Mario Vargas Llosa, galardonado el pasado jueves 7 de octubre con el Premio Nobel de Literatura, ha sido lector habitual y usuario de la Biblioteca Nacional de España, sobre todo en los periodos en los que ha vivido y trabajado en Madrid. Desde 1958 ha tenido carnet de usuario, y en las salas se le recuerda como un lector más, afable y atento, que nunca aceptó trato alguno preferente.

A propósito de la exposición Amadís de Gaula. Quinientos años de Libros de Caballerías, organizada por la BNE en 2008, Vargas Llosa rememoró sus tardes de lectura en las salas del Paseo de Recoletos:

El entusiasmo que me produjo el Tirant lo Blanc me volvió, durante buena parte de mi juventud, un lector empedernido de novelas de caballerías. No me quemaron el seso, como al Quijote, pero sí me depararon, como a él, ilusión y placer a raudales (con algunos bostezos, es verdad). No era fácil encontrarlas. De la mayoría de ellas no había ediciones asequibles. Cuando las había, eran libros espantosos, de letra microscópica, como los de la Biblioteca de Autores Españoles, o de papel transparente, como el tomo respectivo de Aguilar, que amenazaban con dejar ciego al heroico lector. Había que ir en busca de ellas a las bibliotecas. El helado caserón de la Biblioteca Nacional de Madrid tenía una magnífica colección y, resfríos aparte, pasé muchas tardes laberínticas de Amadises, Esplandianes, Palmerines y demás caballeros andantes. Para mi asombro, por algunas intemperancias textuales o vaya usted a saber por qué, ciertos libros de caballerías, como el Lancelot, habían sido confinados por la puntillosa censura del momento (hablo de 1958 y 1959) en el llamado “Infierno” de la biblioteca. Para poder leerlos había que recabar una autorización eclesiástica.

En 2004 acudió con asiduidad a la Sala General de Lectura, y agradeció el trato recibido con la siguiente dedicatoria, que dejó escrita en el Libro de Firmas:

Esta biblioteca, en la que, desde que vine por primera vez a Madrid en 1958, he pasado muchas horas de felicidad entregado al placer de la lectura, es para mí un lugar entrañable  y querido. Agradezco a todos quienes trabajan  en ella, y a los libros que la habitan, el impagable placer que me han dado.

MVLL
7 de septiembre de 2004

El 15 de diciembre de 2004, Vargas Llosa dictó una conferencia sobre el Inca Garcilaso, dentro del ciclo de conferencias Perú: arte, cultura y sociedad, organizado por SEACEX y la BNE. La última vez que ha intervenido en un acto en la BNE fue el año pasado, el 10 de junio, con motivo de la celebración del 10º aniversario de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de cuya Fundación es presidente.

Artículo anteriorActividades en octubre en el Museo del Romanticismo
Artículo siguienteGrandes ventas en la Subasta Extraordinaria de Sala Retiro