con esta línea, Gaudí y la Sagrada Familia representan, como usted ha dicho, el binomio entre fe y arte. ¿Cómo puede la fe volver a encontrar hoy su puesto en el mundo del arte y de la cultura? ¿Es éste uno de los temas importantes de su pontificado?

    –Benedicto XVI: Así es. Vosotros sabéis que yo insisto mucho en la relación entre fe y razón, en que la fe, y la fe cristiana, sólo encuentra su identidad en la apertura a la razón, y que la razón se realiza si trasciende hacia la fe. Pero del mismo modo es importante la relación entre fe y arte, porque la verdad, fin y vida de la razón, se expresa en la belleza y se autorrealiza en la belleza, se encuentra como verdad. Y donde está la verdad debe nacer la belleza. Donde el ser humano se realiza de modo correcto se expresa en la belleza. La relación entre verdad y belleza es inseparable y por eso tenemos necesidad de la belleza. En la Iglesia, desde el comienzo, incluso en la gran modestia y pobreza del tiempo de las persecuciones, la expresión de la salvación de Dios ha tenido lugar en las imágenes del mundo, en el arte, la pintura, en el canto, y luego también en la arquitectura. Todo esto es constitutivo para la Iglesia y sigue siendo constitutivo para siempre. De este modo, la Iglesia era madre de las artes por siglos y siglos. El gran tesoro del arte, música, arquitectura, pintura, ha nacido de la fe en la Iglesia. Actualmente hay un cierto disenso, pero esto daña tanto al arte como a la fe: el arte que perdiera la raíz de la trascendencia ya no se dirigiría hacia Dios, sería un arte escindido, perdería su raíz viva; y una fe que dejara el arte en el pasado, ya no sería fe en el presente. Hoy se debe expresar de nuevo como verdad, que está siempre presente. Por eso, el diálogo o el encuentro entre arte y fe está inscrito en la más profunda esencia de la fe. Debemos hacer todo lo posible para que también hoy la fe se exprese en arte auténtico, como Gaudí, en la continuidad y en la novedad, y para que el arte no pierda el contacto con la fe.

    [Transcripción no oficial realizada por ZENIT

    Traducción de Jesús Colina]

    • La historia del arte está muy ligada a la iglesia, pero no sé que está ocurriendo para que la iglesia se haya separado
      abismalmente del arte, el ejemplo lo tenemos en la Catedral de la Almudena, sobran comentarios al respecto.

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